La asistencia exterior fue históricamente de las principales herramientas usadas por Estados Unidos para promover sus objetivos políticos en el mundo, especialmente en América Latina. Entre 1946 y 2022, el aporte financiero para la región fue de US$ 228 mil millones según el Congreso estadounidense. Las líneas de cooperación variaron con el tiempo. Desde la lucha contra la influencia de la Unión Soviética, en la Guerra Fría, hasta temas como la promoción de la democracia y la batalla contra el narcotráfico.
Con el regreso de Donald Trump y que “la edad dorada de EEUU comienza ahora”, llegaron nuevos enfoques. El secretario de Estado, Marco Rubio, comunicó cambios más radicales: “Tras una revisión de seis semanas, estamos cancelando oficialmente el 83% de los programas de USAID”. La institución, creada en 1961, gestionaba el 63% de la asistencia exterior con presencia en 130 países. La suspensión de la ayuda internacional estadounidense ha generado un gran impacto en diferentes países del mundo, incluyendo Colombia.
Colombia y EEUU
En los últimos 50 años, Colombia ha sido el mayor receptor de asistencia económica de EEUU en el hemisferio occidental. Y, si se analiza por sector, en el 2023 las principales áreas de financiación han sido paz y seguridad, con US$ 225.6 millones, seguido por asistencia humanitaria, con US$ 223.4 millones, según la Cámara Colombo Americana. Así, recibió anualmente US$ 440 millones de USAID para 80 programas. Por eso, la medida anunciada por EEUU alarmó al país, por el impacto que puede tener a nivel local, especialmente en los sectores mencionados.
El tema relevante es que, según el Departamento de Estado de EEUU, desde 2017 el país norteamericano ha destinado más de US$ 1.500 millones en asistencia para la implementación del Acuerdo de Paz. Es decir, han proporcionado el 42% de la ayuda exterior al respecto. Además, en 2022 el entonces secretario de Estado, Antony Blinken, ratificó su compromiso con esta apuesta. Así, se convertían en el principal acompañante internacional del Capítulo Étnico del acuerdo.
Además, en 2024 el 70.6% del total de la financiación humanitaria en el país — aproximadamente US$ 330 millones— provino de EEUU, según el Financial Tracking Service (FTS) de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Y la mayoría de estos programas fueron ejecutados por USAID.
Impacto local
Colombia es uno de los países con el conflicto armado más prolongado del mundo y las apuestas por la consolidación de la paz son constantes. En este escenario, el rol de la cooperación internacional ha sido fundamental debido a su carácter neutral y su capacidad de tejer puentes de diálogo. Por lo tanto, genera preocupación que EEUU, como el país que proporciona la mayor asistencia en este ámbito, realice estos recortes. Las afectaciones se ven reflejadas en diferentes niveles.
A nivel gubernamental, se anunciaron recortes: US$ 9.5 millones en la Agencia Nacional de Tierras (ANT), US$ 625 mil en la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) y US$ 3.5 millones en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en enero de 2025. Sin embargo, tres meses después, el Departamento de Estado ratificó que reactivaría la asistencia financiera a la JEP con la asignación de US$ 2.3 millones para la implementación del proyecto Aumentando el Impacto de la JEP con un enfoque holístico de la Justicia Transicional.

Centros de pensamiento y ONGs
Asimismo, think tanks y ONGs enfrentan desafíos. Por un lado, la Fundación Ideas para la Paz (FIP) y la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) anunciaron que deben pausar algunas iniciativas. La Pastoral Social de la Iglesia Católica reportó que nueve diócesis están en riesgo de cerrar programas en los que benefician a más de 15.000 personas.
Se suma el impacto generado por el cierre de programas específicos, como Juntanza Étnica liderado por USAID y ACDI VOCA, pues dos de sus organizaciones se vieron afectadas. La Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados tuvo que despedir a todo el personal y el Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano no recibirá la financiación de US$ 170 mil que había acordado con USAID para ejecutar programas de paz y reconciliación. También se lamenta el cierre del programa Jóvenes Resilientes que ofrecía oportunidades a la población juvenil en riesgo de reclutamiento y que logró la desmovilización de 200 jóvenes vinculados a grupos delincuenciales en Quibdó.

Búsqueda por la paz continúa
La asistencia financiera de EEUU para la consolidación de la paz en Colombia ha sido muy significativa. Sin duda, los recortes anunciados en el 2025 tienen efectos negativos en el país. Sin embargo, la apuesta por la paz en Colombia no depende exclusivamente de esta financiación. Por ejemplo, el funcionamiento de instituciones estatales, como la JEP, la UBPD y la ANT, se basan en los recursos de la nación. Y sólo en 2024 se aprobó en el Congreso un presupuesto de COP $50.4 billones para la implementación del Acuerdo Final hasta el 2027.
Existen múltiples cooperantes internacionales que han aportado a la construcción de paz en el país. Ya sea por medio de asistencia colectiva —como el Fondo Colombia en Paz, el Fondo Europeo para la Paz y el Fondo Multidonante de la ONU para la Paz en Colombia— o de manera independiente, por medio de embajadas o agencias de cooperación. Se destacan países como Suecia, Alemania, Canadá, Irlanda, España y Reino Unido.
Es lamentable la suspensión de ayuda internacional por parte de EEUU, especialmente para los objetivos de la paz. Pero la búsqueda por la paz en el país persiste.