Henning Speck es asesor de política exterior y seguridad. Trabaja para el grupo parlamentario formado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) en el Bundestag alemán. En su carrera diplomática ha desempeñado roles claves en el ámbito de la cooperación transatlántica y ha contribuido a la formulación de políticas alemanas en asuntos de seguridad.
Speck es conocedor de Latinoamérica. Lo citamos para compartir su visión sobre las relaciones entre Alemania y América Latina a la luz de la nueva estrategia que ha publicado el grupo CDU/CSU en su documento «Aliados para los nuevos tiempos».
Hacia el largo plazo
¿Qué piensan hacer sobre el vínculo con América Latina y el Caribe?
—Para los democratacristianos la cooperación con los Estados de Latinoamérica y el Caribe siempre tuvo una importancia específica. La colaboración partidaria con partidos políticos en otros países tiene su origen en la cooperación misma con América Latina. En tiempos donde proliferan regímenes autocráticos, los Estados latinoamericanos siguen siendo los más democráticos fuera de Europa y América del Norte.
Desafortunadamente, hemos perdido un poco de vista a América Latina en las últimas décadas hasta que por fin nos dimos cuenta de la importancia de la cooperación con los países de la región. Necesitamos socios cercanos, con una cooperación mucho más intensa en una época de competencia de modelos políticos. Y muchos de esos socios los encontramos en América Latina y el Caribe. Justo eso subrayamos en la estrategia 2023 de la CDU/CSU.
¿Qué busca decir la CDU/CSU a la región con este nuevo documento de posición?
—Queremos enviar esta señal: América Latina y el Caribe son extremadamente importantes para el futuro de Europa y del mundo. Hay un interés común en colaborar de manera más estrecha. En la estrategia ofrecemos puntos concretos en los cuales podemos trabajar juntos y fortalecer estos lazos. El comercio libre es un aspecto importante. Igualmente, las inversiones. Pero también el diálogo político sobre temas globales. Lo importante es que estas relaciones no se limitan al corto plazo. Más bien, representan una alianza estratégica de largo plazo con miras al futuro.
China en América Latina
¿Cuáles podrían ser las implicaciones económicas para Europa de la creciente presencia comercial de China en América Latina?
—En casi todos los países de la región, China es el socio comercial más grande, lo que en el pasado fueron los Estados Unidos o los países europeos. En América Latina encontramos recursos claves para las industrias del futuro, litio o hidrógeno verde, por nombrar dos. Nosotros en Europa tenemos un interés vital de estar presentes en América Latina cooperando en las minerías para aumentar el valor añadido en la región misma.
Para América Latina es esencial diversificar sus socios comerciales, para no ser demasiado dependiente de un solo mercado. Con esta meta, Europa tendrá que demostrar una presencia continua en América Latina e invertir más en la región, en proyectos de infraestructura, entre otros. Un elemento para fortalecer los lazos entre nuestras dos regiones sería finalizar acuerdos de libre comercio importantes. Justo por eso, nosotros como bancada empujamos tanto que se finalice y ratifique de una vez el acuerdo entre la UE y el Mercosur. Este acuerdo sería un game changer a nivel mundial.

Ofertas e iniciativas
¿Cuáles son las medidas concretas que Europa está implementando para fortalecer sus relaciones comerciales con América Latina?
—Necesitamos medidas en varias áreas: políticas, diplomáticas, económicas e industriales. Tenemos que volver a tener cumbres birregionales como la cumbre UE-CELAC con más frecuencia, pero también en formatos subregionales o bilaterales. Está muy bien que las negociaciones gubernamentales entre Alemania y Brasil hayan tenido lugar otra vez después de ocho años de pausa. Porque estos formatos ayudan a coordinar posiciones y tener un diálogo abierto y honesto sobre las prioridades y los intereses de cada región.
Los países europeos deben aumentar su presencia (también comercial) en toda la región. Existen muchas oportunidades de inversión y de comercio. América Latina tiene abundancia de recursos claves, pero también un déficit en inversiones infraestructurales.
En promedio hay una población bien educada y (en comparación con otras regiones del mundo) América Latina no lucha con el problema de la superpoblación. Todo esto son condiciones marco muy positivas. Obviamente, en la competencia con China y otros actores tenemos que hacer ofertas lucrativas e interesantes. Eso también requiere recursos. La propuesta de hacer justo eso en el marco de la iniciativa Global Gateway es muy importante. En los próximos años vamos a invertir billones de euros en proyectos de infraestructura, de protección del medio ambiente y en otras áreas. Eso seguramente nos va a abrir otras puertas y fortalecer los lazos.

Reservas estratégicas y colaboración
¿Qué implicaciones para Europa tiene la presencia de importantes reservas mundiales de litio, cobre y agua en América Latina?
—La existencia de reservas constituye una dimensión estratégica clave entre nuestras dos regiones. Para toda la modernización de ambas industrias y economías es sumamente importante que conjuguemos esfuerzos. Esa cooperación (siempre basada en una transferencia de conocimiento y con la visión de crear valor añadido en los países latinoamericanos) puede ser un win-win real para los dos lados. Asimismo, podemos lograr paso a paso la descarbonización de nuestras industrias y al mismo tiempo mejorar la competitividad y contribuir a proteger el medio ambiente.
La cooperación no debe enfocarse solamente en las reservas de materias primas, sino también en la cooperación científica y de alta tecnología. Nosotros aspiramos una colaboración abarcadora.
¿Cómo podría contribuir Europa en abordar el desafío de la criminalidad organizada?
—La situación de inseguridad es uno de los desafíos más grandes de la región y el mayor impedimento para un desarrollo hacia mayor prosperidad en algunos países.
Es sumamente importante que logremos juntos que el Estado de derecho prevalezca y que los respectivos gobiernos puedan ejercer sus poderes democráticos.
Alemania ha tenido muy buenas experiencias con una fuerza policial descentralizada, basada en el Estado de derecho, democráticamente controlada. Aquí, Alemania podría desempeñar un papel aún más intensivo en la formación y educación de los agentes de policía. Pero fortalecer el Estado de derecho, especialmente el poder judicial, también sigue siendo una tarea importante. Este tipo de cooperación, al final, también conduce a mejores condiciones para la economía.
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