En la reunión del presidente Luis Lacalle Pou con su par paraguayo Mario Abdo Benítez, el pasado 18 de febrero, volvió a estar sobre la mesa la actualidad y futuro del Mercosur. ¿Se encamina el bloque hacia una flexibilización?
La política exterior de Luis Lacalle Pou, que en pocos días va a cumplir su primer año de gobierno, es quizás una de las áreas con mayor potencial de crecimiento de su mandato. En la complejidad que suscita un gobierno de coalición, el Ministerio de Relaciones Exteriores fue encomendado al Partido Colorado, y este designó como canciller a Ernesto Talvi, su candidato más votado y candidato a presidente.
Tras apenas 4 meses en el cargo, Talvi renunció el 1 de julio de 2020. Su traumática salida supuso para el Partido Colorado resignar el Ministerio de Relaciones Exteriores, ya que su reemplazante, Francisco Bustillo, es una persona que responde directamente al presidente Lacalle Pou. Esto representó un punto de inflexión en la política exterior del país, derivando en un involucramiento creciente del presidente de la República en temas de política exterior, que puede verse reflejado en la serie de reuniones bilaterales que el mandatario mantuvo con sus pares regionales en este último tiempo.
Con la visita del presidente de Paraguay a Punta del Este el pasado jueves 18 de febrero, Lacalle Pou logró reuniones bilaterales con todos los presidentes del Mercosur. El primer encuentro fue en Anchorena, el jueves de 19 de noviembre, cuando recibió al presidente argentino Alberto Fernández. Luego, el pasado 2 de febrero, en el primer viaje oficial como presidente, Lacalle Pou viajó junto a Bustillo a Brasilia. Allí se reunieron con sus pares brasileros, el presidente Jair Bolsonaro y el canciller Ernesto Araújo. Al finalizar este encuentro el presidente uruguayo fue preciso en cuanto al futuro del bloque, destacó la importancia de rever y revisar el Mercosur y manifestó que el próximo paso a tomar es pensar un mecanismo para la flexibilización. Sin embargo, sus declaraciones una vez culminada la última reunión con su par paraguayo, fueron más mesuradas. Esto probablemente se explique por una posición no tan clara de Paraguay sobre la flexibilización.
Para comprender la complejidad que supone una reforma y flexibilización del bloque es necesario tener presente las asimetrías entre los países que lo integran, así como los objetivos y el escenario en el que fue creado. La conmemoración de los 30 años del bloque parecen ser una buena oportunidad para repensar el acuerdo de integración regional. Los tiempos han cambiado y parece evidente que el Mercosur no ha avanzado y necesariamente debe adaptarse a una nueva coyuntura que le permita ser competitivo y contemplar las asimetrías entre sus miembros.
La flexibilización del Mercosur ha sido un tema recurrente en este último tiempo. Pero, ¿qué se entiende por flexibilización? La resolución 32/00 del 28 de junio del 2000, aprobada en el marco del «relanzamiento del Mercosur», establece el compromiso de los países miembros en negociar de forma conjunta acuerdos comerciales con terceros. Esto restringe a los miembros la posibilidad de negociar acuerdos preferenciales que no hayan sido negociados por el bloque, y acota de este modo posibles acuerdos bilaterales o multilaterales de los países miembros.
El acuerdo con la Unión Europea quizás sea el impulso necesario para lograr que los países miembros del Mercosur se comprometan a repensar y reestructurar el bloque. La gran pregunta es: ¿qué sucederá si finalmente no prosperan las negociaciones? El pasado jueves 18 de febrero, Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, en una conferencia de prensa en la que expuso sobre las estrategias comerciales de la Unión Europea, manifestó que la intención del bloque es continuar trabajando para ratificar el acuerdo, pero resaltó que es necesario un mayor compromiso de los países miembros del Mercosur en temas de medio ambiente y desforestación.
Lacalle Pou en varias oportunidades se ha manifestado sobre la importancia de desideologizar la política exterior del país y ha tomado la iniciativa en el bloque concretando reuniones bilaterales con todos los presidentes. El interés e iniciativa del presidente uruguayo en reformar y flexibilizar el Mercosur reside en lograr que este no sea un obstáculo para el país a la hora de negociar acuerdos comerciales con terceros.
Considerando el hecho de que la política exterior de Lacalle Pou es quizás una de las áreas de mayor potencial de crecimiento, ¿es la diplomacia presidencialista el camino para avanzar hacia una reforma en el bloque? Por otro lado, y teniendo en cuenta el rol que ha desempeñado históricamente Uruguay, las asimetrías de los miembros y los distintos intentos por reformar el bloque, ¿es Uruguay el país que debiese impulsar esta iniciativa? Sopesando estos dos postulados, ¿logrará el presidente Luis Lacalle Pou su objetivo de avanzar hacia una necesaria reforma y flexibilización del Mercosur?.