América Latina: ¿gana o pierde con la guerra en Ucrania?

La invasión rusa tiene consecuencias también en América Latina. Particularmente en la economía, sobre los precios de combustibles y alimentos se sienten en todo el continente.
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29 Jul, 2022
Multitud en México

Articulo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Mientras que desde la perspectiva europea surge un panorama claramente negativo de las consecuencias económicas de la invasión rusa a Ucrania, la situación para el continente latinoamericano es más diferenciada. El aumento de los precios energéticos y la escasez de materias primarias benefician a los exportadores latinoamericanos.

Simultáneamente, la inflación, los déficits de infraestructura y la incertidumbre política impiden aprovechar plenamente el potencial de producción. ¿Cómo se puede evaluar el impacto económico de la invasión rusa a Ucrania en América Latina? ¿Puede el continente aprovechar de las oportunidades creadas por los cambios globales en el mercado energético y materias primas?

Energía: oportunidades y limitaciones

A primera vista uno esperaría efectos positivos para la economía latinoamericana por la suba de los precios y la demanda de fuentes de energía y materias primas. El precio de petróleo crudo WTI cerró en torno a 75 dólares por barril en 2021. En marzo de 2022 alcanzó casi 120 dólares. A pesar de fluctuaciones, los precios del crudo se mantienen muy por encima del nivel del año anterior. Estos aumentos y la mayor demanda implican que los países productores de petróleo de América Latina reciban ingresos adicionales en divisa fuerte.

Sin embargo, la evaluación no es uniforme, pues hay países latinoamericanos exportadores y otros importadores de petróleo. Algunos países sufren claramente de escasez de energía.

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Los países productores de petróleo también se benefician de los altos precios de las materias primas. Esto se explica por el hecho de que sus técnicas de extracción del llamado petróleo offshore. Este se extrae de las capas salinas profundas bajo el océano y cuya producción predomina en América Latina, son relativamente caras. Por lo tanto, es necesario un alto precio mundial de las materias primas para que la producción de petróleo en América Latina sea lucrativa.

Ganadores y perdedores

El aumento de los precios en todo el mundo a causa de la invasión rusa a Ucrania puede entonces hacerles el juego a los Estados productores de petróleo de la región. Igualmente, se plantea la cuestión de si el boom de la extracción en América Latina puede contribuir a una mejora a largo plazo de la situación económica dependiente de precios internacionales altos.

Yacimiento petrolífero Vaca Muerta, Argentina

Otro componente son los problemas de infraestructura como la falta de oleoductos y gasoductos, a lo que se suman escándalos de corrupción y la intervención del Estado. Todo esto ha impedido hasta ahora la plena explotación del potencial de recursos de América Latina. Es incierto hasta qué punto los países exportadores de petróleo de la región puedan beneficiarse del boom actual de materias primas y si las capacidades y condiciones de producción son suficientes.

¿Impulso o freno?

En este contexto, un precio elevado del petróleo podría incluso resultar un impedimento para el desarrollo económico de América Latina a largo plazo, ya que esto reduce los incentivos a la inversión. Estas inversiones son ineludibles para subsanar las flagrantes deficiencias de infraestructura. Por otro lado, son importantes para promover la diversificación económica y así reducir la dependencia de las materias primas.

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A largo plazo, los objetivos de la política energética de América Latina no deberían limitarse a la extracción de petróleo. A esta actividad debería sumarse la integración en otras fases de creación de valor. Así, el continente podría participar de los beneficios económicos del tratamiento adicional. Esto también parece importante en el marco de la creación de empleo, porque el proceso de extracción no requiere muchos puestos de trabajo.

Latinoamérica como locación

La creciente demanda de materias primas latinoamericanas puede ofrecer una posición negociadora mejor para el continente. Esto podría, por ejemplo, permitir que parte de la cadena de valor se quede en América Latina. Por lo tanto, el aumento de la relevancia de América Latina como exportadora de materias primas debido a la pérdida (temporal) de importantes proveedores de energía debe considerarse más importante que el aumento de los precios como tal. Por tanto, la medida en que América Latina pueda aprovechar este impulso en el sector energético para su propio desarrollo económico depende en gran medida de la orientación estratégica y la visión de futuro del gobierno. Para eso, los ingresos adicionales deben ser invertidos en la diversificación de la economía. El nuevo peso geopolítico debe ser utilizado para una integración más fuerte de la transformación ulterior de los productos primarios en el continente.

Agricultura: exportación y escasez

Además de las exportaciones de energía, también hay grandes oportunidades para los países latinoamericanos en el sector agrícola. Hasta ahora, los países de África y Medio Oriente como Egipto, Somalia e Benín han dependido del suministro de grano ruso y ucraniano. Por lo tanto, los cambios comerciales debidos a la invasión rusa podrían manifestarse en ampliaciones del mercado de ventas para los exportadores latinoamericanos.

Además de las ventajas puramente monetarias, el aumento de la demanda de sus exportaciones agrícolas también coloca a los Estados en una mejor posición para negociar a nivel internacional. Sin embargo, la escasez de fertilizantes, que proceden de gran medida de Rusia, y el aumento de los costos de transporte tienen un efecto negativo a la producción agrícola de América Latina.

Agricultura extensiva en la Pampa

Este aumento de los costos de la producción en la agricultura conlleva un incremento de los precios de los alimentos y representa una importante carga para los consumidores latinoamericanos. Por lo tanto, para evaluar el bienestar general de los efectos en el sector agrícola hay que sopesar los efectos positivos de la exportación con los efectos negativos para los consumidores locales. Además, hay que tener en cuenta que no todos los países latinoamericanos son, ni mucho menos, exportadores de alimentos. Para estos países, el impacto de los altos precios de los alimentos debido a la guerra de Ucrania es claramente negativo.

Resultado inconcluso

Una comparación de los dos principales sectores afectados por la invasión rusa a Ucrania —la energía y la agricultura— muestra grandes paralelismos. Ambas áreas tienen en común los beneficios para los Estados de América Latina por el aumento de los precios y la demanda. La creciente demanda internacional mejora también la posición negociadora geoestratégica del continente. Sin embargo, para ambos tipos de bienes no se puede sacar una conclusión clara sobre el impacto para América Latina en su conjunto porque la estructura de las importaciones y exportaciones de los países son muy heterogéneas.

La ambigüedad de la conclusión se ve reforzada por el hecho de que las posibles ganancias para el Estado y el sector privado se ven compensadas en cualquier caso por las consecuencias negativas para los consumidores y amplios sectores de la población. Sin embargo, una diferencia es que el sector agrícola latinoamericano sufre más los efectos económicos de la invasión rusa a Ucrania que el sector energético, debido al aumento de los precios de los fertilizantes.

[Leer también: For export: la guerra de Ucrania y la economía latinoamericana]

No obstante, debido a las dificultades institucionales y estructurales hasta ahora de muchos países latinoamericanos es cuestionable hasta qué punto el continente puede beneficiarse de la evolución actual del mercado de materias primas.

Los desarrollos del comercio a causa de la invasión rusa a Ucrania representan así una oportunidad económica y geopolítica para el continente latinoamericano. Al mismo tiempo, sin embargo, revelan los déficits y debilidades fundamentales del marco institucional y de infraestructura de América Latina, que a menudo han frenado los desarrollos económicos anteriores.

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Tarah Lynn Ramthun

Licenciada en Economía por la Universidad Humboldt de Berlín (Alemania). Pasante en la oficina de la Fundación Konrad Adenauer en Montevideo (2022).

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1 Comentario

  1. Creo que la nota está mal planteada en su título: “América Latina: ¿gana o pierde con la guerra en Ucrania?”, creo que ninguna sociedad o país o continente se podría evaluar si gana o pierde con una Guerra, en dónde hay vidas de muchas personas en juego, se aborda el tema con una frialdad de evaluar económicamente los posible o mesquinas ventajas que puede haber mientras hay un conlficto armado, pienso que ninguna sociedad en el mundo gana, es más creo que todos pierden, cuando hay derramamiento de sangre y sufrimiento de familias, nadie gana, al contrario con estas notas más perdemos, perdemos la humanidad, que nos diferencian del resto de las especies. Lamento la nota viniendo de una personas que es la Konrad Adenauer, institución que promueve una filosofía humanista. Esta crítica no la hago para denostar a la autora, sino que ponga más cuidado en las próximas notas u opiniones de economía pueda dar, que no solamente demuestre la perspectiva económica, sino que todo lo demás, al final la economía es una ciencia social, y mientras exista un conflicto en el mundo, siempre habrá alguien que pague los costos, y solo los que ganan son los que venden armas a las partes en conflictos.

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