Una semana después de que Donald Trump asumiera su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, el país era noticia a nivel mundial por los 600 mil millones de dólares que perdía la empresa estadounidense Nvidia con el surgimiento de la start-up china DeepSeek.
La caída del valor de Nvidia, que arrastró a la baja al índice Nasdaq de la Bolsa de Nueva York y otras bolsas en el mundo, se produjo porque el robot conversacional de DeepSeek alcanzó una performance más veloz y con menos consumición de energía que ChatGPT, de la estadounidense OpenAI, utilizando chips de capacidades reducidas. Por lo que, Nvidia, que fabrica chips ultrapotentes y de alto costo para la industria de la IA, se derrumbó más de 17% al cierre.
Trump expresó luego, ante congresistas republicanos, que DeepSeek es una “llamada de atención” para las empresas estadounidenses y que el país debía centrase en “competir para ganar”.
Para entender el impacto geopolítico de esta nueva plataforma, conversamos con Roberta Braga, fundadora y directora ejecutiva del Instituto de Democracia Digital de las Américas, una organización sin fines de lucro dedicada a fortalecer el uso de internet para la población latina en EEUU.
Punto de giro
¿Qué cambios geopolíticos genera la aparición de DeepSeek?
—Hemos visto un cambio en la competencia entre EEUU y China, y lo que eso significa para el ritmo del desarrollo de las tecnologías IA generativas. Sorprendió a mucha gente el costo de DeepSeek. China pudo desarrollar una herramienta con menos recursos financieros y utilizando una infraestructura que ya existía. Eso significa que EEUU no es el líder garantizado del arms race de IA. Generó miedo —creo que un miedo un poco desproporcionado— que DeepSeek pueda afectar directamente la seguridad nacional de EEUU.
Esa narrativa es un poco preocupante, porque implica que las empresas tendrán que lanzar herramientas nuevas con más rapidez y menos guardrails, menos garantías. Me refiero: menos tests para garantizar que las tecnologías no ponen en riesgo derechos humanos y empeoran la discriminación digital que existe e impacta comunidades minoritarias. Crea una presión para montar una competencia.
En sus primeras dos semanas, Donald Trump eliminó las órdenes ejecutivas de la administración Biden, que proporcionaban un approach más seguro. Garantizaban, al menos, que las empresas se tomaran el tiempo suficiente para medir el impacto de la tecnología.
Estamos viendo la creación de una guerra fría entre EEUU y China sobre la transformación tecnológica. Para nuestros países, en América Latina, eso puede significar que tendrán que escoger un lado u otro. Para Brasil, por ejemplo, que tiene relaciones fuertes con ambos países, no es una opción escoger.
¿Qué pasa, entonces, con esos países? México se encuentra en una situación similar.
—Cada país reacciona de una manera diferente. Los presidentes están intentando bloquear la presión de Trump. Los países van a empezar a buscar otras asociaciones y, tal vez, volverse más amigables con China, porque no tendrán la paciencia para soportar el bullying de Trump.
Batalla de retóricas
¿Por qué es desproporcionado pensar que DeepSeek amenaza la seguridad nacional de EEUU?
—Las empresas americanas, como Chat GPT, también agregan datos de sus usuarios y los utilizan para compartir con sus asociados, para publicidad. Para el gobierno americano es muy útil poder decir que las tecnologías son peligrosas solo porque vienen de China, un gobierno comunista. Utilizarán eso para sus beneficios domésticos, para avanzar su retórica estrategia en los primeros cien días de administración.
Respecto a las políticas de privacidad, ¿uno es más seguro que el otro?
—DeepSeek adquiere datos personales; correo, número de teléfono, contraseñas, que son utilizados cuando uno se registra en la aplicación. También, históricos del chat, audio y texto, información técnica de los usuario, dirección de IP y keystroke patterns
Nueva guerra fría
La estrategia china es totalmente opuesta a la de EEUU, al prohibir la exportación de chips. DeepSeek tiene un código de modelo de lenguaje abierto, público. ¿Qué implicancias tiene esto en la batalla tecnológica?
—Entiendo que, con las limitaciones que EEUU puso en la exportación de chips para China, los chinos tuvieron que ser creativos con la innovación de IA. Limitar exportaciones de chips no impedirá que los países hagan lo posible para competir estratégicamente en el rubro tecnológico. Van a tener que ser creativos. Para esta administración, competir y liderar la transformación tecnológica es prioridad. En su segundo día en el cargo, Trump anunció una alianza entre OpenAI, Oracle y Softbank para crear Stargate, un proyecto de infraestructura de IA con una inversión de 500 mil millones de dólares.
Están invirtiendo demasiado dinero en la transformación y evolución de IA sin implementar seguridades y garantías para proteger a los usuarios. Esas empresas tienen demasiado poder para hacer con nuestros datos lo que quieran. Es el rol del gobierno asegurar que estamos protegidos. Este gobierno está disminuyendo las protecciones que ya existían, que ni siquiera eran suficientes. Me gustaría ver al Congreso priorizar estas garantías.

La soberanía de los gobiernos depende cada vez más de estas empresas de tecnología.
—Este gobierno, por ahora, se ve muy cerca de las empresas. Están trabajando directamente con los millonarios, como Elon Musk, con intereses de ganar más dinero. Al mismo tiempo, el gobierno cede mucho espacio para ellos. Están dejando que las empresas transforman el ecosistema mediático, informático. Algunos modelos empresariales no tienen en cuenta las necesidades de los individuos, de las comunidades, de las minorías.
Lo que queda por hacer
En esta guerra fría, hasta ahora los actores centrales son China y EEUU. Pero, ¿cómo queda parado Europa?
—Creo que será prioridad este año —vemos que la UE y Brasil prestan atención a eso— es la gobernanza del IA. Pero el concepto se entiende de manera diferente. Como con el caso de la desinformación, cada país tiene sus leyes y las empresas tienen jurisdicción solo en sus mundos. Mejores prácticas de gobernanza internacional, que estén todos en la misma página, requiere demasiado trabajo. Ni siquiera hemos logrado definir la gobernanza de una manera eficaz. Ese es el primer paso. La UE tiene un rol para liderar esa gobernanza, porque EEUU no lo hará. América Latina tiene una oportunidad muy buena para liderar en ese aspecto, Brasil especialmente.
La aparición de un modelo más óptimo, ¿es una oportunidad comercial y medioambiental?
—No creo que solo porque DeepSeek utilizó menos recursos la innovación de IA no vaya a costar en términos de cambio climático e impacto energético. En los próximos años vamos a ver la construcción de data centers en los países. Será una frontera nueva de impacto ambiental. No estamos hablando lo suficiente sobre eso. No creo que la gente entienda el impacto en ese sentido. Lanzado DeepSeek con menos recursos, todavía el impacto es grande. Con inversiones de 500 mil millones de dólares, necesitamos acompañar el impacto energético.