En el continente americano la libertad de prensa pasa por un momento crítico. A las amenazas y persecución de periodistas se suma la concentración de la prensa en pocos jugadores fuertes que ahogan o limitan severamente a los medios chicos o regionales. La incertidumbre asociada a la transición tecnológica y el creciente rol de las redes sociales no mejoran el panorama. Además, los regímenes autoritarios y la polarización de la sociedad constituyen un contexto desfavorable para un intercambio respetuoso de opiniones políticas, y animan a las personas a recluirse en la esfera privada.
Para la construcción de la democracia son indispensables los ciudadanos comprometidos no solamente con el voto, sino con la actividad política. “Es indispensable contar con sociedades informadas, que sean capaces de cuestionar y vigilar el actuar de sus gobernantes” escribe la periodista de investigación y documentalista Gloria Piña, de México. Piña se especializa en periodismo multiplataforma con enfoque en género, derechos humanos, migración, política y corrupción. Ha sido reconocida con premios como el Breach/Valdez de Periodismo y Derechos Humanos y el Premio Gabriel García Márquez.
Piña concluye que resulta crucial “el papel de un periodismo libre, crítico e independiente. Es fundamental que los comunicadores asuman con responsabilidad su labor, ofreciendo un servicio público de información útil y veraz, que apueste por la ciudadanía y no por narrativas que solo benefician a los poderosos.”
Retroceso en Perú
También el vecino Perú experimenta un fuerte retroceso en materia de libertad de información. La periodista Mavila Huertas cita el informe de Reporteros Sin Fronteras que al cierre de 2024 constata un desplome de 48 puestos en su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. Huertas lideró programas políticos, fue conductora en Panamericana Televisión, dirigió documentales sobre la historia y patrimonio cultural peruano y moderó debates presidenciales. La autora explica que también la judicialización de la labor periodística y la transición digital afectan la labor periodística. La propia industria atraviesa un proceso de transformación hacia las plataformas digitales que en muchos casos ha golpeado económicamente a los medios.
Además, recientemente hubo cambios sobre la legislación de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional. Contiene elementos que podrían restringir indebidamente la libertad de asociación. Entre ellos, se encuentran la solicitud de requisitos administrativos desproporcionados y la necesidad de aprobación previa para los proyectos. Esto supone el control previo de actividades periodísticas.
Tensión en Argentina
La institucionalidad democrática atraviesa un período crítico por su debilidad y el descrédito por la difusión de noticias falsas y lentitud para encontrar soluciones urgentes a problemas agobiantes agravados por frecuentes hechos de corrupción.
El abogado y periodista argentino Diego Cabot, destaca que “la prensa y no la justicia ha sido la responsable de arrojar a la opinión pública los principales hechos de corrupción que se han conocido en los últimos tiempos”. Cabot se desempeña como Prosecretario de Redacción en el diario La Nación. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires y posee posgrados en Flacso y la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), institución en la que también ejerce como profesor en la Maestría en Periodismo. En 2024 participó en el Foro de Periodismo Democrático organizado por la KAS México
Analizando el caso de Argentina, Cabot subraya las desigualdades entre los grandes medios y los más chicos, en particular del interior de la república. Los medios más grandes de la Argentina tienen su camino en el periodismo pago (suscripciones y aporte de los lectores). Los medios del interior, que tienen aún una posibilidad publicitaria menor son prácticamente víctimas del sistema de la pauta pública.
Los desafíos no son distintos a los de otras épocas. La tensión entre el periodismo independiente y el poder nunca desapareció. Apenas cambia y muta, más o menos digital, más o menos agresiva. Y el periodismo debe prepararse una vez más para estar a la altura de semejante paradigma.
Ecuador, Chile y Colombia
En el Ecuador la inseguridad pasó a ser un factor de inseguridad y amenaza de la estabilidad. El periodista Milton Pérez destaca que la democracia se sostiene sobre pilares fundamentales: la libertad de prensa y el derecho a la información. En su actividad como productor ejecutivo de noticias, Pérez ha cubierto algunos de los eventos internacionales relevantes como la entrega del Canal de Panamá, la Guerra del Golfo, el terremoto en Haití. Entrevistó a figuras destacadas como Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos, Condoleezza Rice y varios expresidentes de América Latina. Se lo considera un referente en el periodismo de investigación y la cobertura de asuntos internacionales. Pérez cita el informe de Insight Crime según el cual la tasa de homicidios en su país “en 2024 llegó a 38,8 por cada 100,000 habitantes y lo convierte en el país más violento de América Latina”.
El chileno Tomás Mosciatti es abogado, comentarista político, locutor radial y presentador televisivo. Llama la atención sobre problemas de larga data no atendidos a tiempo. “Los grandes quiebres en los países comienzan cuando se manifiestan pequeños síntomas, a veces casi imperceptibles, que poco a poco crecen hasta hacerse evidentes”, afirma. En el caso de Chile, el mercado de medios se concentró. Por lo que eso de “dejar actuar el mercado”, dice, comenzó a perder sentido en la ciudadanía. Y cuando a los mismos economistas que defendían ese principio se les pidió explicaciones, respondieron que el mercado chileno era muy pequeño para tolerar demasiados actores.
Ricardo Ospina es comunicador social y periodista especializado en periodismo de investigación. En particular, sigue los escándalos de corrupción y de violaciones a los derechos humanos en Colombia. Ganó dos veces el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. Según Ospina, la democracia está en riesgo ante el ascenso del populismo, el caldo de cultivo que conduce a regímenes autoritarios. América Latina y Colombia no son ajenos a ese fenómeno. Concluye que la innovación es clave para que el ejercicio del periodismo se mantenga como un pilar de la democracia. En ese sentido, promueve la unión de medios tradicionales con medios digitales para llegar a más personas con contenidos periodísticos bien elaborados. El fin es ofrecer suficientes elementos para la toma de decisiones en lo político, en lo económico y en lo social.
Defender a la prensa, defender la democracia
La libertad de prensa es ineludible para el funcionamiento de la democracia. Esta es desafiada por mecanismos de manipulación y noticias falsas en un contexto de debilidad institucional y una transición digital de recorrido incierto. La inseguridad que viven los periodistas a nivel personal afecta su independencia y capacidad de realizar su trabajo.
Es tarea de los demócratas defender la libertad de prensa tanto de las intromisiones desde el poder, como del mecanismo de manipulación y en particular la seguridad personal y laboral de los periodistas.