Autoritarismos y democracias en la evolución de la integración del órgano de derechos humanos de la ONU, un informe de CADAL y la KAS.
Analizar la integración del Consejo de Derechos Humanos implica pensar en las víctimas de gobiernos represivos violadores de las libertades fundamentales, algunos de los cuales buscan legitimarse internacionalmente presentando su candidatura a dicho organismo, cuya misión desprecian. Quienes sufren la represión en dictaduras necesitan de la solidaridad democrática internacional, del apoyo moral y de que sus verdugos sean repudiados en lugar de premiados. Además de Cuba y China, dos de los tres países con mayor cantidad de años en el CDH, una larga lista de regímenes autoritarios integraron este organismo en estos primeros quince años: Arabia Saudita, Rusia, Qatar, Gabón, Angola, Camerún, Venezuela, Baréin, Yibuti, Jordania, Mauritania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irak, Afganistán, Azerbaiyán, Burundi, Congo, Eritrea, Kazajistán, Nicaragua, República Democrática del Congo, Ruanda, Sudán, Togo, Uzbekistán y Vietnam.

del CDH según el Democracy Index de The Economist (2007-2019)
¿Por qué importa la integración del Consejo de Derechos Humanos?
Si bien los derechos humanos forman parte de la política exterior de todas las democracias, no existe una coordinación entre estas, como por ejemplo en las candidaturas al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y requiere de una decisión política de establecerla de manera categórica para hacerla efectiva en línea con el artículo 27 de la Declaración Universal sobre la Democracia: «Una democracia debe defender los principios democráticos en las relaciones internacionales. En ese sentido, las democracias deben abstenerse de toda conducta no democrática, expresar su solidaridad con los gobiernos democráticos y los actores no estatales, como son las organizaciones no gubernamentales que trabajan en favor de la democracia y los derechos humanos, y extender su solidaridad a todas las víctimas de violaciones de los derechos humanos en manos de regímenes no democráticos», según la Declaración Universal sobre la Democracia de la Unión Interparlamentaria Mundial.

Analizar la integración del Consejo implica pensar en las víctimas de violaciones de derechos humanos perpetradas por gobiernos represivos de las libertades fundamentales, algunos de los cuales buscan legitimarse internacionalmente presentando su candidatura al organismo cuya misión desprecian.