México y Estados Unidos: relación en campaña electoral

México y Estados Unidos: relación en campaña electoral

En períodos electorales anteriores, tanto Trump como Biden, actuales candidatos estadounidenses, han utilizado el tema México en su agenda de campaña. La consecuencia es una creciente polarización hacia el país vecino.

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México y Estados Unidos: relación en campaña electoral
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Las últimas campañas presidenciales en Estados Unidos han acentuado de manera tajante la relación entre el país anglosajón y su vecino del sur, México.

Al igual que en prácticamente todo el mundo, la búsqueda de oportunidades y la migración se has convertido en problemas profundos que no parecen tener solución sencilla. A ello se debe sumar que México y Estados Unidos tienen una sociedad comercial privilegiada que representa una codependencia prácticamente absoluta.

Los dos candidatos que estarán en la boleta, Donald Trump y Joe Biden, ya fueron presidentes durante cuatro años. Más allá de los discursos violentos o de la polarización que exige cualquier campaña electoral, hay cuatro años de hechos que se pueden contrastar con las palabras.

La realidad durante la presidencia de Trump

Trump impulsó en su discurso y durante su presidencia la construcción de un muro fronterizo con México, hecho que generó tensiones y controversias en la región. Aunque se trataba de un ripio campañero, en muchas zonas ya existía un muro mucho antes de que Trump hablara del tema. Desde principios del siglo, se empezaron a construir tramos y en las grandes ciudades con cruces como Tijuana o Ciudad Juárez.

Se llevó a cabo el cierre de nueve puntos de tránsito desde México y una inspección exhaustiva de vehículos. Esto ocasionó grandes atascos de tráfico, quejas y pérdidas económicas, generando malestar en México.

Trump redefinió la naturaleza del asilo en Estados Unidos. Implementó políticas que dificultaron el acceso a este beneficio, incluyendo la separación familiar (“families belong together” como reclamo social) y la prohibición del ingreso de personas de ciertas nacionalidades.

El expresidente planeaba realizar redadas a gran escala y deportaciones masivas de personas que vivieran en Estados Unidos sin permiso legal, restringiendo tanto la inmigración legal como ilegal.

La realidad en el periodo de Biden

En su primer día en el cargo, Biden detuvo casi todas las deportaciones. Prometió finalizar las duras prácticas del gobierno anterior y mostrar compasión hacia los migrantes. De todas formas, esta postura se ha transformado completamente rumbo a las elecciones presidenciales en noviembre de 2024.

En diciembre de 2023, los cruces fronterizos ilegales desde México alcanzaron el registro más alto: 249.785 encuentros entre puertos de entrada a lo largo de la frontera suroeste. Asimismo, durante su gobierno, Biden impuso restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera con México. Exigió que los migrantes soliciten asilo en otros países antes de hacerlo en Estados Unidos, lo que fue bloqueado por un juez federal en California.

En 2022, los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador acordaron que México invertiría 1,500 millones de dólares en tecnología fronteriza inteligente en los siguientes dos años, así como la cooperación de México en temas fronterizos.

El tema no fue tomado durante su presidencia, pero recientemente ha expresado su intención de «cerrar la frontera con México». De esta manera, si el Congreso le otorga la autoridad, Biden pretende controlar el flujo migratorio. Por ello, pide a legisladores que se apruebe el acuerdo bipartidista del Senado sobre seguridad fronteriza, el conjunto de reformas más duras y justas para asegurar la frontera en décadas.

En julio de 2022, ambos presidentes acordaron mantener políticas de control fronterizo y garantizar la plena seguridad en la frontera.

Más allá de la coyuntura

Históricamente, México ha tenido mejor relación con presidentes Republicanos que con Demócratas. Mientras Trump vuelve a incluir el tema México en su agenda, como hizo en la campaña que le ganó la presidencia, el discurso se polariza entre ambos bandos. Pero es obvio que la migración y la relación comercial no son problemas con una solución única o sencilla.

A diferencia de las campañas pasadas, el fentanilo es el nuevo problema que preocupa en Estados Unidos. No se va a resolver deteniendo el trasiego de armas de norte a sur o el tráfico de drogas, ni con muros, ni expulsando migrantes. Esta droga ha generado cientos de miles de muertes en los Estados Unidos y no será un tema en el que bastará hablar de desplegar militares o negociar con México. El discurso de odio puede escalarse todavía más.

En la época de Obama, hubo más deportaciones que en los gobiernos posteriores. Pero no hubo un discurso de odio aparejado a las medidas implementadas y eso cambia profundamente el sentimiento social. Las declaraciones Trump en su campaña de victoria, la migración se convirtió en el problema central y la polarización se tornó en odio hacia México. Repetía: «México no se aprovechará más de nosotros. No tendrán más la frontera abierta. El más grande constructor del mundo soy yo y les voy a construir el muro más grande que jamás hayan visto. Y adivinen quién lo va a pagar: México» (11 de mayo de 2015). Con su vuelta, la elección podría convertirse en un concurso de posiciones radicales contra México. Mientras Biden propone cerrar la frontera.

La ley SB-4 que hoy se discute en Texas, permite la «criminalización» a partir del aspecto. Arizona lo hizo hace unos quince años (SB-1070) e incluso California mucho antes, y en ningún caso ha dado buenos resultados.  

Vecinos

México y Estados Unidos siempre serán vecinos y siempre se necesitarán mutuamente. Así como México no puede subsistir en la actualidad sin el gas que le compra a Texas, Estados Unidos necesita de México para todos los procesos económicos. Se trata de procesos productivos totalmente asimilados en los que hay productos que cruzan varias veces la frontera antes de ser comercializados. No es una cuestión de aranceles o de muros, es una cuestión de integración social, no sólo económica.

Julio Castillo López

Julio Castillo López

Licenciado filosofía y magíster en comunicación. Director general de la Fundación Rafael Preciado Hernández de México.

Aurora Espina Vergara

Aurora Espina Vergara

Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública. Coordinadora de Estudios Políticos de la Fundación Rafael Preciado Hernández.

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