Castillo y los hechos
Como fue ampliamente documentado por la prensa, el miércoles 7 de diciembre, Pedro Castillo emitió un mensaje en el que comunicó la decisión de instaurar un gobierno de emergencia excepcional. Su decisión disolvía temporalmente el Congreso de la República de Perú y prometió convocar elecciones en el más breve plazo para un nuevo Congreso con facultades constituyentes con el fin de elaborar una nueva Constitución. Declaró la reorganización del sistema de justicia, del Poder Judicial, del Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia y del Tribunal Constitucional. Esto configuró un golpe de Estado y disparó la incertidumbre del país.
Minutos después de la delcaración de Castillo se generaron pronunciamientos de las instituciones y representantes políticos rechazando el quebrantamiento del Estado de derecho. Buena parte de los ministros de Estado presentaron su renuncia irrevocable. Antes de cumplirse dos horas, Pedro Castillo, quien emuló a Fujimori en el autogolpe de 1992, fue vacado en el cargo por la causal de permanente incapacidad moral por 101 votos (77 %) y detenido mientras se dirigía a la Embajada de México para refugiarse y evitar responsabilizarse por sus actos.

De acuerdo a lo previsto por la Constitución, asumió la presidencia Dina Boluarte Zegarra, la primera vicepresidenta. En su mensaje ante el Congreso de la República señaló que su gobierno terminaría con el periodo constitucional y concluiría en julio de 2026. Como contexto, manifestaciones sociales con violencia y lamentables muertes ocasionaron que el domingo 11 la presidenta anunciara elecciones anticipadas para el año 2024 y declarara el estado de emergencia en diversas zonas del país.
La presidenta del Perú
Dina Boluarte se convierte en estas circunstancias en la primera presidenta del Perú. En su mensaje al país convocó a un «amplio proceso de diálogo entre todas las fuerzas políticas, representadas o no en el Congreso». Planteó retomar «la agenda del crecimiento económico con inclusión social, del empleo digno, de la atención de emergencia para los sectores vulnerables, de pleno respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos y de manera impostergable, de la reforma política que nuestro país requiere urgentemente». Solicitó una tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional. Pero hay un detalle central: la presidenta no tiene apoyo parlamentario ni de los partidos políticos.

Respuesta social
Las reacciones más hostiles no vinieron del Congreso, sino de manifestaciones sociales en distintas ciudades del país, que, al momento de publicar este artículo, no han cesado. Las manifestaciones sociales son muy violentas y han cobrado la vida de ocho personas. Al bloquearse carreteras, muchas personas se quedaron varadas. Actos vandálicos han destruido propiedad privada y pública.
El miércoles 14 de diciembre se declaró el Estado de emergencia en todo el país por 30 días. La Defensoría del Pueblo ha invocado a hacer uso del derecho de protesta de manera pacífica. Las demandas de los manifestantes varían, pero en general solicitan nuevas elecciones. Como complemento se exige el cierre del Congreso, libertad para Pedro Castillo, y, en menor medida, la convocatoria a una Asamblea Constituyente. De estas propuestas, prosperaría solo la del anticipo de elecciones.
Elecciones anticipadas
En el Perú no esta previsto el anticipo de elecciones, salvo las parlamentarias anticipadas en el caso de que se disuelva el Congreso —por la denegatoria de confianza o censura a dos gabinetes—, o, si por sucesión constitucional, asumiera el presidente del Congreso. De manera que cualquier otro adelanto de elecciones requiere de una reforma constitucional. La reforma debe ser aprobada por el Congreso con mayoría absoluta y ratificada mediante referéndum. Puede omitirse el referéndum cuando el acuerdo del Congreso se obtenga en dos legislaturas ordinarias sucesivas con una votación favorable superior a los dos tercios.
Tampoco está prevista la realización de una Asamblea Constituyente, pues las modificaciones se realizan según el procedimiento descrito. Los proyectos que la proponían no alcanzaron votos para ser debatidos en el pleno y se archivaron luego del debate en la comisión. Los otros pedidos son inatendibles.
Pedro Castillo se colocó en el lugar de un gobernante autoritario y afronta el proceso penal correspondiente, al que se sumarán los casos de corrupción que presentó la fiscal de la nación en un voluminoso expediente.
El Congreso debatirá el adelanto de las elecciones. Se ha planteado la necesidad de aprobar algunas reformas políticas. Ello supone el consenso para lograr las altas mayorías que requieren las reformas constitucionales y reglas electorales, en un parlamento fragmentado y polarizado. Si bien el Congreso inició el periodo en el año 2021 con nueve grupos parlamentarios, actualmente son trece y con poca cohesión interna en buena parte de ellos.
Futuro incierto
La democracia peruana ha sido calificada como defectuosa. De acuerdo con el Barómetro de las Américas, peruanos y peruanas se muestran más insatisfechos con la democracia que la mayoría de los latinoamericanos.
El Perú ha tenido seis presidentes en seis años. Las crisis políticas se canalizaron a través de la Constitución. Por ello, el firme rechazo al golpe de Estado ha sido una respuesta institucional en defensa de la democracia. Sin embargo, existen deudas pendientes como el cierre de brechas en derechos y acceso a servicios públicos. El exceso del presidente ha demostrado que en modo alguno se puede proceder con el quiebre del orden constitucional.
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