Quién es quién en las fórmulas de la campaña en Estados Unidos

Quién es quién en las fórmulas de la campaña en Estados Unidos

Tim Walz acompaña a Harris y JD Vance a Trump. Se acentúa la polarización entre ambas propuestas.

Por: Gabriel Pastor22 Ago, 2024
Lectura: 9 min.
Quién es quién en las fórmulas de la campaña en Estados Unidos
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Varios días antes de ser anunciado como compañero de fórmula de la demócrata Kamala Harris, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, se hizo famoso por una frase que pronunció durante una entrevista en el programa Morning de MSNBC: “These guys are just weird” (ellos son raros). Se refería a la dupla adversaria republicana, conformada por Donald Trump y James (JD) Vance. La expresión “weird” encendió las redes sociales tan rápido como una cerilla y revitalizó la alicaída campaña demócrata, que enfrentaba los tropiezos del partido gobernante ante un Trump que parecía imbatible hacia el 5 de noviembre.

La carrera electoral estadounidense se ha vuelto desconcertante desde que el presidente Joe Biden cediera su candidatura a favor de su vicepresidenta Harris. Inicialmente, no era vista como una figura fuerte. Su gestión insípida y su posición secundaria en el debate político parecían haber soterrado su presunta ambición presidencial.

El ascenso de Harris

Inesperadamente las encuestas empezaron a darle la razón a la Convención Demócrata que postuló sin fisuras a Harris. No solo unificó al partido, sino que también atrajo más recursos a la campaña, incluyendo contribuciones de pequeños donantes, al igual que hizo Barack Obama en su momento estelar.

Desde que Biden abandonó la carrera presidencial el pasado 21 de julio, las encuestas favorecen a Harris frente a Trump. Es una diferencia de escasos puntos porcentuales, que el margen de error y el porcentaje de indecisos pueden distorsionar. Sin embargo, a 77 días de los comicios, lo relevante es que ella puso en carrera a los demócratas e insufló confianza en la posibilidad de retener la Casa Blanca por un nuevo período de gobierno federal. Incluso, The Washington Post arrojó que “Harris sería la favorita para ganar la Casa Blanca”.

El camino es escarpado. Especialmente en los estados que protagonizan los principales campos de batalla: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Nevada, Michigan, Pensilvania y Wisconsin. Sin embargo, ganar en estos territorios ya no parece un escenario imposible para la fórmula demócrata.

Fórmulas polarizadas

La campaña adquirió otro ritmo y aumentó en atractivo. A la vez, expuso más las divisiones culturales y la polarización en torno a los valores fundamentales de Estados Unidos, acentuadas por las diferencias generacionales. Trump, de 78 años, se convirtió en el candidato de mayor edad, incluso en términos históricos. Además, los compañeros de fórmula, Walz y Vince, contribuyen a la fragmentación en torno a las ideas sobre identidades y el significado del propio país.

Es cierto que las divisiones ya estuvieron presentes en las dos elecciones anteriores. Pero ahora quedaron más acentuadas las diferencias culturales, sociales y generacionales entre ambos postulantes.

Con las fórmulas presidenciales ya en la pista, vale la pena repasar sus respectivos perfiles electorales y ver qué representa cada una de ellas en una disputa que, una vez más, se avecina como muy cerrada.

Un Trump envalentonado

Donald Trump es el mismo líder político de siempre, pero ahora parece sentirse fortalecido. Es probable que su aplastante victoria en la interna republicana y el escaso perjuicio electoral que le han provocado sus causas civiles y penales en los estrados judiciales lo hayan convencido de que su prédica populista le permitirá retornar a la Casa Blanca.

Ni siquiera aprovechó el intento de asesinato que sufrió durante un mitin como excusa para moderar su lenguaje, tan locuaz como ofensivo. Tampoco, para hacer un llamado a la unidad y promover un ambiente de campaña con lugar para las diferencias, no para el ataque inflamado que envenena la convivencia democrática. 

Su voz antiinmigrante suena más fuerte que nunca, pintando a los extranjeros indocumentados como un enjambre de malhechores que acabará con el país. Propone terminar el muro en la frontera con México e iniciar un gran plan de deportación de inmigrantes sin papeles, a quienes él acusa de venir de cárceles e instituciones mentales de Latinoamérica, África y Asia, e incluso de ser terroristas.

Además, en sus actos proselitistas, suele despreciar el cambio climático y las organizaciones multilaterales como la OTAN, claves para la defensa de Occidente.

A este repertorio conocido de su arenga, se suman duras críticas a la política económica del demócrata Biden. Lo culpa del aumento de precios que afectó a la economía debido a las medidas económicas adoptadas durante la pandemia de covid-19.

El arquetipo de Vance

Como candidato a vicepresidente de los republicanos, JD Vance tiene sentido. Justamente, por el aura ganadora que exhibe Trump. Tanto por su actitud y desempeño proselitista como por la manera en que es percibido por los suyos.

El joven postulante de 39 años, senador por Ohio, fue un antiguo crítico de Trump, convertido ahora en su primera espada. Más radical, en términos ideológicos, es quien recibe un legado y asume el compromiso de continuarlo en el futuro.  

La vida de Vance es una historia de superación. Nacido en un hogar monoparental y disfuncional de Ohio, criado por su abuela materna, estudió derecho en la prestigiosa Universidad de Yale e hizo un camino profesional en Silicon Valley, antes de convertirse en senador.

Su fama llegó con el libro Hillbilly Elegy en 2016, un texto autobiográfico sobre su dura infancia en el Rust Belt (Cinturón de Óxido), que abarca estados del noreste y el medio oeste. Esta región, una vez próspera en las décadas de 1970 y 1980, sufrió un declive debido a la desindustrialización, la globalización, la competencia extranjera y la automatización, lo que tuvo significativas implicaciones políticas, económicas y sociales.

El libro describe el drama de la crisis de los opioides y el abuso de drogas, que afectaron gravemente a familias como la de Vance, de clase trabajadora blanca. De algún modo, da testimonio de los perdedores de la globalización y de aquellos que se sienten resentidos por el retroceso del modelo de desarrollo industrial.

Demócratas a la izquierda

Harris parece una persona diferente desde que se liberó del corsé que suponía la candidatura de Biden. Desde que su nombre comenzó a barajarse en julio como sustituta del presidente, su talante y lenguaje esperanzador han despertado el interés de una parte del electorado joven. Parece proyectar el futuro con una candidata de 59 años que, desde una perspectiva cultural y racial, representa como nadie la diversidad de Estados Unidos. A diferencia de Trump, Harris enfoca su discurso en la pluralidad social estadounidense, que también genera más simpatía en los votantes afroamericanos.

Abogada, con una extensa trayectoria como fiscal antes de ser senadora y vicepresidenta, Kamala Harris es de ascendencia india y afroamericana. Su competencia le otorga seguridad en su enfrentamiento contra el temido Trump. Además, se muestra desafiante. Sabe aprovechar su condición de mujer con herencia multicultural para descolocar a Trump, como lo evidenció al resaltar las vacilaciones del candidato republicano en los debates presidenciales.

Reconocer los méritos de Harris no significa que no esté dejando flancos que el partido adversario podría aprovechar. Uno de ellos es su agenda económica de corte populista. Aunque sea bien intencionada, implica una mayor intervención del Estado y un aumento en el gasto público, mucho más profundo que las políticas implementadas por Biden durante la pandemia. Esta propuesta podría alejar a los electores indecisos, más propensos a no votar, lo que perjudicaría a los demócratas en las urnas.

Liberalismo del Medio Oeste

A diferencia de la apuesta de Trump por su compañero de fórmula, Harris optó por una figura que es absolutamente complementaria. Aunque nació en Nebraska, Tim Walz, de 60 años, ha desarrollado su carrera en Minnesota. Fue profesor de geografía, entrenador de fútbol americano, y cuenta con larga trayectoria en la Guardia Nacional, donde alcanzó el rango de sargento. A esto, se suma su éxito en la política. Fue seis veces congresista en la Cámara de Representantes y dos veces gobernador.

Al frente de Minnesota, Walz exhibió una versión propia de liberalismo en el Medio Oeste, contrapuesto a la visión de Vance. Aumentó el presupuesto en la educación, expansión del programa de comidas escolares, la creación de un sistema de licencia familiar (que entrará en vigor en los próximos años), la legalización de la marihuana, más controles en la adquisición de armas y el fortalecimiento del derecho al aborto.

Un flanco débil que podrían explotar los republicanos es la crítica que recibió como gobernador tras la muerte de George Floyd en junio de 2020, quien falleció debido a un procedimiento policial irregular.

Lo cierto es que, por ahora, goza de una gran popularidad gracias a un estilo de comunicación sencillo y atractivo para los votantes rurales del Medio Oeste. Y suma su actitud cercana, de maestro de escuela. Este perfil complementa al de Harris, a quien los republicanos suelen estigmatizar como una doctora en leyes que personifica la élite costera de California.

Tras el voto hispano

Visto los orígenes y puntos de vista de cada fórmula presidencial, aún es difícil visualizar cuál de las dos resultará más atractiva para los cerca de 36 millones de hispanos habilitados para votar.

De lo observado en la campaña hasta el momento, parece que los demócratas están haciendo un mayor esfuerzo que los republicanos para atraer a estos votantes. El Partido Demócrata ha tomado la delantera en publicidad en español, además de establecer un canal de comunicación por WhatsApp. Esto tiene sentido, ya que es la opción que más necesita movilizar a los electores hacia las urnas.

En las elecciones de 2020, Biden captó el 59% de los sufragios de origen latino, con una participación de solo 16,5 millones, menos de la mitad de quienes estaban en condiciones de votar.

Los atributos de Harris pueden resultar más atractivos para los hispanos, incluso en comparación con Biden. Sin embargo, también es relevante el discurso de Trump contra la inmigración ilegal. Puede atraer a la fuerza laboral hispana con papeles en regla, que teme la competencia de los indocumentados.

Gabriel Pastor

Gabriel Pastor

Miembro del Consejo de Redacción de Diálogo Político. Investigador y analista en el think tank CERES. Profesor de periodismo en la Universidad de Montevideo.

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