881 cargos —en manos del voto popular— fueron electos el domingo en México en las primeras elecciones judiciales del país.
Con el 95% de las actas escrutadas, el Instituto Nacional Electoral (INE) informó que se alcanzó un 13% de participación. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, celebró la jornada como un “éxito democrático”.
Pero el proceso podría derivar en la politización del Poder Judicial y en abrirle la puerta a la influencia e impunidad del crimen organizado.
Diálogo Político realizó una nueva Mesa de Análisis para analizar la situación. Participaron Azul Aguiar —profesora de Ciencia política en la Universidad Jesuita de Guadalajara (ITESO) y presidenta de la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas—, y Juan Pablo Campos —gerente de proyectos KAS en México—.
“Primera elección no democrática”
La legitimidad de estas elecciones es muy cuestionada. Azul Aguiar recordó que en 2024 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prometió que mediante la reforma judicial el pueblo estaría más cerca de la Justicia. Para Aguiar es “un objetivo incumplido” por la participación del 13% y la abstención de 87% en las urnas. “El pueblo le ha dado la espalda a esta reforma”, dice. Además, agrega que entre los votantes, el 20% anuló o votó en blanco, por lo que el porcentaje de personas que realmente influyó en la elección fue todavía menor.
Los votantes debieron elegir entre seis boletas con entre 150 y 180 candidatos cada una para más de 20 candidaturas. “Ni siquiera un ciudadano con doctorado puede realizar esta elección sin apoyo”, comenta.
Por la dudosa representación de las preferencias ciudadanas, Aguiar cataloga la instancia como “la primera elección no democrática” desde que México transitó hacia la democracia a inicios del siglo XXI.
Por su parte, Juan Pablo Campos opina que la abstención no significa un ataque a la reforma. Sostiene que la mayoría no votó con una reflexión crítica, si no porque no le interesaba la elección o no la entendía, explica.
“Me preocuparía mucho que los sectores opositores —que hemos señalado a la reforma por sus ineficiencias— interpretáramos el 87% como un triunfo, porque eso implicaría una nueva ilusión por los opositores, que no representa la realidad del país”, comenta.

Destrucción de la institución
¿Qué representa esta elección? Para Campos, el partido oficialista Morena es más poderoso a partir de la elección judicial porque las personas elegidas están subyugadas al poder político. Todos los ministros que ocuparán las nueve sillas en la Suprema Corte están vinculados al oficialismo, comenta Aguiar.
Ambos analistas explican que una particularidad del proceso fue la creación de “acordeones”: listas de preferencia que se elaboraron con los perfiles de los candidatos. No solo por los ciudadanos. Según comentan, Morena creó sus propios acordeones y los difundió en redes sociales, que coinciden con los magistrados electos, “aprovechando el recuso del Estado para movilizar el voto”, dice Aguiar. De hecho, cinco candidatos propuestos por Morena resultaron electos en el Tribunal de Disciplina, órgano encargado de vigilar a los jueces.
En esa línea, Campos observa que surgirá un conflicto de interés con los candidatos electos. Entiende que las personas juzgadoras no tomarán resoluciones con fundamento en el derecho, si no en los apoyos que recibieron para ser electos. “No va a haber ninguna posibilidad de ganarle al gobierno en asuntos tribunales”, dice.
Tiene que ver también con el financiamiento ilícito de estas campañas que, por ley, debían sustentarse por el propio candidato. Aunque a los analistas les parece dudoso en el contexto de la cultura electoral mexicana.

Antecedentes
Ambos analistas coinciden en que el INE —organismo que debería garantizar la legitimidad de los comicios— tuvo poco tiempo para preparar las elecciones y adaptarse a la reforma.
El 5 de febrero de 2024, López Obrador inició la reforma judicial al presentar un paquete con 18 enmiendas constitucionales, incluida la elección directa de los jueces. La aprobación se concretó el 15 de septiembre, dos semanas previas a la asunción de Sheinbaum que, según los analistas, en un proceso marcado por la “extorsión” de legisladores.
La segunda mitad de la magistratura será electa en 2027.-