El golpe y su contexto
El 26 de julio de este año el general Abdourahamane Tiani dio un golpe contra el presidente de Níger, Mohamed Bazoum, declaró la ley marcial y se autoproclamó líder del país, a la cabeza de una junta militar.
Las razones todavía no son claras. Los golpistas declararon que lo removieron por la inseguridad y la situación económica que atravesaba el país. Muchos analistas señalan que, sin embargo, Bazoum —que había sido elegido presidente el 2 de abril de 2021— estaba buscando deponer a Tiani, ante lo cual el militar habría decidido empuñar las armas.
Pero este conflicto, que a primera vista podría parecer un asunto estrictamente interno y distante de Occidente, apunta hacia una posible internacionalización.
¿Guerra proxy?
Muchos analistas ven en el conflicto una posible escalada a una guerra proxy.
¿Qué es una guerra proxy? Es un conflicto donde actores extranjeros se inmiscuyen en los asuntos internos de un Estado para librar indirectamente una contienda entre ellos. Basta pensar en conflictos como Vietnam (1955-1975) o Corea (1950-1953) durante la Guerra Fría, que enfrentaron indirectamente a los Estados Unidos con la Unión Soviética y China.
En el caso de Níger, ya hay una constelación de actores que apoyan a uno u otro bando, que va adquiriendo una clara fisonomía. Por un lado, la Cedeao (organización internacional integrada por los países de África occidental y liderada por Nigeria) ordenó «el despliegue de sus fuerzas para restablecer el orden constitucional» al presidente depuesto y comunicó a la junta de Tiani que, en caso de no restablecer el statu quo, intervendrán en el país.
No es extraña esta decisión, ya que para Nigeria es vital preservar la paz en Níger, como veremos más adelante. Asimismo, el miedo a un contagio autoritario impone a los países democráticos de la Cedeao enfrentarse a Níger so pena de que, de no hacerlo, bien podrían envalentonarse las facciones golpistas dentro de los países.
La Cedeao podría ganar el apoyo de Francia, país que tiene tropas en Níger y que manifestó públicamente su apoyo a las medidas tomadas por la Cedeao, y por Estados Unidos, que también tiene tropas en Níger y que, de verse atacadas, invariablemente intervendrían. El ultimátum venció el pasado 6 de agosto.

El otro bando en pugna
Por otro lado, están Mali y Burkina Faso, Estados suspendidos también de la Cedeao a causa de sus propios golpes militares, que apoyaron inmediatamente a la junta militar de Níger, manifestando que una intervención para restablecer a Bazoum sería tomada como una declaración de guerra. Asimismo, la empresa militar privada rusa Wagner, que opera también en Níger, declaró su apoyo a la junta militar.
Lo llamativo del rol que juegan Wagner y Rusia en el país africano es que no se presenta, como en muchas otras ocasiones, como una influencia reconocida o percibida solo por politólogos o analistas. Muchos de los nigerinos que apoyan a la junta militar han salido a las calles ondeando la tricolor rusa, reconociendo en el Kremlin y en Wagner sus mecenas contra lo que ellos perciben como un neocolonialismo francés consagrado en una dependencia estructural. La división democracia-autoritarismo no solo se vería plasmada en las alianzas y alineamientos de los Estados, sino en la población misma.
Implicaciones internacionales
La ubicación geoestratégica de Níger supone un problema significativo para Europa. La guerra en Ucrania afecta los suministros de petróleo y gas a Europa, acelerando la reconversión de la matriz energética y el encarecimiento de los precios de energía.
Nigeria, situada al sur de Níger, posee vastas reservas de gas que tiene proyectado transportar a los Estados árabes del norte de África y desde allí podrían ser llevados a Europa. Pero, para llegar al Norte de África, cualquier oleoducto o gaseoducto tendría que pasar sí o sí por Níger. La presencia de un gobierno antagónico a Nigeria o, peor aún, una inestabilidad política resultante de una guerra civil imposibilitarían cualquier proyecto de ese estilo.
En la misma línea, Níger es uno de los proveedores más importantes de uranio para la Unión Europea. Si bien posee un 5% del uranio mundial, Níger ha llegado a ser el proveedor de un 25% del utilizado en el Viejo Continente. En efecto, si consideramos nuevamente la actual crisis energética que atraviesa Europa y la renuclearización de su matriz energética, el uranio de Níger es crucial para tal proyecto.

Fuente: https://corporate.dw.com/en/europe-looks-to-africa-to-fill-natural-gas-gap/a-61017873
Inestabilidad
Un dato crucial a no perder de vista es que en Níger opera el grupo terrorista conocido como Provincia de África Occidental del Estado Islámico (Iswap, por sus siglas en inglés, no vinculado a ninguno de los dos bandos en pugna). Hasta ahora, el gobierno de Níger había sido clave en el combate a este grupo armado cooperando con Occidente en la persecución de los terroristas. Pero el golpe militar presagia el fin de esta colaboración y la reducción de la capacidad operativa de las acciones antiterroristas.
Todo golpe de Estado trae aparejada inestabilidad política, más aún si existe una alta probabilidad de que se convierta en una guerra civil. Pocas cosas hay que favorezcan tanto a una insurrección armada como el caos en el gobierno central. No solo eso, el golpe en Níger podría ser un peligroso catalizador para futuras catástrofes políticas en la región.
La inestabilidad política tiende a generar más inestabilidad política. No podemos olvidar que los golpes en Guinea, Mali y Burkina Faso tuvieron lugar en los últimos tres años. Una revitalización del terrorismo islámico en la región podría llevar a un incremento de las actividades de otros grupos ajenos al Iswap, como Boko Haram.
Níger y Latinoamérica
Para América Latina, el conflicto en Níger se presenta como distante y bastante irrelevante, por dos razones. En primer lugar, Níger no tiene vínculos comerciales significativos con la región. En segundo lugar, su único nexo diplomático es con Cuba, un autoritarismo cerrado que carece también de nexos económicos relevantes con el resto de la región.
¿Por qué entonces América Latina tendría que detenerse a ver lo que ocurre en Níger? Como se mencionó, la región africana viene experimentando una seguidilla de golpes de Estado que han hecho zozobrar y caer a democracias nacientes en la región. Todo parecería apuntar a que el miedo al efecto contagio sería justificado, y que el triunfo de golpistas en países vecinos a menudo envalentona a aquellos actores con poder y nulas convicciones democráticas.
¿Acaso una región como Latinoamérica, donde la democracia ha perdido apoyo social y los gobiernos autoritarios han ganado terreno, no debería mirar con detenimiento cómo se están desplomando otras democracias en el mundo?
Perspectivas futuras y posibles amenazas
No es necesario ser un observador político particularmente avezado para darse cuenta de que, por la importancia de Níger, es posible que haya una reacción, si no internacional, al menos regional. Hay demasiado en juego para los países de la Cedeao como para hacer la vista gorda a este episodio.
Por otra parte, una escalada de esta crisis en África Occidental acarrea el riesgo de involucrar a potencias extraafricanas. Basta recordar que el presidente francés Emmanuel Macron anunció que no toleraría un ataque a la misión diplomática francesa o a cualquier presencia del país galo en Níger. Un ataque a la embajada francesa, una bala perdida a un soldado americano o una incursión cargada de aventurismo político por Wagner amenazan con hacer de esta guerra local un conflicto internacional.
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