¿Qué podemos aprender de las campañas electorales en la antigua Roma?

En la antigua Roma, hacer campañas electorales significaba activar redes sociales, demostrar tanto apoyo como reputación en toda la ciudad […]

Por: Thomas Schaumberg5 Nov, 2022
Lectura: 15 min.
¿Qué podemos aprender de las campañas electorales en la antigua Roma?
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

En la antigua Roma, hacer campañas electorales significaba activar redes sociales, demostrar tanto apoyo como reputación en toda la ciudad y movilizar las masas del electorado. En ciudades romanas como Pompeya, no había programas electorales ni partidos políticos organizados. No obstante, los afiches electorales en las paredes pompeyanas muestran una campaña estratégicamente planificada por los candidatos y, al mismo tiempo, un alto grado de involucramiento de la población. ¿Hay algo que podamos aprender del mundo antiguo para nuestras campañas electorales?

Pompeya, marzo del año 79 d. C. En el atrio de la lujosa residencia de Cayo Cuspio Pansa se acumula una multitud ruidosa de personas esperando que el dueño de la casa la reciba. Este proviene de una familia pompeyana bien conocida por su riqueza y su éxito político. Ya el padre y el abuelo de Cuspio Pansa habían ocupado cargos políticos en la ciudad. Además, una estatua honorífica y un altar de la familia testimonian la influencia política y la popularidad de la gens Cuspia. No debió sorprender a nadie que un descendiente de esa familia se presentase a un cargo político.

En la primavera del 79 d. C., nadie podía imaginar la catástrofe que golpearía la bahía de Nápoles pocos meses después y que costaría la vida de miles de personas. La trágica erupción del Vesubio congeló la vida cotidiana de Pompeya bajo una capa de 25 metros de ceniza y piedra pómez. Sepultados durante siglos, se conservaron también testimonios de los últimos candidatos en las elecciones municipales. Uno de ellos es nuestro Cayo Cuspio Pansa.

Hacer campañas electorales: tres rituales sociales y mucha atención mediática

1. La salutatio matutina: recepción de los seguidores en la casa del candidato

Estamos a pocos días de los comicios, en plena campaña electoral. Como todas las mañanas, Pansa ha invitado a su casa para una recepción (fig. 1). Él viste una toga cándida, o sea, de un blanco muy puro, casi deslumbrante. Llevando esta prenda, todos ven que él es candidatus (vestido de blanco), un signo distintivo de todos los postulantes a un cargo público.

Pansa se postuló para ser uno de los dos ediles (aediles) de la ciudad responsables por el suministro de grano y el mantenimiento de los edificios públicos. También la organización de los juegos de gladiadores era parte de sus tareas. De este modo, el cargo de edil era importante para asegurar la popularidad en la población y obtener uno de los deseados puestos en el consejo (ordo), donde se concentraba la élite de la ciudad. Al mismo tiempo, era un cargo costoso, ya que una gran parte de las medidas debían ser financiadas por el titular del cargo con su fortuna privada. En el año 79 d. C., cuatro personas se presentaron a los dos puestos de ediles, lo que hizo el ambiente político altamente competitivo. Para los candidatos era necesario hacer campaña y ganar la mayoría del electorado.

En este sentido, Pansa saluda a todos que se han reunido en el atrio de su casa, los escucha atentamente y promete ayuda. Sabe bien que esta atención al cliente es el momento de mostrar públicamente que se preocupa por las necesidades de sus electores y que tiene los recursos sociales y económicos para desempeñar el cargo deseado. Al final, todos reciben un pequeño presente, normalmente comida o dinero. Esos regalos —sportulae en latín— suelen aumentarse en los días previos a las elecciones, así como la gente que viene diariamente a recibirlos y prometer su lealdad, es decir, su voto al candidato.

Han venido personas de todos los grupos sociales para presentar sus respetos al candidato: el núcleo familiar con todos los sirvientes, los esclavos liberados (que deben su libertad a Pansa) y el gran grupo de familias que están bajo la protección de la gens Cuspia, su clientela. No faltan representantes y líderes de familias importantes y miembros del poderoso consejo de la ciudad para apoyar la candidatura del joven Pansa.

Es un ritual social impresionante que está sucediendo todas las mañanas en esta casa. Además, constituye un pilar fundamental de las campañas electorales en el mundo antiguo. La salutatio matutina (saludo de la mañana) era un ritual social que establecía una relación de patronazgo entre un patrón de rango socioeconómico superior y varios clientes de rango socioeconómico inferior. El patrón ofrecía protección y a cambio esperaba lealdad, lo que implicaba también apoyo político en las elecciones.

En tiempos de campaña electoral, la reunión diaria del patrón-candidato con sus clientes jugaba un papel importante para ganar y mantener nuevos seguidores y así aumentar la red de clientes. Al mismo tiempo, la salutatio ofrecía al patrón la oportunidad de mostrarse con otros líderes de familias socialmente iguales, es decir, sobre todo ricas y, por tanto, políticamente influyentes. El objetivo de la salutatio era juntar la mayor cantidad de seguidores en el domicilio del candidato y mostrar que entre ellos también se encontraban personas influyentes y miembros de la élite.

2. Deductio y adsectatio: recorrido al foro acompañado por los seguidores

Quinto Tulio Cicerón, el hermano del famoso escritor y orador Marco Tulio Cicerón, en su Commentariolum petitionis (Breve manual de campaña electoral), distingue tres clases de seguidores: «los que vienen a saludarte a tu casa, los que llevas al foro y los que te siguen a todas partes». El texto hace referencia a la salutatio y menciona otros dos rituales relacionados con los seguidores.

Después del saludo de la mañana, Pansa sale de su casa y se dirige al foro, la plaza central en el centro de la ciudad (fig. 2). Este recorrido se llama deductio. La casa de Pansa se encuentra en una de las calles principales de Pompeya que lleva directamente al foro. Por las numerosas tiendas, talleres y tabernas, los arqueólogos nombraron esa calle Via dell’Abbondanza (fig. 3). Pasar por aquí significaba cruzar el barrio más poblado y económicamente importante de la ciudad, ideal para un candidato que quería ser visible para la mayor cantidad posible de población.

Para llamar la atención, Pansa sale de su casa acompañado por sus seguidores. Ellos gritan su nombre, mencionan sus virtudes y hacen entender que es el mejor candidato. Este desfile de seguidores, la adsectatio, es el momento para que Pansa muestre a todo el mundo su popularidad a través de la cantidad de seguidores que han sacrificado su tiempo para acompañarlo.

Pansa se detiene en puntos de concentración, se acerca de la gente, saluda y llama a las personas por su nombre. Habla con propietarios de tiendas y tabernas, con comerciantes o con los alcaldes de los barrios y representantes de asociaciones profesionales o religiosas. De esta manera, quiere convencer también a multiplicadores de barrios fuera de su zona de influencia para movilizar las masas y ganar apoyo en todos los grupos sociales.

3. Afiches electores y graffiti: La pared como medio de comunicación

Cuando Pansa recorre la ciudad, su nombre está bien presente. Ya hace semanas su equipo de campaña ha puesto cientos de inscripciones electorales pintadas en negro y rojo sobre el estuco o cal blanca de las paredes (fig. 4). En esos afiches electorales —que los expertos llaman programmata— se pide el apoyo para Cuspio Pansa como edil. Escritores profesionales los pintaron en letras bien visibles en las paredes cercanas a la casa del candidato, en las calles principales y puntos de concentración de la ciudad (fig. 5). En el manual de la campaña electoral se recomienda tener siempre un mapa de la ciudad en la mano y planificar su campaña de manera estratégica. La evidencia epigráfica nos hace entender que los candidatos en Pompeya aplicaban este consejo.

En los programmata se ruega votar por un candidato, y hay asociaciones laborales y personas famosas, sacerdotes y familiares de los candidatos que alzan la voz en favor de una candidatura específica. También se encuentran varios grafitis que reaccionan a la propaganda electoral con comentarios más o menos políticos.

La pared en la antigüedad es como una time line de una red social hoy en día: un medio de comunicación para informaciones semioficiales, anuncios, publicidades y listas de precios. Además, servía como superficie para comentarios, insultos y testimonios de pasatiempos de todo tipo, desde garabatos sin sentido hasta poemas artísticos. Similar a lo que podemos ver hoy en paredes de baños públicos, o tal vez también en el feed de nuestras redes sociales.

Cinco características de las elecciones romanas y sus implicaciones en campañas electorales

Las particularidades de la campaña electoral de Pansa están relacionadas con el contexto político y social en el que sucedían las elecciones. Aquí algunas características:

1. Omnipresencia de las elecciones en la vida pública

Las elecciones en la antigua Roma eran omnipresentes, a causa de la anualidad de los cargos políticos. Cada año se elegían los magistrados encargados de las políticas públicas y se conducían feroces campañas electorales en los meses previos a la votación.

Los postulantes preparaban su candidatura mucho tiempo antes de postularse. Intentaban aumentar su popularidad a través de donaciones generosas, juegos gladiatorios o establecían vínculos con las familias más importantes, por ejemplo, a través de cenas opulentas.

Una vez asumido el cargo, el electo tenía poco tiempo para mostrar sus habilidades para la gestión y su generosidad. Las elecciones daban ritmo a la vida política cotidiana.

2. Elecciones parcialmente libres y altamente injustas

Hay que destacar que las elecciones romanas seguían otros valores de libertad y justicia que las elecciones en democracias liberales modernas. En Pompeya, solo una parte de población, los hombres a partir de los 25 años de edad, con ciudadanía urbana, tenían derecho al voto. El resto, mujeres, esclavos, liberados, extranjeros estaban excluidos. Para postularse a un cargo político había aún más limitaciones jurídicas como tener cierta fortuna o un domicilio en la ciudad.

Es un hecho interesante que en los afiches electorales aparecían mujeres y muchos esclavos liberados que mostraban su apoyo a un candidato.

3. Un sistema electoral que favorecía a la élite

Ya el requisito de tener una cierta fortuna para postularse a un cargo político limitaba significativamente el grupo de posibles candidatos y favorecía a las familias de buen pasar. Para subrayar aún más esta ventaja, los hijos de los miembros del consejo, compuesto por extitulares de cargos políticos, eran invitados a las reuniones y se les daba la oportunidad de expresar su opinión en determinadas situaciones. Esto les permitía hacerse conocer por los jefes de familia políticamente influyentes y mejorar su posición frente a los candidatos que intentaban presentarse por fuera de este círculo.

4. Un panorama político sin partidos políticos y sin programas electorales

Para establecer vínculos con otras familias importantes, algunos candidatos se presentaban con otros después de haber formado una alianza política. En la última campaña electoral de Pompeya, Pansa, por ejemplo, se postuló junto con otro candidato —Lucio Popidio Secundo— a los dos puestos de ediles. Esto se puede observar en afiches electorales en los que se pide votar por los dos. Además, se ven afiches de un candidato cerca de la casa del otro.

El discurso político, como puede verse en las fuentes literarias o en la evidencia epigráfica, es estructuralmente conservador; la mentalidad romana se orientaba hacia la tradición de los ancestros y el mantenimiento del statu quo. Las cosas se cambiaban con actitud pragmática, no ideológica. Las alianzas políticas y los grupos de seguidores no eran partidos políticos en un sentido moderno. Tenían características de movimientos sociales que se formaban alrededor de un político carismático. Si algo requería una gestión política —por ejemplo, regular los precios del grano o restaurar las termas—, se hacía para aumentar la popularidad personal, no sobre la base de algún programa político.

5. Elecciones como rituales religiosos y eventos sociales

El carácter exclusivo de las elecciones hacía que el derecho de voto fuera un privilegio. Ejecutar ese privilegio y participar en las elecciones creaba identidad política: si como ciudadano se iba a votar, esto mostraba que se pertenecía al grupo de los libres —más cerca de los más privilegiados de la sociedad, aunque fueran casi siempre estos últimos los que podían postularse y ganar—.

Otro aspecto que contribuía a formar identidad colectiva era el contexto religioso en el que encajaban las elecciones. Una secuencia de rituales y sacrificios al inicio y al final de cada votación debía garantizar la buena voluntad de los dioses y, por tanto, legitimar el resultado de las elecciones de forma religiosa. De esta manera, las elecciones en el mundo romano nunca eran solamente un asunto político, sino siempre un evento social relevante para toda la comunidad.

Cinco lecciones de las campañas electorales en la Antigüedad

1. La preparación es todo

Como se vio durante el recorrido de Pansa, hay que pensar bien en los detalles. ¿A quiénes quiero llegar y cómo puedo dirigirme a ellos? ¿Sé dónde se encuentra mi grupo objetivo y cuáles son sus necesidades? Esto no se hace pocas semanas antes de las elecciones, sino que es un trabajo continuo de mucho tiempo antes de postularse.

2. Ampliar redes de seguidores en toda la población

¿Conozco a la gente en todos los barrios, de diferentes grupos profesionales y de todas las clases sociales? Es imprescindible tener a la gente de mi barrio como seguidora, pero no es suficiente para ganar. Si quiero ganar, necesito mostrar mi buena reputación en todas partes de la ciudad. Esto es lo que muestra la distribución de los programmata en Pompeya.

3. Movilizar las masas con multiplicadores

Para llegar hasta ahí, necesito multiplicadores. Los que tienen una buena reputación, los que conocen el barrio y a los que sigue la gente. Entre ellos se encuentran los aliados políticos pero, más allá de estos, necesito otros tipos de multiplicadores como líderes de barrio, los portavoces de asociaciones profesionales y religiosas, los propietarios de tiendas y negocios.

4. En redes sociales: dejar hablar a los demás

Si un seguidor habla bien de mí y deja su nombre en una publicidad electoral, esto cuenta más que mis propias presentaciones. Hay que asegurarse de tener la mayor cantidad posible de personas que estén dispuestas a dar su nombre para mi campaña. Tal como los seguidores que en los afiches electorales pedían el voto para Cayo Cuspio Pansa como edil.

5. Personalizar la campaña

Cada campaña es única y debe responder a las características del candidato y sus necesidades. Esto crea autenticidad y es la base de una buena reputación.

No se sabe si Cayo Cuspio Pansa ganó las elecciones en el año 79 d. C. en Pompeya. Lo que sí sabemos es que casi con seguridad él hizo una campaña basada en su buena reputación para asegurar la mayor cantidad de votos a través de una red heterogénea de seguidores. Tal vez esto nos pueda servir como una mejor referencia para el presente.

Bibliografía

Bravo Bosch, M. J. (2021). La publicidad electoral en la Antigua Roma. rida, 57, 103-139.

Chiavia, C. (2002). ProgrammataManifesti elettorali nella colonia romana di Pompei. Turín: Zamorani.

Mouritsen, H. (1988). Elections, magistrates and municipal élite. Studies in Pompeian epigraphy, arid Suppl., 15.

Rodríguez Neila, J. F. (2004). La propaganda electoral en la ciudad romana. En J. Bartolomé Gómez, M. González Rodríguez, M. Quijada (eds.), La escritura y el libro en la Antigüedad (pp. 115-130). Madrid: Ediciones Clásicas.

Schaumberg, Th. (2021). Graffiti und programmata aus Pompeji. Graffiti-Pompeji 

[blog]
https://graffitipompeji.wordpress.com (Listado de las inscripciones electorales de la campana electoral de 79 d. C.)

Schaumberg, Th. (2021). Wahlen und Wahlkampf im frühen Prinzipat 

[Elecciones y campañas electorales en el Principado temprano]
Monografías del Centro de Investigación Documental sobre la Antigüedad Clásica, 51. Roma: L’Erma. (Investigación más reciente sobre elecciones y campañas electorales en la antigua Roma.)

Figura 1. El atrio de una casa lujosa en Pompeya con impluvium (estanque rectangular para arrastrar el agua de la lluvia) en el centro y el tablinum que lleva al peristilium (recinto interno rodeado de columnas). Aquí se realizaba la salutatio, el ritual de la mañana para recibir a seguidores. Fuente: Pinterest.

Figura 2. El foro de Pompeya. Al lado izquierdo de la plaza principal el templo de Júpiter; al lado opuesto, la curia, donde se reunía el consejo. Probablemente los comicios se realizaban al aire libre, entre todos los hombres libres de 25 años o más, con ciudadanía de la ciudad. Fuente: Wikicommons (cc by-sa 4.0/ElfQrin).

Figura 3. La Via dell’Abbondanza en Pompeya: una de las calles principales de la ciudad que llevaba directamente al foro. Pasar por aquí con los seguidores era imprescindible para los candidatos. Fuente: Flickr.

Figura 4. Propaganda electoral en la taberna de Asellina, Via dell’Abbondanza (IX, 11, 2), Pompeya. Se pueden ver afiches electorales de diferentes campañas electorales de los últimos años de la ciudad.

Figura 5. El último llamado a las urnas en Pompeya. Ubicación de los afiches electorales de la campaña electoral de 79 d. C. en Pompeya. Un área de concentración es la Via dell’Abbondanza en el sudeste de la ciudad.

Thomas Schaumberg

Doctor en historia antigua. Magíster en relaciones internacionales por la Universidad lumsa de Roma y grados en latín e historia. Coordinador para los países andinos de América Latina en la Fundación Konrad Adenauer. Fue representante adjunto de la Fundación Konrad Adenauer en el Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina y en la oficina para Uruguay.

Thomas Schaumberg

Thomas Schaumberg

Doctor en historia antigua. Magíster en relaciones internacionales por la Universidad lumsa de Roma y grados en latín e historia.

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