El Partido Liberal venció en las elecciones parlamentarias en Canadá, bajo el liderazgo de Mark Carney, luego de vivenciar una campaña y jornada electoral marcada por las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, contra la soberanía de Canadá.
Con 43,5% de los votos, Carney —político de 60 años, que, sin ocupar antes un cargo electivo, asumió como primer ministro hace un mes para reemplazar a Justin Trudeau— se impuso a su principal opositor del Partido Conservador, Pierre Polievre, que recibió 41,4% de apoyo.
De todos modos, Carney no alcanzó la mayoría parlamentaria de 172 escaños. Según los resultados preliminares del instituto electoral canadiense, los liberales lideran con 168 escaños, seguidos por el Partido Conservador con 144, el Bloque Quebequés con 23, NDP con 7, y un escaño del Partido Verde.
Impacto del factor Trump
La votación se desarrolló en el nuevo contexto de la guerra comercial iniciada por Trump y sus amenazas de anexionar a Canadá. De hecho, el presidente estadounidense reafirmó su provocación sobre la soberanía del país durante la jornada electoral. “Elijan al hombre que tiene la fuerza y la sabiduría para reducir sus impuestos a la mitad, aumentar su poder militar, de forma gratuita, al nivel más alto del Mundo; hacer que su Automóvil, Acero, Aluminio, Madera, Energía, y todos los demás negocios, se CUADRUPLIQUEN en tamaño, CON CERO ARANCELES O IMPUESTOS, si Canadá se convierte en el apreciado 51º Estado de los Estados Unidos de América”, publicó ayer en su red Truth Social.
La guerra comercial y las amenazas a la soberanía canadiense se instalaron en los temas de la campaña electoral. Algunos medios incluso constatan testimonios de electores que, con la intención de votar por el cambio, apoyaron a Carney por su postura en el enfrentamiento contra Trump.
Durante meses, los conservadores lideraron las encuestas con hasta 25 puntos de ventaja sobre los liberales. Contra lo woke, la cooperación internacional —como la Unrwa—, los llamados impuestos de carbono y un foco en problemas internos, como vivienda, economía y migración, Poilievre parecía encaminarse a ser el próximo primer ministro con su agenda conservadora.
Sin embargo, Carney reforzó su discurso en respuesta a las medidas arancelarias y amenazas de Trump. Dirigió los bancos centrales de Canadá y Reino Unido e hizo campaña asegurando que su experiencia en los medios financieros lo posicionaban como buen líder para defender a Canadá en la guerra arancelaria. A la par, se observó un cambio en los sondeos de opinión pública.
Aliados internacionales
En las últimas horas de la jornada electoral, Carney se refirió a la “nueva realidad” con EEUU y defendió la independencia canadiense. “Nuestra antigua relación con Estados Unidos, una relación basada en una integración cada vez mayor, se acabó”, dijo en Ottawa. “Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país. No son amenazas vanas. El presidente Trump está tratando de doblegarnos para que Estados Unidos pueda ser nuestro dueño. Eso nunca sucederá”, remató.
En este marco, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, expresó en X que espera “construir una alianza aún más fuerte y más justa” con Canadá. Con un tono similar, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, felicitó a Carney por su victoria electoral. Expresó que el vínculo entre Europa y Canadá “se está haciendo más fuerte”.
Congratulations to @MarkJCarney and the Liberal Party on their election victory.
The bond between Europe and Canada is strong — and growing stronger.
I look forward to working closely together, both bilaterally and within the G7.
We'll defend our shared democratic values,…
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) April 29, 2025
Elecciones anticipadas
El 6 de enero de 2025, con señales de popularidad en decadencia y presiones internas, el exprimer ministro Justin Trudeau anunció su renuncia luego de una década en el poder. Carney lo sustituyó como ministro interino y en marzo anunció la jornada de elecciones anticipadas que, en realidad, estaban fijadas para el 20 de octubre.
El sistema electoral canadiense, inspirado en el británico, se basa en un esquema parlamentario llamado first-past-the-post. Los electores no eligen directamente al primer ministro, escogen a los miembros del parlamento. El candidato con más votos en su distrito, aún sin mayoría absoluta, gana el escaño. De este modo, el partido con más representantes electos queda favorecido para formar el gobierno.