Pandemia e imagen presidencial: un año después

La pandemia expuso a los presidentes a una situación impensada. Inédita por su intensidad y alcance afecta su popularidad y la de las instituciones democráticas.
Por:
6 Abr, 2021
Foto: Shutterstock

Articulo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Ya es casi un lugar común, pero la afirmación mantiene vigencia: la pandemia lo cambió todo. La irrupción del coronavirus —la primera crisis verdaderamente planetaria, que se inició en el extremo Oriente y se expandió a lo largo de Occidente— alteró las relaciones sociales, los flujos de poder global y la actividad económica. ¿Cuál fue su impacto en la popularidad presidencial? ¿Cómo variaron las percepciones de la opinión pública a la evolución del virus? ¿Y qué incidencia están teniendo las incipientes campañas de vacunación en la imagen de los mandatarios? A un año de la emergencia del covid-19, respondemos estas preguntas a partir de un relevamiento que sistematiza la información de 610 encuestas en 17 países de América y Europa.

La pandemia expuso a los líderes políticos a una situación impensada. Debieron gestionar, desde el Estado, un momento excepcional con altas dosis de incertidumbre y con todo en juego, desde la vida de cientos de miles de personas hasta los bienes materiales de las naciones. Cuando se observa la información recolectada surge una tendencia generalizada: en lo que lleva la pandemia el covid-19 no dejó ganadores políticos. En efecto, después de un período inicial de incremento, el promedio de aprobación presidencial de los 17 países relevados muestra una caída sistemática, que aún parece no encontrar su piso.

Fuente: Elaboración propia. Para ver la tabla de datos completa haz clic aquí

Realinamientos

Los realineamientos de la opinión pública tuvieron el efecto que prevé la literatura especializada. En una primera instancia, la crisis del covid-19 disparó una subida generalizada de la imagen presidencial. Ocurrió lo que se conoce como rally around the flag effect (Mueller, 1970): ante un evento dramático e imprevisto, las sociedades tienden a buscar la protección de sus líderes políticos, que se ven relegitimados y fortalecidos. Ese fue el primer tiempo de la pandemia, entre marzo y mayo: un momento de consenso, unidad nacional y alza en la aprobación presidencial.

Sin embargo, este efecto —como indica la teoría— fue de muy corto plazo. Pasado ese instante de incertidumbre, cuando el virus empezó a ser normalizado por la ciudadanía y las restricciones en la circulación orientadas a fortalecer la situación sanitaria comenzaron a tener consecuencias gravosas en la economía, la imagen promedio de los mandatarios inició un lento pero persistente sendero de deterioro. En paralelo, las oposiciones comenzaron a cuestionar los pasos de los gobiernos y tuvieron más margen para tabicar sus avances. Así, entre abril de 2020 —en el auge de aprobación de nuestra muestra— y febrero de 2021 la popularidad promedio cayó 14 puntos porcentuales.

Diferencias entre los liderazgos latinoamericanos

Las situaciones de grandes emergencias pueden funcionar como mitos fundacionales de una gestión o convertirse en el epílogo de un liderazgo. Hay diferentes trayectorias posibles, dado que el incremento en la popularidad es condicional a la respuesta que el poder presidencial genera ante la crisis. ¿Cuáles han sido las trayectorias de los presidentes en nuestra región?

Fuente: Elaboración propia. Para ver la tabla de datos completa haz clic aquí

Si bíen todos los presidentes han sufrido mermas en la aprobación de sus gestiones desde el inicio de la pandemia, podríamos clasificarlos en tres grupos, según su trayectoria. Un primer colectivo es el de los estables negativos, esto es, presidentes que gestionaron la pandemia con bajos niveles de respaldo inicial (debajo del 20 %) aunque constantes. Es el caso de Lenin Moreno en Ecuador y Sebastián Piñera en Chile, que atravesaron la crisis sin confianza de la opinión pública y solo guarnecidos por languideciente segmento de seguidores.

Rally around the flag

Un segundo grupo presidencial sigue linealmente el efecto rally around the flag: son líderes que capitalizaron la irrupción del covid-19 en términos de opinión pública en el corto plazo y luego su imagen comenzó a desinflarse. Es el caso de Alberto Fernández (Argentina), Iván Duque (Colombia) y Martin Vizcarra (Perú). Los dos primeros se encuentran hoy con niveles de popularidad similares a los de la prepandemia. El tercero fue destituido en noviembre pasado, por motivos ajenos a la pandemia, aunque dejó la Presidencia muy por debajo de los niveles que tenía antes de la crisis sanitaria.

Por último, aparecen los estables positivos. Es el caso de Andrés Manuel López Obrador, de México, y Luis Lacalle Pou, de Uruguay, líderes que han sufrido decrecimientos leves pero que ostentan niveles de popularidad altos a un año de la crisis sanitaria, aunque no se beneficiaron directamente de la pandemia.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (Brasil), es un caso particular. En los comienzos de la pandemia fue uno de los primeros mandatarios en minimizar la crisis y vio caer rápidamente su respaldo presidencial. A partir de mitad de año, retomó su iniciativa con la carta económica, moderó sus comentarios sobre la crisis sanitaria y lanzó un paquete de apoyo económico-social de gran envergadura que le permitió retomar el apoyo público por unos meses. Pero las dos variables fueron de corto plazo. Desde comienzos de año, Brasil enfrenta una tercera ola del coronavirus que arrasó con el sistema sanitario y alerta al mundo entero. El presidente Bolsonaro, lejos de aprender de su trayectoria pasada, retomó su estilo inicial y pidió que la gente deje de «lloriquear» por el virus. Hoy tiene los niveles de respaldo público más bajos en un año.

Caída de legitimidad

Más allá de las particularidades, para los presidentes analizados la crisis sanitaria se tradujo en una eventual caída de su legitimidad. El primer momento de shock pandémico (abril-mayo), signado por la confusión, el miedo y la incertidumbre fue acompañado de la suspensión del conflicto político, tanto en América Latina como en Europa, y esto se vio materializado en la opinión pública a través del incremento de los niveles de popularidad presidencial. Aquel efecto duró poco y hoy, a un año de la crisis sanitaria más importante de la historia reciente, vemos que los mandatarios de ambas regiones sufren una caída constante en sus niveles de aprobación.

Fuente: Elaboración propia. Para ver la tabla de datos completa haz clic aquí

«La historia no se repite, pero rima», dice Mark Twain. Es de esperar que en los países latinoamericanos analizados esta tendencia se consolide. Muchos ya ingresados y otros en la puerta de la segunda ola, en un contexto de escasez de vacunas, con economías desgastadas y sociedades desencantadas, los presidentes enfrentarán meses en los cuales probablemente deberán administrar malas noticias. Todo esto sin «agruparse atrás de la bandera», ya que el viento de cola inicial no sopla como antes y las turbulencias por delante son cada vez mayores.

Daniela Barbieri, Javier Cachés y Augusto Reina

Daniela Barbieri. Socióloga (Universidad de Buenos Aires, UBA). Magíster en Comunicación Política (George Washington University). Docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Consultora política, investigadora y profesora universitaria (UBA) ~|||~ Javier Cachés. Politólogo (Universidad de Buenos Aires, UBA – Universidad Di Tella, Argentina). Consultor político. Docente de la Carrera de Ciencia Política de la UBA ~|||~ Augusto Reina. Politólogo (Universidad del Salvador, Argentina. Consultor político. Presidente de la Asociación Argentina de Consultores Políticos (ASACOP)

Descarga nuestra APP
EDICIÓN ESPECIALClaves para entender a China

0 comentarios