Cristina Tardáguila: “Estamos viendo una rusificación de Estados Unidos”sobre la desinformación

Cristina Tardáguila: “Estamos viendo una rusificación de Estados Unidos”sobre la desinformación

La periodista plantea que la instrumentalización política de la mentira se utiliza para para “manipular” a la ciudadanía y que Rusia ejerce esta influencia en América Latina.

Por: Ana María Saavedra5 May, 2025
Lectura: 9 min.
Cristina Tardáguila: “Estamos viendo una rusificación de Estados Unidos”sobre la desinformación
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

El año pasado —el superaño año electoral— el Foro Económico Mundial publicó su informe de Riesgos Globales 2024, en el que indicaba que la información errónea y la desinformación eran las mayores amenazas a corto plazo para la democracia.

Cristina Tardáguila, fundadora de la Agência Lupa, el primer medio de fact-checking de Brasil, exdirectora adjunta de la Red International de Fact-Checking Network (IFCN), e investigadora para el  Digital Democracy Institute of the Americas, analiza el alcance de la desinformación en los procesos electorales y los paralelismos entre gobiernos, como los de Jair Bolsonaro y Donald Trump.

Saliste de Brasil tras los ataques de los bolsonaristas en las elecciones de 2018.  Hoy, desde Estados Unidos con el nuevo gobierno de Donald Trump, ¿qué coincidencias encuentra?

—Tanto Bolsonaro como Trump ven a la prensa como un enemigo. Los dos son antiperiodismo. Quieren boicotear nuestra materia prima de trabajo: los datos y la información. Trabajan para manipular la información y para que el periodista se sienta débil o tenga miedo. En ambos casos, también vemos, por ejemplo, bases de datos y financiación que desaparece, agresividad en las ruedas de prensa.

En lo político, quieren destruir todo y reconstruirlo de otra manera. Milei

[Javier]
va más o menos por el mismo camino; lo que existe es que el statu quo es malo y vamos por mal camino. Ellos piensan: soy el salvador y el que va a solucionarlo todo.

Diversas investigaciones en Brasil  y en EEUU  revelaron que detrás de estos personajes hay unas máquinas de desinformación y de polarización.

—Hay un libro muy bueno que se llama Los ingenieros del caos y  habla de los tecno políticos. Son este grupo que suma la tecnología a la agresividad para movilizar las masas. Y esto, con las redes sociales, son tres ingredientes de ese caos.

En su gobierno, Bolsonaro tenía un gabinete del odio. Era un grupo de personas que sabía instrumentalizar los grupos de Facebook y de WhatsApp para manipular la percepción de la gente en contra o a favor de alguna idea, de un movimiento. La desinformación es parte del pensamiento político, no es no es una herramienta que sale a veces. Es constante y es una estrategia.

Modelo de desinformación ruso

Uno de los temas que ha trabajado es la influencia rusa en las campañas de desinformación. ¿Cómo ha sido?

—Rusia históricamente usa su desinformación para romper los tejidos sociales. Hay varios ejemplos recientes, como los problemas entre EEUU y México por los temas de frontera ¿Qué hace Rusia en este momento?, viene con sus bots y con sus medios de comunicación estatales y empieza a difundir que EEUU está poniendo tropas, como si hubiera una guerra con México. El problema existe, pero Rusia agrega condimentos para que el odio se haga más grande. Y juega de los dos lados, para desestabilizar tanto México como EEUU con una mentira. En un momento, se divulgó que Andrés Manuel López Obrador también ponía tropas. Estos intentos de desestabilizar se dieron en las peleas entre Venezuela y Colombia o con el presidente Noboa de Ecuador y Maduro. Buscan que haya más odio entre el continente.

¿Qué piensa sobre la relación entre Trump y Putin?

—La gente piensa que el acercamiento de Trump a Putin por la guerra de Ucrania es un intercambio de intereses. No es que Trump está ofreciendo algo y Putin otra cosa. Es que Trump se está volviendo Putin. Está en esa lógica de sumar odio en absolutamente todo. En campaña, lo vimos con el tema de los inmigrantes haitianos en Springfield, Ohio, que supuestamente comían gatos. Ante el debate de la inmigración, ese es su discurso. Eso es lo que hace Rusia.

Rusificación de EEUU

Ahora, como presidente, ¿también han identificado desinformaciones y campañas de propaganda tipo rusa en EEUU?

—Totalmente: el caso de la pelea entre la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca y un diputado francés sobre la Estatua de la Libertad. Ese es el típico movimiento que haría Putin. ¿Por qué la Casa Blanca va a pelearse con un diputado francés que no tiene casi relevancia? El diputado habla como el defensor de la democracia, de la fraternidad y la libertad, que es el símbolo de la estatua.  Entonces, toman este caso y lo hacen gigante para enfrentar a Europa. Otra situación: Trump quiere quitarle el caso al juez que emitió la orden para impedir que enviara los venezolanos a El Salvador.  Estamos viendo una rusificación de Estados Unidos.

¿Cómo llega este modelo Putin a Latinoamérica?

—Brasil es lo que he estudiado mejor. Putin es una persona idolatrada por todos lados de la política brasileña. La extrema izquierda ama a Putin porque es antiimperialista. Hay personas como el canciller, Mauricio Viera, o Mauricio Aurelio García, fundador del Partido de los Trabajadores PT

,  para los que Putin es o era un protector del territorio en contra del yanquismo. Además, Lula y Putin se llevan bien. Lula lo invitó a Río de Janeiro ignorando la solicitud de arresto por Interpol en 2023. Por otro lado, el populismo y la extrema derecha ama Putin; antigay, es proarmas, es bélico, quiere matar a los traficantes. Toda esa lógica violenta de Putin cae muy bien a la extrema derecha brasileña. Y el centro no opina mucho, está más preocupado en estar en el poder.

Los tecno millonarios

¿Qué papel juegan los dueños de las redes sociales en el poder de la desinformación, el odio y la rusificación del mundo?

—Los tecno millonarios son el nuevo poder, algunos solo quieren más dinero, otros quieren poder político. Por ejemplo, Jeff Bezos quiere que le vaya bien Amazon, similar que los dueños de Google; es decir, no tienen la ansia de decidir sobre el planeta. Elon Musk y Mark  Zuckerberg, Tesla, X y Meta, están interesados en estar cerca del poder para poder controlar algún tipo de nivel político. Son peligrosísimos porque con tocar un botón pueden cambiar el planeta. Al alterar una coma en el algoritmo y cambian el tipo de información que tú recibes.

Ese poder lo demostró Zuckerberg con el giro que de las políticas de moderación de Meta. ¿Por qué cree que después de todas las inversiones y apoyo al proyecto contra la desinformación cambió sus posturas?

—El tipo entiende los aires y jugará conforme a ellos. Si sopla un viento fascista, pues se alineará al fascismo, si es liberal, se alineará al liberalismo. Los tecno millonarios saben ajustarse. Son empresarios, no son millonarios por nada, son inteligentes. Saben leer el contexto, lo que el poder decide y desea. Y juegan con eso. Ahora, lo que a nosotros nos toca es desarrollar una forma de escudo. ¿Cómo nos enfrentamos a la volatilidad de los tecnomillonarios, sus relaciones con el poder y sus intereses personales? ¿Cómo el planeta desarrolla esa capa de protección? Esto va desde la legislación hasta la educación, pasando por un montón de cosas. Pero va a tardar un montón.

Uno de los anuncios de Zuckerberg fue reemplazar los fact checkers por las notas comunitarias. ¿Qué tanto pueden ayudar a combatir la desinformación?

—Las notas comunitarias no funcionan basadas en lo que es verdadero y comprobable, sino en la idea de consenso. Si tú, yo y 80 personas más estamos de acuerdo con que el cielo es rosa, da igual que el cielo sea azul. El consenso es la verdad. Esto es inaceptable, el consenso generó el nazismo, el holocausto y  genera muchas cosas equivocadas. Ese es el motivo principal por el que las notas comunitarias son peligrosas y malas.

En Brasil, hice un estudio de las notas de comunitarias en portugués y solo un 8% de las notas propuestas por los editores efectivamente salen a la luz. Eso quiere decir que 92% han sido considerados inútiles o están, digamos, en el limbo esperando consenso. Las notas que salen a la luz son irrelevantes, como que Michael Jackson no ha muerto. Mientras tanto, las notas que están pendientes de aprobarse son notas que son sobre la eficacia de las vacunas. Con estas no hay consenso y  puede haber un juego de manipulación. El movimiento antivacunas está organizado dentro de notas comunitarias para impedir que esas notas salgan.

Desinformación e inteligencia artificial

El foro económico planteaba que la desinformación en el 2024, superaño electoral, era uno de los grandes riesgos para la democracia y más por la inteligencia  artificial.  ¿Qué tanto influyó en los procesos electorales y qué efecto tuvo en la democracia?

—Hay que tener muy en cuenta que  la decisión del voto se constituye por un montón de ingredientes, entre ellos la información. Ingredientes que van desde la educación, dónde vives, tu sexo, las emociones, tus intereses personales. Entonces, es muy difícil medir el impacto de la desinformación en el cambio del voto.

Pero la desinformación está presente, estará siempre. Es un juego político, eso ya es viejo y seguirá. ¿Qué es lo que tenemos? En el 2024, me asustó la posibilidad de desinformar con deepfakes, pero lo que terminó pasando me dejó más tranquila. Nosotros estábamos preparados para un 2024 lleno de IA, de que cambiaría todo. Si tú analizas todas las elecciones de 2024, no hubo ningún caso en el que las desinformaciones y la inteligencia artificial hayan sido definitivas o que hayan cambiado una elección. Ningún candidato que iba punteando una encuesta perdió por una desinformación.

¿Qué tanto se utilizó la IA en esas desinformaciones? ¿Identificaron la llegada masiva de deepfakes que se temía?

—Cuando hicimos un estudio en la API de Google, con todas las desinformaciones de 2024, el número de desinformaciones con IA no fue tanto. Ahora, ¿qué es lo que me preocupa? Creo que ese año vimos un laboratorio de los desinformadores para identificar qué funcionaba y qué no. Por ejemplo, en EEUU las imágenes de Trump y los gatos, o las imágenes de propaganda de Milei como un león. Son pruebas para ver cómo reacciona la gente. En portugués se dice el balón (tubo) de ensayo. Esto quiere decir  que vamos a tener que seguir con nuestra angustia hasta los próximos años.

Ana María Saavedra

Ana María Saavedra

Periodista colombiana. Directora de Colombiacheck. Ha trabajado como editora del diario «El País» de Cali. Becaria del programa Balboa en «El País» de España.

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