Machismo y populismo en la política centroamericana

Machismo y populismo en la política centroamericana

En un continente con creciente violencia cabe preguntarse sobre la relación entre la exaltación de los masculino y el populismo.

Machismo y populismo en la política centroamericana
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Los presidentes de El Salvador, Nayib Bukele, y Costa Rica, Rodrigo Chaves, han llamado la atención de periodistas y académicos por su flagrante empleo de la comunicación populista. Al mismo tiempo, ambos han recurrido a performances de masculinidades hegemónicas desde el inicio de sus carreras políticas. En este ensayo, nos preguntamos: ¿cómo convergen el machismo y el populismo en la política centroamericana? Nuestro argumento es que entender la política centroamericana contemporánea exige precisamente enfocarse en la interacción entre estos dos elementos.

Tanto Bukele como Chaves fueron acusados de actos de violencia contra mujeres previo a ser candidatos presidenciales. En septiembre de 2017, Bukele fue denunciado por la exsíndica Xochitl Marchelli, quien alegó que el entonces alcalde de San Salvador la llamó «bruja» y le arrojó una manzana durante una sesión del concejo municipal. Fue hasta marzo de 2019, pasadas las elecciones presidenciales, que un tribunal de violencia machista absolvió a Bukele.

Denuncias y respuestas

Por otra parte, Chaves recibió denuncias de acoso sexual durante su función en el Banco Mundial. Las acusaciones incluían «conductas indeseadas de carácter sexual» tales como sugerencias de realizar orgías con seis especies de animales distintos e intentos de besos. En 2019, Chaves fue sancionado por «conducta inapropiada». Esto incluyó un descenso a un puesto no gerencial y la inelegibilidad para una promoción o un aumento salarial durante tres años. Renunció dos días después, pero las víctimas de igual manera elevaron el caso a un tribunal administrativo. Este encontró que las conductas de Chaves eran propias del acoso sexual y que había sido un fallo de la institución no clasificarlas como tal desde el principio.

A pesar de las similitudes en las acusaciones en su contra, como candidatos optaron por estrategias contrastantes en relación con este tema durante sus campañas electorales. Bukele omitió hablar de esta situación casi por completo en plataformas digitales. Su discurso populista se enfocó más bien en denunciar a «los mismos de siempre», en alusión a los partidos tradicionales de El Salvador. De hecho, un 43 % de sus publicaciones de Facebook durante este periodo invocaron a sus antagonistas preferidos mediante la clásica dicotomía de ellos vs. nosotros.

Además de esto, Bukele no hizo alusión a temas de género durante su campaña, tales como el aborto o el matrimonio igualitario. Estos habían sido centrales en elecciones presidenciales recientes en gran parte de América Latina. Ya electo presidente, Bukele aclaró su postura sobre el tema del aborto en una entrevista con el cantante Residente: «No estoy a favor del aborto. Nos daremos cuenta de que es un gran genocidio». En casos de violación, afirmó que no tenía sentido «castigar al inocente» pero que «a los violadores deberíamos colgarlos».

¿Género como tema electoral?

En contraste, el género sí fue un tema central en el discurso electoral de Rodrigo Chaves en Costa Rica. Desde el principio de la campaña, en 2021, convocó a conferencias de prensa para intentar «desmentir» la cobertura que se le dio a la sentencia en su contra. La clasificó como un «circo mediático» y esto dio paso a una de sus frases más distintivas de su campaña: «la prensa canalla». Chaves eligió así a su «enemigo» electoral.

Cuando el periódico La Nación reportó los acontecimientos del Banco Mundial, Chaves lo catalogó como «el peor periodismo que uno se puede imaginar». Constantemente reiteró que la cobertura negativa era parte de un complot para evitar su inminente ascenso al poder. Además aseguró ser el único candidato capaz de «acabar con la fiesta» de la prensa. Afirmó que los medios estaban claramente controlados por las élites del país. A lo largo de la campaña, su discurso evolucionó hasta proclamar que los medios de comunicación del país tenían «más poder que algunos diputados» y que eran capaces de «quitar y poner presidentes». Del total de sus publicaciones en Facebook durante el periodo de campaña, una de cada cinco contenía ataques a los medios. (En contraste, solo un 5 % de las publicaciones de Bukele tenían ese propósito.

La igualdad en el discurso

Chaves interpretó la igualdad de género desde ese imaginario populista. Por ejemplo, afirmó durante la campaña: «Jamás imaginé que mis contrincantes iban a ser capaces de usar algo tan noble como la imagen de la mujer y la lucha por la igualdad de las mujeres con fines politiqueros» y «La igualdad de género es hoy en día uno de los valores más importantes de las sociedades y donde todos los tipos de agresión se deben denunciar y se les da el manejo adecuado». En otra ocasión, publicó un video en el que afirmó: «Mujeres de Costa Rica, tenemos un compromiso firme para darles más oportunidades, más igualdad y más paridad».

Durante un debate electoral, Chaves reafirmó su oposición al aborto y prometió proteger «la vida desde la concepción». Una vez electo presidente, propuso cambios en la norma técnica del aborto terapéutico que hicieron del consentimiento conyugal un requisito para que una mujer embarazada pudiera abortar aun cuando su vida corriera riesgo.

Proteger la vida

El género es poco estudiado como una variable del populismo, en buena medida porque las mujeres son posicionadas como una parte intrínseca del «pueblo». Sin embargo, los casos de Bukele y Chaves demuestran que el género es un factor determinante para entender la comunicación populista en Centroamérica. Aunque Bukele optó por evitar hablar explícitamente del tema, una constante de su performance presidencial ha sido presentarse como el modelo del amor romántico. Su masculinidad tradicional ha sido crucial en la construcción de su figura política populista, aunque usualmente no se refiera al tema de manera explícita.

Chaves, en cambio, hizo de las denuncias en su contra una estrategia para reforzar su imagen como opositor a las élites. Así, instrumentalizó el tema de la igualdad de género como parte de su campaña populista. Dicho de otro modo, Chaves se valió de la cobertura por las denuncias de acoso sexual en su contra para desarrollar una de sus estrategias electorales más efectivas: deslegitimar y atacar a la prensa.

En un contexto de transiciones políticas regionales, la intersección entre populismo y machismo es una clave crucial para entender la tensión entre la igualdad de género y la pérdida de derechos humanos que parecían adquiridos. Esta disputa se realiza en la arena político-electoral y trasciende al istmo centroamericano. Un análisis similar podría aplicarse a los comentarios de índole sexual y explícitamente violentos en contra de las mujeres, realizados por Trump y Bolsonaro en otras partes del continente.

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Ignacio Siles González

Ignacio Siles González

Profesor de estudios de medios y tecnología en la Escuela de Comunicación e investigador del Centro de Investigación en Comunicación (CICOM) de la Universidad de Costa Rica.

María Fernanda Salas

María Fernanda Salas

Periodista de la Universidad de Costa Rica (UCR) y asistente de investigación del Centro de Investigación (CICOM) de la UCR y de la Escuela de Periodismo de la Universidad Estatal de Michigan.

Erica Guevara

Erica Guevara

Profesora asociada de medios y política en el Departamento de Cultura y Comunicación e investigadora en el Centre d'Études des Médias, des Technologies et de l'Internationalisation (CEMTI) de la Université Paris 8 Vincennes Saint-Denis.

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