Democracia en retroceso: nuevas alertas sobre el Estado de derecho

El informe de IDEA Internacional confirma el deterioro de las garantías constitucionales. Ante los desafíos latinoamericanos, propone recomendaciones para fortalecer la resiliencia democrática, como el voto en el extranjero.

Por: Ángel Arellano9 Oct, 2025
Lectura: 5 min.
Democracia en retroceso: nuevas alertas sobre el Estado de derecho
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

El informe El Estado Global de la Democracia 2025 del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional) presenta un diagnóstico preocupante: la democracia está en movimiento, pero no necesariamente en la dirección correcta. En un contexto marcado por incertidumbre radical, los eventos políticos en Estados Unidos —referente histórico de la democracia liberal— han sacudido los valores fundamentales del multilateralismo y la resiliencia democrática. Sin embargo, este fenómeno no es exclusivo de una nación.

Incertidumbre democrática

En 2024, el 54% de los países evaluados (94 en total) experimentaron un descenso en al menos un factor de desempeño democrático respecto a cinco años atrás. En contraste, solo el 32% (55 países) mostraron avances. Esta tendencia confirma un debilitamiento generalizado de los pilares democráticos en todo el mundo.

IDEA Internacional clasifica el estado de la democracia en cuatro categorías: Representación, Derechos, Estado de derecho y Participación. Aunque la Representación fue la categoría con mejor desempeño global, también sufrió una caída significativa en 2024, año del superciclo electoral. La puntuación mundial en esta categoría alcanzó su nivel más bajo desde 2001, con siete veces más países en retroceso que en avance.

El Estado de derecho fue la categoría con peor desempeño: 71 países (41%) se clasificaron como de bajo rendimiento. Los descensos se concentraron en la independencia judicial, afectando tanto a democracias consolidadas como emergentes. Europa representó el 38% de estos retrocesos, seguida por África, América, Asia y el Pacífico.

En cuanto a los Derechos, la libertad de prensa sufrió el mayor deterioro desde 1975, afectando a 43 países (casi el 25% de los analizados). También se observaron retrocesos en la libertad de expresión, la igualdad económica y el acceso a la justicia. Estos indicadores reflejan una amenaza directa a la rendición de cuentas pública y a la participación informada.

La Participación se mantuvo relativamente estable, aunque con más retrocesos (9 países) que avances (2 países). Los países con mejoras fueron Brasil y Fiyi, mientras que los descensos se concentraron en naciones con desempeño ya bajo, como Nicaragua, Rusia y Myanmar.

América Latina: desafíos persistentes

En Latinoamérica, el informe muestra una realidad mixta. Por un lado, Brasil se destaca como uno de los pocos países que mejoraron en la categoría de participación, lo que refleja una revitalización del compromiso ciudadano. Por otro lado, países como Nicaragua continúan en una espiral descendente, con restricciones severas a la libertad de prensa y la independencia judicial.

La región enfrenta desafíos estructurales que afectan la calidad democrática: corrupción, concentración de poder, violencia política y desigualdad social. Estos factores erosionan la confianza en las instituciones y dificultan la consolidación de democracias inclusivas y resilientes.

Además, el informe destaca la importancia de la migración como fenómeno que impacta directamente en la democracia. En 2025, 304 millones de personas viven fuera de su país de nacimiento, y América Latina es una de las regiones con mayor migración intrarregional. Esta dinámica plantea interrogantes sobre la ciudadanía, la pertenencia y los derechos políticos de los migrantes.

Siete claves para la democracia global

IDEA Internacional propone acciones concretas para que los gobiernos refuercen la resiliencia democrática, especialmente a través del voto en el extranjero. Estas son sus principales recomendaciones:

  1. Voto en el extranjero como inversión democrática
    No es una política secundaria: permite que los migrantes mantengan vínculos políticos con sus países de origen y refuerza la legitimidad democrática.
  2. Incluir a la diáspora en la vida política
    Facilitar su participación electoral promueve la cohesión social, difunde valores democráticos y facilita la reintegración tras el retorno.
  3. Ciudadanía sin fronteras
    Los marcos legales deben reconocer el derecho de los ciudadanos no residentes a influir en el futuro político de sus países.
  4. Representación equilibrada
    Mecanismos como escaños reservados o límites de representación pueden evitar distorsiones en los resultados electorales.
  5. Coordinación internacional y planificación a largo plazo
    Se necesitan acuerdos bilaterales y claridad jurídica para implementar sistemas de voto eficaces y sostenibles.
  6. Modalidades accesibles y económicas
    El voto por correo y el voto mixto (presencial y remoto) son opciones viables. Se recomienda explorar el voto por Internet con garantías de seguridad y accesibilidad.
  7. Más y mejores datos
    La recopilación de datos desagregados sobre inscripción y participación electoral en el extranjero es clave para diseñar políticas basadas en evidencia.

En movimiento, pero ¿hacia dónde?

El informe de IDEA Internacional no solo diagnostica el estado actual de la democracia, sino que plantea una reflexión profunda sobre su futuro. En un mundo marcado por la migración, la polarización y la desinformación, la democracia requiere mantenimiento constante, paciencia y, en ocasiones, reinvención.

América Latina, con sus contrastes y desafíos, tiene la oportunidad de liderar procesos de innovación democrática, especialmente en lo que respecta a la inclusión de sus ciudadanos migrantes. La democracia está en movimiento, y el rumbo que tome dependerá de las decisiones políticas que se adopten hoy.

Ángel Arellano

Ángel Arellano

Doctor en ciencia política, magíster en estudios políticos y periodista. Coordinador de proyectos en la Fundación Konrad Adenauer en Uruguay, y editor de Diálogo Político.

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