La democracia paraguaya necesita una urgente reforma electoral.

El 23 de septiembre de 2018 el partido Patria Querida concursó para ganar el récord Guinness con la línea de sábanas más grande del mundo en protesta contra las «listas sábanas» | Foto: Patria Querida
Las denominadas listas sábanas, que permiten candidaturas plurinominales para el Congreso y otros órganos legislativos departamentales y municipales, constituyen el refugio de averiadas figuras políticas que acceden a los cargos amparadas en el prestigio o buen nombre de quienes encabezan esas listas. Se trata de un sistema de listas cerradas y bloqueadas que, en la mayoría de los casos, es un mecanismo de protección e impunidad ante eventuales requerimientos judiciales.
En Paraguay ya existe un clamor popular por el desbloqueo de las listas sábanas, mas estas no son el único obstáculo que amenaza seriamente la credibilidad del proceso democrático. Las últimas elecciones nacionales han dejado un elevado margen de sospechas sobre el vigente sistema electoral por, de algún modo, alentar o proteger el fraude, cuyas redes llegaron a involucrar a las autoridades jurisdiccionales del fuero electoral que generaron la duda sobre la imparcialidad de sus decisiones.
Urge introducir una serie de transformaciones a las actuales reglas electorales. Enumeraremos algunas de ellas, comenzando, por supuesto, con el desbloqueo de las listas. La sustitución de papeletas, urnas y actas manuales por un sistema de voto electrónico, con expedición de impresos pasibles de auditoría, con las actas informatizadas dispuestas para la firma de los integrantes de cada mesa electoral. Mejora sustancialmente el control, aunque sea posible vulnerarlas. Es una herramienta que, bien auditada, contribuye a la disminución del fraude.
La integración de las mesas electorales, que son propuestas por los partidos con representación parlamentaria, solo beneficia a las fuerzas de mayor estructura y no garantiza el debido proceso, por cuanto la mayoría de los casos de fraude se operan en las mesas y en las actas allí confeccionadas tras las elecciones. Se aconseja que, en todas las mesas del país, por lo menos un miembro de mesa resulte sorteado y ocupe un lugar como carga pública.
La financiación de la política es clave para impedir el acceso de fondos marginales que acechan a la democracia. Una propuesta aconsejable es determinar la trazabilidad del dinero invertido en campañas electorales, fundamentalmente en la previa interna partidaria.
Otras modificaciones tienen que ver con el sistema de representación proporcional. El D’Hondt vigente es de aplicación perversa, porque premia desproporcionadamente a las mayorías, en detrimento directo de la diversidad de voces de la sociedad, muchas veces postergadas por la injusta distribución de las bancas en disputa.
Sin estos cambios, y otros que se requieran, se arriesga la consolidación de la democracia paraguaya, en especial, la legitimidad de origen de quienes resulten electos en procesos viciados, que le restan credibilidad a las instituciones. Sin este soporte republicano básico, los caminos del desarrollo social y económico del Paraguay sostenido y equilibrado pueden entorpecerse por la incomprensión de coyunturales intereses sectoriales.