Colombia: ¿cómo queda el mapa electoral tras la condena a Álvaro Uribe y la muerte de Miguel Uribe?

La condena de 12 años de cárcel para el expresidente y el asesinato del precandidato ocurren cuando Gustavo Petro entra en su último año de mandato, en medio de una escalada de radicalización política.

Por: Ana María Saavedra14 Ago, 2025
Lectura: 6 min.
Colombia: ¿cómo queda el mapa electoral tras la condena a Álvaro Uribe y la muerte de Miguel Uribe?
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Colombia sufrió dos temblores en menos de dos meses: la sentencia a doce años de prisión, en primera instancia, contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez y la muerte del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, tras un atentado sicarial ocurrido semanas atrás. Son dos hechos que se presentan justo cuando el presidente Gustavo Petro arranca su último año de gobierno en un contexto de creciente radicalización política.

¿Influirán estos dos grandes eventos en las elecciones legislativas y presidenciales de 2026? Aunque es muy pronto para saber con certeza qué tanto peso pueden tener, sí es cierto es que el panorama electoral se ha sacudido.

El tablero de la derecha

Una marcha del 7 de agosto congregó a miles de personas en varias ciudades del país para protestar por la sentencia contra Álvaro Uribe. Esto demostró que la derecha podría intentar tomar las banderas de la figura del expresidente. Aunque no tiene el mismo peso político que tuvo años atrás, Uribe sigue siendo relevante. 

Para la derecha, el proceso de elección de un candidato presidencial fue golpeado por el atentado contra Miguel Uribe Turbay el 7 de junio pasado. El Centro Democrático (CD) venía realizando una serie de foros para definir quién se quedaba con el aval. El lugar se disputaba entre Uribe Turbay, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra. Pero el atentado contra Uribe Turbay los dejó en una especie de inercia.

“El atentado había bloqueado a la derecha, porque ninguno de los candidatos fuertes podía hacer campaña”, explica César Caballero, director de la encuestadora Cifras y Conceptos.

El homicidio de Uribe Turbay realza en la agenda electoral la necesidad de recuperar la seguridad y de combatir los grupos armados que copan el territorio. Además, es una tragedia que evidencia el ciclo de violencia. Remite a cuando el país vivió uno de sus capítulos más sangrientos, con el asesinato de varios candidatos presidenciales y de figuras de relevancia pública como Diana Turbay, madre de Miguel.

Álvaro Uribe y Miguel Uribe Turbay. Foto: X de Miguel Uribe, abril 2025.

Los outsiders

En este reacomodo de la derecha, destacan dos figuras. Son dos outsiders: Vicky Dávila, exdirectora de la revista Semana, y el abogado Abelardo de la Espriella, quien ha sido cercano al expresidente Uribe. Ambos van por recolección de firmas. Pero varios analistas consultados coinciden en que podrían aliarse con el CD para llegar a una candidatura más fuerte. Dávila ha construido un discurso que mezcla denuncias contra el petrismo con confrontación directa. Mientras, de la Espriella, exdefensor de figuras como Alex Saab, ha capitalizado su presencia mediática con un estilo provocador de mano dura y crítica al petrismo y al proceso de paz con las Farc.

Ninguno de los posibles candidatos del CD ha sonado tanto en opinión pública como los estos outsiders. En palabras de Juan Pablo Milanese, jefe del departamento de Estudios Políticos de la Universidad Icesi, “el CD se está transformando en un nuevo partido conservador: relevante e importante en el ámbito legislativo y de alianzas, pero sin capacidad de poner una figura presidencial”. Por lo que, ambos podrían terminar siendo las cartas más visibles de la derecha en 2026.

La condena a Uribe, ¿fortalecerá a la izquierda?

El caso contra Uribe surge de los debates impulsados por el senador Iván Cepeda sobre el posible involucramiento del expresidente en la formación de grupos paramilitares

Esta sentencia rompió un precedente político en Colombia. Para Milanese, se trató de”un pacto tácito de que con los presidentes no se mete”. “Parecería que nadie es intocable y en buena medida todos los expresidentes pueden empezar a temblar”, analiza.


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¿Y la izquierda?

La condena a Uribe puede potenciar la figura de Iván Cepeda como el senador que logró llevar ante la justicia a Uribe, el presidente más influyente de las últimas décadas. Su nombre suena entre las siete figuras del Pacto Histórico que este 26 de octubre harán parte del listado de la consulta interna para seleccionar a su posible candidato presidencial. Aunque 17 partidos o movimientos se inscribieron para realizar estas consultas, solo la coalición del Pacto Histórico anunció, al momento, que la realizará.

“Históricos del Pacto consideran que María José Pizarro no tiene la fuerza, y le han pedido a Cepeda que se lance para que se enfrente a Daniel Quintero, el exalcalde de Medellín quien pareciera ser el candidato preferido de Petro”, analiza el periodista Carlos Cortés, director de Linterna Verde.

La consulta del Pacto Histórico se presenta entonces como una oportunidad para que figuras como Cepeda midan su fuerza electoral. Aunque enfrenta el riesgo de mostrar debilidad. “El único partido que ha planteado consulta interna es el Pacto. Hay un riesgo de que la consulta tenga menos de un millón de votos, lo que mostraría debilidad para la lista al Congreso”, advierte Caballero.

Iván Cepeda. Foto: Wikimedia Commons

Campaña radicalizada

El contexto electoral tras el asesinato de Miguel Uribe, según un análisis de La Silla Vacía,  “aterriza en una derecha radicalizada y dividida” que “pasó del shock por el atentado a un discurso sin filtros que eleva la polarización”. Este fenómeno no es exclusivo de la oposición.

Según María Juanita Villaveces Niño, docente de la Universidad Nacional, en una columna en la Razón Pública, “preocupa que esta violencia coincida con el deterioro de la democracia entendida como un sistema que defiende los derechos civiles y las libertades individuales”. “Poco a poco, se ha instalado una noción de que la diferencia es un derecho no solo a pensar distinto, sino a expresarlo sin filtro alguno, sin restricción social o institucional, amparados en un ‘derecho a opinar’. Esta idea mal entendida de que —puedo vociferar mis creencias sin control, aunque promuevan el odio, porque son `mis opiniones´— alimenta un clima en el que la palabra se convierte en arma y promueve la violencia”, sostiene.

Y esta radicalización de los discursos se ve en posiciones tanto del CD como del presidente Petro. Pablo Sanabria, profesor de la Universidad EAFIT, advierte que Petro tiene dos rutas en su último año: rectificar o radicalizar. El segundo escenario “parece ser más probable, si se considera la trayectoria de creciente radicalización, la combinación de clientelismo y politiquería” del gobierno. 

Esta radicalización también se ha visto en algunas de las reacciones a temas internacionales de Petro. Por ejemplo, un tuit sobre la Gran Colombia, con un video propagandístico de la FANB venezolana, o el mensaje de julio, tras una alerta lanzada por el embajador ruso en Colombia sobre la participación de colombianos como mercenarios en Ucrania. Allí respaldó al embajador y expresó que ese fenómeno representa “una forma de robar una nación”. Esta formulación sugirió una lectura de respaldo a Rusia.

En esta dinámica, parece que la campaña 2026, que se da en medio de un clima de violencia y con el precedente de un precandidato asesinado, tendrá una polarización creciente. Especialmente en el escenario de las redes sociales.

Ana María Saavedra

Ana María Saavedra

Periodista colombiana. Directora de Colombiacheck. Ha trabajado como editora del diario «El País» de Cali. Becaria del programa Balboa en «El País» de España.

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