Próximo round: el Estado de la Unión

El invierno en Estados Unidos está siendo particularmente duro. Y no lo digo por las antárticas temperaturas que estos días […]
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4 Feb, 2019
Donald Trump, Stacey Abrams | Fotos: Flickr y Wikicommons

Articulo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

El invierno en Estados Unidos está siendo particularmente duro. Y no lo digo por las antárticas temperaturas que estos días se han registrado en los estados de Wisconsin, Illinois o Michigan, sino por el largo cierre parcial de dependencias gubernamentales, apenas levantado unos días atrás, que sirvió de escenario para la batalla política entre el presidente republicano y la oposición demócrata en la Cámara de Representantes.

Donald Trump, Stacey Abrams | Fotos: Flickr y Wikicommons

Donald Trump, Stacey Abrams | Fotos: Flickr y Wikicommons

El segundo round de esta pelea se librará el 5 de febrero, en el Discurso sobre el Estado de la Unión que dirigirá Trump a toda la nación —en horario de gran audiencia televisiva— y cuya réplica correrá a cargo de Stacey Abrams, excandidata por su partido a la gobernación del estado de Georgia.

No sabemos cuánto más habría podido alargarse este cierre —el más largo en la historia del país y que dejó sin paga directa a unos 800.000 empleados federales y paralizando agencias hasta casi su totalidad, causando pérdidas económicas calculadas en unos 3.600 millones de dólares solo durante las tres primeras semanas—, pero lo cierto es que la presión social y económica creció a niveles riesgosos y, lo que quizás sea igual de importante, a Trump le fue arrebatada una de las palestras en las que se siente más a gusto.

Nancy Pelosi, portavoz demócrata de la renovada Cámara de Representantes, suspendía el tradicional discurso televisado sobre el Estado de la Unión (allí donde habitualmente se lleva a cabo) hasta que no concluyera el cierre parcial y el gobierno volviera a funcionar en su totalidad. Tras un breve ir y venir de golpes al hígado por parte de ambos contrincantes, Trump aceptó abrir el Gobierno sin haber recibido ni un centavo de los 57 millones de dólares que reclamaba —como parte del presupuesto aún no acordado que motivó este rifirrafe— para construir el muro.

Al igual que en las elecciones intermedias pasadas, las partes involucradas reclaman la victoria para sí, aunque lo cierto es que todos, demócratas y republicanos, la rama legislativa y la ejecutiva, han salido golpeados de este embate. Tomarán aire en sus respectivas esquinas y saldrán a la arena para el segundo round de un combate que se anuncia alargado (las elecciones del 2020 son el asalto final): el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, anunció que la réplica al tradicional discurso sobre el Estado de la Unión correría a cargo de la excandidata a la gobernación de Georgia, Stacey Abrams.

La elección de Abrams es simbólica en varios sentidos. Primero, no son muchas mujeres las que han respondido al presidente, desde que se permitiera una réplica (apenas en 1966), pero ello no es de extrañar si pensamos que el ecosistema parlamentario norteamericano no se caracteriza por su paridad de género. Sin embargo, Abrams será la primera representante afroamericana en hacerlo. En un momento del país sumamente dividido y en el que el tema racial sigue siendo un elemento axial de muchas conversaciones, este detalle no es menor (recuérdese, si no, aquella inédita conferencia de prensa tras las elecciones intermedias en la que una periodista de ascendencia haitiana confrontó al presidente sobre si su descripción como nacionalista no habría envalentonado a la extrema derecha).

En segundo lugar, piense el lector que han sido las mujeres quienes —en tiempos del movimiento #MeToo— se han opuesto a la candidatura y presidencia de Trump desde el inicio (alrededor de un millón de mujeres salieron a las calles a marchar el mismo día que el republicano juró su cargo en la presidencia). En este sentido, y como punto tercero, si la (supuesta) ola azul tuvo lugar fue porque el colectivo femenino demócrata demostró una fuerza política inusitada. Si hay un cambio en la forma de hacer política en Estados Unidos es, sin duda, por el empuje de las mujeres. Stacey Abrams es una de las estrellas de esta renovada fuerza política.

 

 

Juan C. Gordillo Pérez

Ciudad de México (1977). Licenciado en Filosofía por la Universidad de Salamanca, España. Maestro en traducción (alemán-español) por la Universidad de Sevilla. Ex editor y redactor del Centro Alemán de Información para Latinoamérica y España

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