Alemania y su intento de recalibrar la brújula con Sudamérica

Alemania y su intento de recalibrar la brújula con Sudamérica

La gira del canciller alemán Olaf Scholz por Argentina, Chile y Brasil pretendió recuperar el vínculo con viejos amigos. Clima y energía fueron claves de la agenda. La concreción del acuerdo Mercosur-UE pondrá a prueba la efectividad de ambas regiones.

Por: Kristin Langguth3 Feb, 2023
Lectura: 6 min.
Alemania y su intento de recalibrar la brújula con Sudamérica
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

El canciller de Alemania Olaf Scholz (Partido Social Demócrata, SPD) hizo una breve gira por Sudamérica. En cuatro días estuvo en Argentina, Chile y Brasil. Su visita fue inmediatamente después de la Cumbre de la CELAC en Buenos Aires. En tiempos económica y políticamente difíciles, Alemania quiere recuperar viejas amistades en el continente y abrir un nuevo capítulo de cooperación.

La visión alemana de los viejos amigos

Es el primer viaje fuera de Europa para el Canciller alemán este año. Esto por sí solo es un indicio de la importancia que Alemania nuevamente concede a esta región del mundo. El viaje a Sudamérica en medio de una guerra encarnizada (en Ucrania) y una crisis energética en Europa, tiene un motivo claro: la búsqueda de aliados y nuevos socios en una zona que Europa ha descuidado durante demasiado tiempo. Están en juego la seguridad energética, la protección del clima y un vacilante acuerdo de libre comercio.

Históricamente, Argentina, Chile y Brasil han mantenido lazos estrechos con Alemania. Pero, durante años, Alemania y la Unión Europea apenas tuvieron en cuenta a Sudamérica. Sin embargo, la estructura de poder ha cambiado considerablemente. Hace tiempo que la región reacciona a las ofertas distantes de Alemania y Europa, acercándose, en cambio, a China. No sólo económicamente. China lleva tiempo marcando su territorio en Sudamérica con inversiones multimillonarias, mientras Alemania se queda atrás.

El canciller Scholz parece querer cambiar esto en vista de su proclamada «Zeitenwende»

[punto de retorno]
. Scholz también es consciente de que las relaciones comerciales ya no pueden separarse de las cuestiones geopolíticas. La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania lo ha demostrado una vez más. Con el inicio del conflicto, la relevancia de la región y, sobre todo, de la vinculación de Estados Mercosur como socios económicos ha vuelto a llamar la atención de Europa. Por ello, la agenda del Canciller incluía expresamente volver a poner en marcha el proceso de ratificación del acuerdo comercial entre la UE y el MERCOSUR congelado desde hace años.

Las claras palabras sobre el deseo alemán de llevar este acuerdo a buen puerto incluso sorprendieron algunos analistas alemanes. El canciller hizo un llamamiento a Argentina y Brasil para que todos los participantes trabajen «con espíritu constructivo». Los claros señales por parte de los gobiernos de Brasil y Argentina de querer justamente avanzar en esta dirección sin duda es una noticia positiva de este viaje.

Mercosur - Unión Europea, el acuerdo esperado
Mercosur – Unión Europea, el acuerdo esperado

Si no es Europa, será China

Alemania y Europa dependen de socios como Argentina, Chile y Brasil para su transición energética y la diversificación de sus socios comerciales. Así, la gira del Canciller estuvo marcada en gran medida por la intención de estrechar la cooperación en política energética entre Alemania y Sudamérica. Los tres países poseen materias primas de interés para Alemania: suelos fértiles, yacimientos de petróleo y gas, hidrógeno verde y metales como el litio y el cobre. Especialmente estos últimos son cruciales para la transición energética europea hacia una economía verde.

Scholz repitió una y otra vez el mantra de que la transición energética de Occidente no se llevará a cabo a costo de Sudamérica. Por lo contrario, Alemania debería ayudar a utilizar la riqueza natural de los países de Sudamérica de forma beneficiosa y justa para todos. El camino hacia un sector minero sostenible y la protección de la selva tropical plantean grandes retos. Pero a pesar de esto, el Canciller debe ser consciente de que las materias primas no quedarán bajo tierra aun sin la extracción europea. Si no es Europa, será China.

Litio, un metal apetecido -
Litio, un metal apetecido

Amazonia

El clima y la protección del medio ambiente fueron los temas más debatidos en Brasil, una de las razones por la que el Acuerdo UE-Mercosur aún no ha sido ratificado. Brasil es por lejos el socio más importante de Alemania en la región. No sólo económicamente, sino también en el intento de frenar el cambio climático. Alemania aporta 35 millones de euros al Fondo Amazonia para apoyar proyectos de uso sostenible. Para subrayar el interés en el tema, la ministra alemana de Desarrollo, Svenja Schulze, integró la delegación a Brasilia.

La confianza que muchos políticos europeos especialmente de centroizquierda depositan en Lula es grande. Sin embargo, aún se desconoce cómo el presidente brasileño pretende exactamente cumplir las normas en materia de protección del clima, agricultura regenerativa y propiedad de la tierra. Por otro lado, no es probable que a Alemania le interese un declive de la industria agrícola brasileña como importante país exportador en ese rubro.

Rechazo amistoso pero firme

Scholz chocó con otra realidad difícil para Europa en su conferencia de prensa con Lula. Observadores en Alemania se asustaron con la posición del presidente brasileiro frente a la agresión rusa a Ucrania cuando repartió las responsabilidades por la guerra a ambos bandos. Scholz así no tuvo éxito en su solicitud a Brasil como también a los gobiernos izquierdistas de Chile y Argentina por un más nítido apoyo a Ucrania. Se llevó el mensaje que especialmente los gobiernos llamados “progresistas” miran con algo de lejanía y ambigüedad a este conflicto tan central para el debate europeo.

No es una sospecha muy arriesgada que las actividades rusas de relacionarse con el Foro de Sao Paolo que mantiene relaciones muy estrechas con los gobiernos de izquierdas de la región muestran sus frutos. Es un área dónde Europa y especialmente la socialdemocracia europea debe prestar mucha atención en su relacionamiento con los grupos de izquierda en América Latina. Pero detrás de la ambigüedad frente a la guerra también hay intereses económicos. Las industrias agrícolas de Brasil y Argentina dependen totalmente de los fertilizantes rusos. En consecuencia, los países no quieren suministrar sus propias armas a Ucrania y dieron al Canciller un amistoso pero firme desaire.

Alemania y Sudamérica, el canciller alemán Olaf Scholz visita al presidente Lula | Foto: Shutterstock
El canciller Scholz visita al presidente Lula – Fuente: Foto: Bundesregierung/Zahn

Cuantos más amigos, mejor

A pesar de la antigua amistad, la simpatía fundamental y los valores compartidos, no se puede negar que Brasil, Argentina y Chile ya han encontrado nuevos socios. Las condiciones parecen haberse invertido. El viaje demostró que Alemania y Europa deben esforzarse más para no perder la conexión con Sudamérica.

Lo difícil ahora será ver si de la visita surge una estrategia interministerial concreta para América Latina. Es importante que no se quede en declaraciones vagas, sino que se concreten hechos.

Con demasiada frecuencia, Alemania y Europa han decepcionado a la región y la han dejado sola en situaciones de emergencia como la pandemia de Covid-19. Oportunidad que aprovecharon China y Rusia. Por tanto, el Gobierno alemán haría bien en mostrar más que voluntad política para recuperar viejas amistades. Más que un solo viaje, tal intento debe seguir a una mirada estratégica y de largo plazo.

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Kristin Langguth

Kristin Langguth

Representante adjunta del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina, con sede en Montevideo, Uruguay.

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