El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, renunció el viernes 24 de abril tras una disputa con el presidente Jair Bolsonaro sobre la gestión de la Policía Federal. En pocos días, el Brasil perdió dos ministros claves en las áreas de la salud y la justicia.
El desacuerdo entre el presidente populista de derecha, Jair Bolsonaro, y Sergio Moro culminó finalmente en la inmediata salida del gobierno de uno de los más importantes miembros del gabinete. De esa forma, en el plazo de una semana el presidente perdió al segundo ministro que gozaba gran popularidad y que además era la figura del gobierno en la lucha contra la corrupción y por mayor seguridad, aspectos con los que Bolsonaro logró, hasta ahora, ganarse a un sector del electorado clásicamente conservador.
En tiempos de por sí turbulentos y difíciles, Brasil se dirige hacia una verdadera crisis política. En solo 15 meses, ocho ministros dejaron el gobierno de Bolsonaro
Con casi 60.000 personas infectadas en todo el país y más de 4.000 fallecidos hasta el 26 de abril, el sistema de salud brasileño alcanzó su límite de capacidad en muchos lugares. Asimismo, son completamente inciertas las consecuencias políticas, sociales y económicas que la crisis del COVID-19 tendrá finalmente para el Brasil. En cualquier caso, la turbulencia política descrita no ayudará a estabilizar la situación. Por ejemplo, la dimisión del ministro de Justicia provocó inmediatamente una nueva y fuerte devaluación del real brasileño frente a las principales monedas internacionales, como el dólar y el euro.
Respecto a sus planes futuros, Moro expresó que quería primero tranquilidad pero que seguiría disponible para su país. Ya hay muchas especulaciones en el Brasil sobre cuánto tiempo más permanecerá en el cargo el igualmente popular ministro de Economía Paulo Guedes, decisivo para impulsar la reforma de la seguridad social y las pensiones, y sobre si Moro podría incluso reaparecer en equipo con Mandetta en las próximas elecciones presidenciales, abriendo así la próxima campaña presidencial brasileña como resultado de los acontecimientos de los últimos días. También será interesante ver cómo se comportarán en el futuro los militares, que forman parte del gabinete de Bolsonaro y han expresado su preocupación por lo que está sucediendo. En cualquier caso, el Brasil no alcanza la tranquilidad necesaria en momentos en que, en parte debido a la crisis del COVID-19, el país necesitaría más que nunca una política unificada y eficaz.
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Traducción: Manfred Steffen