Democracias fragmentadas: ¿más partidos significa más representación?

Democracias fragmentadas: ¿más partidos significa más representación?

Crece la tendencia de formar nuevos partidos y amenaza con aumentar la fragmentación política e ingobernabilidad. Este análisis presenta una radiografía de los partidos en Latinoamérica la crisis que atraviesan las agrupaciones políticas tradicionales.

Por: Redacción31 Jul, 2025
Lectura: 6 min.
Democracias fragmentadas: ¿más partidos significa más representación?
Compartir
Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

La propuesta de formar nuevos partidos cuando el statu quo no parece satisfacer las necesidades ciudadanas no es una novedad. De hecho, varios presidentes de la región llegaron a ocupar el cargo luego fundar su propio partido. Otros fundaron su organización una vez en el poder. Javier Milei, en Argentina, con La Libertad Avanza; Nayib Bukele con Nuevas Ideas en El Salvador; Rafael Correa con Alianza País en Ecuador; Alejandro Toledo con País Posible en Perú; y Hugo Chávez el Movimiento Quinta República en Venezuela, son algunos ejemplos.

Una investigación reciente de Diego Luján y Jennifer Cyr, Partidos políticos y mecanismos de vinculación en América Latina, señala que ciertos cambios coyunturales “han vuelto conveniente, para los políticos interesados en competir electoralmente, basar sus campañas en estrategias no partidarias”. Y agregan que el declive partidista dio lugar a “conexiones de carácter personalista que se sostienen sobre una retórica antipartidista que impugna las formas tradicionales de intermediación política”.

¿Cómo se desarrolla esta tendencia en América Latina? 

Recientemente, el expresidente boliviano Evo Morales se deslindó del MAS —fundado en 1997— y pasó a fundar Evo Pueblo, que lleva su propio nombre. Para Luján y Cyr, “el auge de las campañas centradas en los candidatos se relacionan con el auge del personalismo electoral en América Latina”. A raíz de tensiones internas con el presidente Luis Arce, Morales conformó esta agrupación de izquierda con indígenas y campesinos que apoyan su candidatura para las elecciones presidenciales del 17 de agosto. Aunque se encuentra imposibilitado judicialmente. 

Sean outsiders o viejos líderes políticos como Morales, la creación de nuevos partidos y la oposición a los mecanismos tradicionales es una estrategia política que demuestra victorias en varios casos. 

Continente multipartidista

La simple constatación de la cantidad de partidos por cada país latinoamericano no es suficiente para afirmar un aspecto de la coyuntura política regional. Sí se confirma que América Latina es un continente multipartidista de pluralismo extremo al considerar que hay más de seis partidos en la mayoría de los países. Según esta categorización de Giovanni Sartori, existen oposiciones bilaterales ideológicas y el centro suele estar ocupado por partidos más institucionales o de gobierno. En general, en estos ámbitos, las negociaciones son más difíciles y hay una doctrina extremista que alimenta los discursos de los márgenes. La sobreoferta de partidos multiplica las promesas y el sistema puede tornarse inestable. 

¿Es sencillo armar un partido? 

Generalizar las particularidades exigidas a la hora de formalizar una agrupación política y ahondar en comparaciones es delicado. Varía de acuerdo al sistema electoral de cada país. Es decir, el conjunto de normas y procedimientos para regular la actividad política. Además de los requisitos formales (cantidad de firmas, personería jurídica, recursos), la obligatoriedad del voto es una variable que tiene mucho que ver con el compromiso y estabilidad de los partidos. 

De todos modos, al menos once países latinoamericanos tienen más de 20 partidos políticos inscritos a nivel nacional. Esto señala un alto nivel de fragmentación política

Perú, por ejemplo, es un sistema caracterizado por la volatilidad electoral extrema, con más de 40 partidos políticos registrados. El colapso del sistema tradicional luego del fujimorismo generó una sucesión de outsiders en la Presidencia, desde Alejandro Toledo hasta los gobiernos más recientes. La fragmentación peruana se explica por la herencia autoritaria del fujimorismo, la debilidad institucional crónica, la personalización extrema de la política y la ausencia de partidos con raíces sociales sólidas. En el presente, esta situación resultó en un estado de ingobernabilidad, crisis de representación permanente y ausencia de continuidad en las políticas públicas. 

Otro caso en Latinoamérica es el de Ecuador. Previo a las elecciones anticipadas de 2023, surgieron los llamados “partidos de alquiler”. Estos movimientos actúan como vehículos disponibles para candidatos que no tienen partido propio o que no pueden postularse a través de las organizaciones tradicionales. Mediante la Ley Electoral, encontraron un camino para saturar la política. Eso hizo que el Consejo Nacional Electoral del país tuviera un registro de 279 agrupaciones con intereses políticos en varios niveles de gobierno para esas elecciones. 

La tendencia de aceleramiento en la creación de partidos se apoya en la desconfianza hacia la institución que constata el Barómetro de las Américas. Con algunas fluctuaciones en los últimos 20 años, para 2024 se observa hasta un 40% de diferencia entre los que más y menos confían. 

¿Por qué desconfiar del sistema? Luján y Cyr señalan que la irrupción tecnológica y de medios digitales debilitó el rol histórico de los partidos políticos porque la transmisión de información se da sin intermediación de estructuras y autoridades partidarias. Además, explican que la “activación de issues específicos”, nuevas identidades y transformaciones de grupos sociales del mercado laboral, por ejemplo, generan nuevas formas de vinculación, ancladas en la tecnología. 

Estados Unidos se contagia

Luego de colaborar con Donald Trump, durante los primeros meses de su segundo mandato en EEUU, Elon Musk anunció la formación de un nuevo partido político. Musk dijo en X:  “Vivimos en un sistema de partido único, no en una democracia. Hoy se forma el America Party para devolverte tu libertad”. 

Elon Musk apoyó a Trump durante su campaña electoral. Jugó un rol protagónico y prometió volver más eficiente al aparato estatal. Sin embargo, la amistad entre ambos se rompió y Musk dice representar el 80% del centro del espectro político, un sector que desde su visión incluiría a moderados descontentos con el bipartidismo tradicional

Incluso para el hombre más rico del mundo existen varias limitaciones. El hecho de haber nacido en Sudáfrica le impediría ser candidato presidencial. Pero más allá de eso, su partido debería cumplir regulaciones en los 50 estados.  

Tradición, ¿salvaguarda democrática?

Crear un nuevo partido puede parecer disruptivo y podría esgrimirse como acción democrática: permite dar voz a sectores olvidados, renovar el sistema e introducir nuevas ideas.  

Sin embargo, existen riesgos. Inundar el sistema de partidos de formaciones efímeras y atadas a figuras políticas con alta visibilidad puede tener efectos negativos. El primero y principal se refleja en una fragmentación extrema, lo que lleva a una inestabilidad del sistema y, sobre todo, a fomentar los personalismos. Justamente, uno de los pasos previos del autoritarismo. 

La fragmentación podría interpretarse de forma ambivalente según qué se observe. Por un lado, ha facilitado la representación de diversos sectores sociales. No obstante, también ha perjudicado la gobernabilidad ya que las negociaciones para formar mayoría se han complejizado demasiado. Esto repercute en las capacidades de un gobierno para implementar una agenda coherente. 

Para sostener alianzas y pactos es necesario prometer y repartir recursos así como cargos, lo que incentiva aún más la fragmentación. Pero lo que es más peligroso, pone por encima de los debates políticos una suerte de esquema transaccional que puede promover el clientelismo y el transfuguismo ante el mejor postor. 

El objetivo de los partidos en democracia es el de ser conectores de la ciudadanía con el Estado, no el de transportar ambiciones individuales.

Redacción

Redacción

Plataforma para el diálogo democrático entre los influenciadores políticos sobre América Latina. Ventana de difusión de la Fundación Konrad Adenauer en América Latina.

newsletter_logo

Únete a nuestro newsletter