La derrota del gobierno de Gabriel Boric

La mayoría de los chilenos ven el experimento político del gobierno de izquierda de Boric como un fracaso. En consecuencia, la elección del Consejo Constitucional se zanjó con un rotundo corrimiento a la derecha. ¿Cuáles son los riesgos?
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11 May, 2023
Chile vota | Foto: shutterstock_1567999891

Articulo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Plebiscito y Asamblea Constituyente

En octubre de 2019, durante el gobierno del liberal-conservador Sebastián Piñera, en lo que entonces se consideraba un país económica y políticamente estable, se dieron manifestaciones en algunas ocasiones violentos, el llamado estallido social. Las demandas de más justicia social y las críticas a la élite política se hicieron más fuertes. La relativa calma recién volvió cuando el gobierno respondió al pedido de reformas sociales y una nueva constitución. La actual se remonta a los días de la dictadura militar de Augusto Pinochet.

En un primer referéndum, en octubre de 2020, casi el 80 % de la población chilena votó por la elaboración de una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente. Sus integrantes fueron elegidos directamente por el pueblo en mayo de 2021 y se les otorgó un plazo de un año para redactar una nueva Constitución.

Sin embargo, lo que comenzó con grandes expectativas resultó más difícil de lo esperado, y en los meses siguientes el apoyo de los chilenos al proceso constituyente decayó en forma continua. En retrospectiva, se puede decir que la Constitución propuesta tenía fallas desde el principio y que intentaba cimentar una determinada visión política del mundo en vez de encaminar las reformas tan importantes para el país.

En particular, puntos como la abolición del Senado, la restricción de los derechos del Tribunal Constitucional y la ponderación desproporcionada de los votos de la población indígena provocaron resistencia en la mayoría de los chilenos. También se criticó la falta de experiencia política de los miembros electos de la Asamblea Constituyente.

El segundo plebiscito

En julio de 2022, finalmente se aprobó el proyecto de Constitución, que tardó un año en redactarse, y en septiembre del mismo año se llevó a cabo un referéndum en el que el 62 % de los chilenos votaron en contra del nuevo sistema de reglas.

Luego de una ardua lucha, los representantes del gobierno y de la oposición, con base en una ley aprobada por el Parlamento en enero de 2023, decidieron un nuevo proceso constitucional con la participación del Congreso. A diferencia del primer proceso, esta vez se encargó la redacción a una comisión de expertos, ya que, después de todo, una de las críticas a la anterior convención constituyente había sido la falta de experiencia de sus integrantes en las áreas de política y derecho constitucional.

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La Comisión de Expertos quedó conformada por 12 mujeres y 12 hombres, entre los cuales 21 son juristas. Estos fueron seleccionados por los partidos políticos y confirmados por el Congreso y el Senado, con algunas críticas públicas de que los criterios de selección no habían sido transparentes. La comisión comenzó a trabajar en marzo de este año y tiene plazo hasta el 6 de junio para redactar un primer borrador de la Constitución, que se presentará al Consejo Constitucional para su revisión y aprobación una vez que esté completo.

Los elegidos

Justamente, este Consejo Constitucional fue elegido el 7 de mayo en elección obligatoria para todos los chilenos. Al igual que la Comisión de Expertos, comprende 50 miembros con representación paritaria de hombres y mujeres. Además, hay un escaño adicional para uno de los candidatos indígenas.

A diferencia de las elecciones de mayo de 2021, el pasado domingo los ciudadanos no debían votar por el candidato de un distrito electoral, sino por el de la región en la que residen —de modo similar a las elecciones al Senado—. De esta forma, la Región Metropolitana de Santiago tendrá cinco puestos en el Consejo Constitucional. Además, los candidatos están unidos en alianzas electorales que constituyen un total de cinco listas: Partido de la Gente, Todo por Chile, Partido Republicano de Chile, Unidad para Chile y Chile Seguro.

La tarea del Consejo Constitucional es discutir y votar el proyecto de la Comisión de Expertos, para lo cual tiene cinco meses.

El tercer órgano en el proceso constitucional es un Comité Judicial, cuya tarea es revisar el borrador completo. Luego, la población decidirá nuevamente en diciembre de 2023 a favor o en contra de la ley básica recién redactada.

Falta de interés

Llama la atención que el interés por el proceso constituyente haya decaído. Como lo expresó la periodista Ana María Sanhueza: los chilenos le han dado la espalda al segundo proceso constituyente. Según la encuesta Pulso Ciudadano de abril de este año, casi el 48 % de la población tiene poco o ningún interés; 22,3 % moderadamente y solo 29 % mucho interés por el actual proceso constitucional. Las razones son múltiples: por un lado, reina cierto cansancio constitucional, que se remonta al mal desarrollo del último proceso, en el que inicialmente la población había puesto grandes esperanzas. Por otro lado, la gente actualmente está ocupada con otros problemas, especialmente el aumento de la tasa de criminalidad en el país. Cuestiones como la migración irregular, el impacto económico de la pandemia y la guerra en Ucrania también juegan un papel que no debe subestimarse.

En este contexto, es significativo que los candidatos al Consejo Constitucional hayan centrado mayoritariamente sus discursos en el tema de la seguridad. A diferencia del proceso constitucional anterior, en el que la educación, las pensiones y la salud eran el foco, hubo un cambio de tema. En 2021, muchos ciudadanos sintieron que la desigualdad social era el principal problema del país, pero ahora es la delincuencia y la consiguiente falta de seguridad. En este sentido, la nueva Constitución pierde importancia, ya que no da una respuesta directa a los problemas que más preocupan actualmente a los chilenos.

Resultado electoral y su significado político

El derechista Partido Republicano es el claro ganador con el 35,42 % de los votos emitidos y 23 representantes electos en la Asamblea Constituyente. En casi todas las regiones del país, el partido liderado por el ex candidato presidencial José Antonio Kast emergió como claro ganador. Todos los otros partidos y alianzas participantes quedaron como perdedores.

La alianza de centroderecha Chile Seguro, integrada por los partidos tradicionales Renovación Nacional (RN), Unión Demócrata Independiente (UDI) y el liberal Evópoli, quedó muy por debajo de las expectativas y obtuvo solo el 21,07 % de los votos (11 escaños). También es decepcionante el resultado de la alianza de gobierno de izquierda Unidad para Chile, que recibió solo el 28,57 % de los votos (16 escaños) y, por lo tanto, tuvo un desempeño incluso peor que en el referéndum de septiembre de 2022.

Particularmente grave es el resultado de la alianza electoral Todo por Chile, liderada por el Partido Demócrata Cristiano (PDC). No obtuvo ninguno de los cinco escaños esperados, a pesar de haber presentado candidatos destacados, conocidos a nivel nacional y con experiencia, como Carmen Frei y Andrés Zaldívar. El resultado significa otra amarga derrota para la Democracia Cristiana chilena. El partido rico en tradición ha perdido su orientación política en los últimos años y se hunde cada vez más en la insignificancia política.

Papel crucial

Con este resultado, el Partido Republicano jugará un papel crucial y decisivo en la redacción de la nueva Constitución. Con 23 representantes en el Consejo Constitucional, el partido derechista puede bloquear cualquier iniciativa de otros partidos. Se requiere una mayoría de dos quintos para rechazar las iniciativas constitucionales. Por ello, la capacidad de trabajo de la nueva Asamblea Constituyente depende en gran medida de la voluntad de los representantes del Partido Republicano de responder a las propuestas constitucionales de los demás partidos (en especial, de la alianza de centroderecha Chile Seguro) y de hacer acuerdos.

En esta constelación, el Partido Republicano y Chile Seguro lograrían la mayoría de tres quintos necesaria para la aprobación de la nueva Constitución. Sin embargo, hasta ahora, los republicanos no han mostrado esta voluntad de acuerdo. Habrá que esperar, por lo tanto, que el Partido Republicano sea capaz de asumir responsabilidades y distanciarse de las posiciones políticas extremas.

Ocaso del centro político

El principal perdedor de las elecciones es claramente el centro político. Ningún candidato de los democratacristianos fue elegido para el Consejo Constitucional, y los socialdemócratas solo lograron seis candidatos dentro de la alianza gobernante de izquierda Unidad para Chile. Los once representantes restantes de la Alianza de Izquierda representan a los partidos de izquierda radical de dicha alianza. Como resultado, la polarización política en Chile se agudiza significativamente. En este sentido, llama la atención que más del 20 % de los chilenos invalidaron su voto o votaron en blanco. Esto significa que una gran parte de los votantes de centro no se sintieron representados por ninguna fuerza política.

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Los nuevos movimientos políticos que se formaron en gran medida a partir de desafiliaciones de la Democracia Cristiana (como Amarillos por Chile o Demócratas) aún no tienen el estatus de partido político y, por lo tanto, no pudieron presentarse a las elecciones. También se aprecia una pérdida de influencia entre los partidos de derecha moderada. Renovación Nacional (RN), Unión Demócrata Independiente (UDI) y Evópoli han sido hasta ahora considerados los principales representantes de las posiciones liberal-conservadoras. Este rol será asumido, al menos temporalmente, por el Partido Republicano durante la convención constituyente.

Conclusiones

En forma análoga al referéndum de septiembre de 2022, la elección del 7 de mayo fue claramente una elección de protesta. El gobierno de Boric fue castigado políticamente con un resultado aún peor que el del referéndum del 4 de septiembre de 2022. Según las últimas encuestas, el descontento de los chilenos con el gobierno de Boric ronda el 65 %.

El aumento de la delincuencia, el empeoramiento de la inflación y la ambivalencia del gobierno a la hora de impulsar las reformas necesarias en las políticas de salud y pensiones provocan un creciente rechazo. La mayoría de los chilenos ven el experimento político del gobierno de izquierda de Boric como un fracaso y buscan una alternativa que localizan en el otro extremo (derecha) del espectro político.

En este sentido, sería deseable que los representantes electos del Partido Republicano con responsabilidad conviertan la victoria electoral en voluntad de compromiso y consenso, busquen el diálogo con los representantes moderados de la alianza liberal-conservadora Chile Seguro y de esa forma logren conjuntamente elaborar una Constitución moderna y acorde a los tiempos que corren.

Si el Partido Republicano se apega a consignas y propuestas populistas, existe el riesgo de que el referéndum del 17 de diciembre de 2023, cuando los chilenos vuelvan a votar la nueva Constitución, sea nuevamente rechazado. Las consecuencias para la gobernabilidad del país otrora considerado un modelo de democracia en América Latina (durante el gobierno de la Concertación de Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y el primer gobierno de Michelle Bachelet) serían devastadoras.

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Olaf Jacob

Representante de la Fundación Konrad Adenauer en Chile

Caroline Erdmannsdörffer

Licenciada en comunicación internacional y traducción por la Universität Hildesheim . Master in north and latin american atudies por la Universität Passau. Coordinadora de Proyectos en Fundación Konrad Adenauer Chile

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EDICIÓN ESPECIALClaves para entender a China

3 Comentarios

  1. Excelente síntesis de la actualidad política en Chile

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  2. Que espaldarazo a Boric y en tan poco tiempo ,un 65% en contra es mucho.

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  3. me gusta la objetividad del analisis

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