La autoimagen feminista de Angela Merkel 

La autoimagen feminista de Angela Merkel 

La excanciller alemana fue modelo para mujeres de todo el mundo y demostró que pueden alcanzar los más altos cargos del poder político. Pero, ¿mantuvo una postura feminista?

Por: Kristin Langguth5 Abr, 2025
Lectura: 5 min.
La autoimagen feminista de Angela Merkel 
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Angela Merkel fue la primera mujer en ocupar la Cancillería de Alemania, entre 2005 y 2021. Desempeñó un papel destacado en la política europea y global en sus 16 años de mandato. Durante mucho tiempo, fue considerada la mujer más poderosa del mundo. Su gestión fue en la crisis del euro y la crisis migratoria. Sin embargo, no fue hasta los últimos años de su mandato que se declaró abiertamente feminista. ¿Cómo se configuraba realmente su autoimagen feminista? 

Distancia inicial con el término feminismo

La relación de Merkel con el feminismo fue ambivalente durante mucho tiempo, tanto en su retórica como en sus decisiones políticas. En una conversación con la actriz y activista Emma Watson en 2017, respondió con cautela si se consideraba feminista, evitando una afirmación clara. Más tarde, explicó que asociaba el término con figuras como Alice Schwarzer o las pioneras del sufragio femenino y que no quería equiparar su trayectoria con su compromiso de toda una vida. Solo en 2021, durante un evento de Women20, declaró finalmente: “Sí, soy feminista”.

En sus memorias, publicadas en noviembre de 2024, Libertad. Recuerdos 1954–2021, observa su desarrollo personal y político. Reflexiona también sobre su relación con el feminismo. Durante años evitó definirse como feminista, argumentando con pragmatismo y priorizando la política práctica sobre los debates ideológicos. Un ejemplo de ello fue su rechazo inicial, con razones, a una cuota obligatoria de mujeres. Se adhirió a esta propuesta más tarde. En este caso, Merkel enfatizaba que las mujeres deberían ascender por méritos y no por cuotas. Lo veía como la única solución pragmática. Parecía que no quería enfrentar la realidad de que las mujeres no tienen las mismas posibilidades.

Visión personal y política

Cabe destacar que, durante su gobierno, el término “feminismo” seguía siendo polémico en sectores del partido conservador y de la sociedad alemana. Aún hoy, se asocia a menudo con exigencias radicales que cuestionan valores tradicionales. Esto genera resistencia entre votantes conservadores. Merkel era consciente de que un discurso abiertamente feminista podía considerarse una amenaza para esos sectores y acarrearle costes políticos.

Otro factor clave es su origen: su juventud en Alemania del Este moldeó su percepción de la igualdad. Allí, el trabajo femenino y la independencia monetaria del marido era lo normal. Esto pudo llevarla a ver la igualdad como algo dado, sin necesidad de exponer una postura feminista. También, porque las mujeres fueron reincorporadas al trabajo remunerado muy rápidamente después del parto. Esta influencia podría explicar su distancia inicial con el discurso feminista occidental.

Políticas de género durante su mandato

Un verdadero compromiso con la igualdad no se mide solo con palabras, sino en políticas concretas. En ese sentido, algunas de sus medidas pueden interpretarse como avances hacia la igualdad de género.

La introducción de una cuota de mujeres en la CDU en 2015 aseguró un porcentaje mínimo de mujeres en ciertos órganos. Sin embargo, este paso fue, más bien, el resultado de discusiones largas y negociaciones de coalición con el SPD en este momento. No debido a su convicción personal. Además, promovió programas para fomentar la participación femenina en las áreas tradicionalmente dominadas por hombres: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. A nivel internacional, Merkel apoyó iniciativas del G7 orientadas al empoderamiento económico de las mujeres.

No obstante, también hubo carencias. La brecha salarial entre hombres y mujeres apenas se redujo durante su mandato. Leyes en este ámbito, como la de transparencia salarial de 2017, tuvieron un efecto limitado. Tampoco impulsó una reforma profunda del sistema de desgravación fiscal por cónyuge, la Ehegattensplitting, que refuerza los roles tradicionales. Tampoco presionó lo suficiente por medidas que favorecieran la conciliación laboral y familiar, como una cobertura total de plazas de guardería o modelos laborales más flexibles.

Liderazgo sin estilo feminista explícito

La postura feminista de Merkel es ambigua. Por un lado, su liderazgo y éxito personal inspiró a muchas mujeres a aspirar a cargos de responsabilidad. Por otro, evitó durante años comprometerse con el feminismo de manera activa, lo que impidió abordar con profundidad algunas desigualdades estructurales. 

En retrospectiva, Merkel podría haber tomado decisiones más contundentes para consolidar una imagen feminista. A diferencia de líderes como Hillary Clinton, evitó centrar su discurso político en los derechos de las mujeres o la igualdad. Si bien promovió a mujeres dentro de su partido —como Annegret Kramp-Karrenbauer o Ursula von der Leyen—, no construyó una red de apoyo femenino sólida capaz de dejar un legado duradero. Dentro de la CDU, su legado feminista es discreto. En la actualidad, durante las negociaciones de coalición, el grupo femenino de la bancada CDU/CSU exigió que la mitad de los cargos del Bundestag y del gobierno se asignaran a mujeres. Sin embargo, solo el 27 % de las personas en los grupos de trabajo del CDU son mujeres, frente al 49% en el SPD. 

Al final, fue Friedrich Merz quien decidió que hasta 2029 se aplicará una cuota de mujeres progresiva del 50%. No se puede afirmar que Angela Merkel se hubiera comprometido especialmente con esta causa. 

En sus memorias, Merkel reconoce que, con el tiempo, comprendió mejor la necesidad de medidas proactivas para lograr la igualdad de género. Su feminismo parece, así, más un reconocimiento tardío que una convicción de siempre. Aun así, su cancillería marcó un hito: sigue siendo un modelo para mujeres de todo el mundo y demostró que las mujeres pueden alcanzar los más altos cargos del poder político. A través de su presencia y su estilo de liderazgo, contribuyó a cuestionar los roles de género tradicionales y a allanar el camino para las futuras generaciones de mujeres en la política.

Kristin Langguth

Kristin Langguth

Representante adjunta del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina, con sede en Montevideo, Uruguay.

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