Chile y el desafío medioambiental: un imperativo ético

Chile y el desafío medioambiental: un imperativo ético

En noviembre de 2019 se realizará en Chile la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25). El

Lectura: 4 min.
Chile y el desafío medioambiental: un imperativo ético
Compartir
Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

En noviembre de 2019 se realizará en Chile la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25). El cuidado del medioambiente es un imperativo ético que compromete a todos.

La encíclica papal Laudato Si, del año 2015, nos invita a preocuparnos seriamente del cuidado de la casa común, nuestro planeta. El avance notable de las externalidades negativas de la producción, sumado al cambio climático, ha generado deterioros que son considerados por los científicos como irreversibles para el ecosistema y nuestra convivencia con nuestro entorno. El papa Francisco hace un llamado al trabajo colaborativo y sustentable, no tan solo de los Estados, sino también de los privados y, desde luego, de cada una de las personas. Es aquí donde la ética de la responsabilidad con las generaciones futuras y la vida humana se vuelve un tema central del debate.

Chile, a fines de este año, organiza y preside la COP25 que viene a consolidar el trabajo realizado en Katowice, Polonia (COP24). La conferencia de las partes firmantes del Acuerdo Marco sobre Cambio Climático es el foro internacional dedicado al medioambiente que tiene mayor relevancia en la gobernanza mundial respecto a esta problemática. Es una instancia de dialogo y debate entre los Estados miembros, en donde se discuten las principales agendas y diseño de políticas que buscan mitigar los efectos del calentamiento global.

Luego de la Conferencia de París en 2015 (COP21), donde los países se comprometieron a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a combatir el aumento de temperatura del planeta, se ha llegado a la conclusión de que faltan más actores en la mesa de las soluciones, en tanto el problema medioambiental es del tipo suma cero.

En teoría de juegos existe la categoría de juegos no cooperativos, en que la ganancia o la pérdida de los participantes se equilibra con exactitud con la pérdida o ganancia de otros participantes. Si tuviésemos que llevar este tipo de juego al escenario del cambio climático, nos daríamos cuenta de que existen dos opciones polares y antagónicas, a saber: 1. todos los actores involucrados tienden a cooperar para salvar el planeta; o 2. no cooperan y el planeta se destruye y, por consiguiente, la especie humana.

Con base en lo anterior, se hace imperativo que los Estados cooperen. La agenda medioambiental, en el estado actual del problema, es fundamentalmente multinivel y global. No es suficiente el trabajo aislado de cada uno de los agentes contaminantes ni tampoco la cooperación de algunos. La lógica cooperativa que se encuentra detrás del calentamiento global hace que entidades públicas, entidades privadas y de la sociedad civil (eje horizontal) estén alineadas en un proyecto global y una agenda donde tanto los países desarrollados (norte) como los subdesarrollados y en camino al desarrollo (sur) (eje vertical), sean los promotores del cambio.

En Chile se ha ido avanzando, de acuerdo con el desafío de la COP25. El país se encuentra en la fase de diseño de la ley marco de cambio climático, la cual contempla una etapa de participación ciudadana que está en curso. La norma tiene como objetivo transitar hacia un desarrollo productivo bajo en emisiones de gases contaminantes hasta alcanzar la neutralidad de estas, aumentando la resiliencia y dando cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el Estado. La fecha límite establecida para conseguirlo es el año 2050.

De esta forma se instala un imperativo ético. El cuidado del medioambiente es una tarea que nos compromete a todos, en lógicas horizontales y verticales, como fue descrito. Chile ha tomado el desafío y esperamos que los países de la región se sumen a la revolución de nuestras conductas respecto a nuestra convivencia con el planeta.

 

Joaquín Orellana Calderón

Joaquín Orellana Calderón

Consultor en comunicación política. Investigador del Centro de Democracia y Comunidad. Analista en política y asuntos internacionales (Universidad de Santiago de Chile). Máster en Ciencia Política (Universidad de Chile). Subsecretario Nacional de la Juventud Demócrata Cristiana de Chile

newsletter_logo

Únete a nuestro newsletter