Luna de miel: los primeros cien días de nueve presidentes americanos

Luna de miel: los primeros cien días de nueve presidentes americanos

La atmósfera de confrontación afectó la percepción pública de los primeros pasos de los gobiernos, complicando la tradicional “luna de miel” presidencial. Muchos enfrentaron desafíos para ganar la aprobación popular necesaria para sus políticas ambiciosas.

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Luna de miel: los primeros cien días de nueve presidentes americanos
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Se dice que el momento más esperado por aquellos que están por pasar por el registro civil a dar el sí es, sin dudas, la luna de miel. La bibliografía suele decir que con los presidentes recién asumidos ocurre un fenómeno similar. Aún sin viajes ni vacaciones, los mandatarios suelen gozar de unos cien días, según se estipula para poner un número redondo, con simpatía y paciencia de la sociedad que redunda en un alto apoyo popular inicial. 

Pero, ¿en América sigue siendo tan alta la aprobación presidencial al comienzo de los ciclos? ¿Qué factores influyen en el tan delicado balance entre fervor inicial y la exigencia de resultados? 

Todas esas preguntas nos guiaron para encontrar regularidades, tendencias y novedades en las luna de miel de nueve presidentes americanos, algunos con mandato vigente y otros ya no más. Relevamos más de 123 encuestas que registraron los valores de aprobación presidencial de Javier Milei (Argentina), Joe Biden (Estados Unidos), Gustavo Petro (Colombia), Lula da Silva (Brasil), Gabriel Boric (Chile), Pedro Castillo (Perú), Andrés Manuel López Obrador (México), Luis Lacalle Pou (Uruguay) y Guillermo Lasso (Ecuador).  Los seleccionados son casos donde pudimos recabar, al menos, 5 estudios de opinión pública (1 cada 20 días). Un desarrollo más amplio de este estudio puede encontrarse acá.

Electorado más crítico

Contrario a épocas pasadas donde las aprobaciones iniciales solían superar el 70%, hoy muchos presidentes en América empiezan con un apoyo cercano al 50%. La nueva norma parece ser una aprobación moderada al inicio. Este cambio refleja un electorado más crítico y menos paciente. Las lunas de miel ya no son garantía de apoyo continuo, y los presidentes deben trabajar arduamente desde el día uno. La política está evolucionando, y con ella, las expectativas de sus ciudadanos. Desde luego, siempre algunos líderes logran romper el molde (Lasso, AMLO y Lacalle Pou).

Otro rasgo de la epoca es la extrema polarización política que talla las realidades de estos paises. En gran parte, sucede por haber asumido la presidencia en la instancia de balotaje (salvo el caso de Estados Unidos). Aquel panorama complejiza las promesas refundacionales que se usaron en campaña, porque es una tarea (casi) imposible lograr una reestructuración del Estado y la economía sin un consenso profundo para su implementación.

Carreras políticas

Un segundo hallazgo se centra en la relación entre carreras políticas y el apoyo popular de los presidentes, algo que parece influir en su recepción inicial. Los outsiders enfrentan mayores retos para elevar o mantener su popularidad en estos primeros días críticos. Los presidentes de la muestra tienen diferencias importantes en cuanto a sus procedencias políticas.

¿Qué nos dice la teoría sobre esta realidad? Que puede ocurrir lo que está ocurriendo. La expectativa, según los libros, es que los insiders tengan profundas raíces en estructuras partidarias establecidas y una mayor experiencia gubernamental, además de contar con una base de apoyo más estable. Esto puede facilitar la implementación de políticas y la navegación por el complejo paisaje legislativo.

Tipo de presidente

Por otro lado, los mavericks, al haber forjado sus propias plataformas fuera de los partidos tradicionales, a menudo disfrutan de una mayor libertad para innovar y proponer reformas radicales. Pero pueden enfrentarse a mayores desafíos en cuanto a la cohesión de su base y la negociación con actores políticos más establecidos. Su capacidad para mantener altos niveles de aprobación depende críticamente de su habilidad para cumplir promesas audaces.

En cambio, los outsiders representan una ruptura mucho más drástica con el statu quo que los otros tipos de presidentes. A menudo les permite capitalizar el descontento generalizado con la política convencional. Al mismo tiempo, puede traducirse en una luna de miel inicialmente más entusiasta. Pero es un arma de doble filo. También conlleva el riesgo de la volatilidad que caracteriza a la aprobación pública, ya que la falta de experiencia y el escepticismo sobre su capacidad para manejar los engranajes del gobierno pueden erosionar rápidamente el apoyo si no logran resultados tangibles rápidamente.

En este sentido, encontramos que mientras que los insiders son los que menos variación tuvieron en sus primeros tres meses de mandato, los mavericks y los outsiders vieron una caída sustancial de los niveles de apoyo popular. En paralelo, los que en promedio quedan con una menor aprobación presidencial son estos últimos. No cuentan ni con una trayectoria política previa destacada ni con una sólida red política que oficie de sostén para la implementación de las decisiones adoptadas. 

Luna de miel

De esta manera, podemos apreciar que las carreras políticas importan. Los presidentes outsiders tienen más dificultades que los políticos tradicionales (insiders y mavericks) para aumentar o mantener los niveles iniciales de apoyo popular en sus primeros cien días de gestión. Milei, Boric y Castillo son ejemplos de esta tendencia. Pese a sus diferentes bibliotecas, los tres asumieron con escasa trayectoria y sin un partido tradicional que los respalde. Al cabo de los cien primeros días, la reacción social a estos primeros pasos mostró un leve desgaste antes que un crecimiento sostenido de la aprobación presidencial. 

En resumen, encontramos que la atmósfera de confrontación afectó la percepción pública de los primeros pasos de los gobiernos, complicando la tradicional luna de miel presidencial. Casi todos los presidentes en este estudio propusieron reformas significativas que requerirían un amplio consenso para ser efectivas. Tanto sus plataformas electorales como sus programas de gobierno plantearon un cambio abrupto en las relaciones entre el Estado y la economía, entre el gobierno y la sociedad, entre actores corporativos y tomadores de decisiones. Sin embargo, la realidad de sus primeros cien días muestra que muchos enfrentaron desafíos para ganar la aprobación popular necesaria para implementar sus políticas ambiciosas.

Facundo Cruz

Facundo Cruz

Politólogo. Consultor político e investigador. Coordinador General de Pulsar. UBA. Co-Director del Centro de Investigación para la Calidad Democrática. Autor de "La Gente Vota" en Cenital.

Daniela Barbieri

Daniela Barbieri

Daniela Barbieri. Socióloga (Universidad de Buenos Aires, UBA). Magíster en Comunicación Política (George Washington University). Docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Consultora política, investigadora y profesora universitaria (UBA)

Augusto Reina

Augusto Reina

Politólogo. Consultor político. Director de Doserre y del Observatorio Pulsar de la Universidad de Buenos Aires. Coautor del manual de marketing y comunicación política «Acciones para una buena comunicación de campañas electorales» (KAS, 2013).

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