Rodrigo Paz y el fin de una era, ¿qué sigue tras la debacle del MAS?

Tras la derrota de la izquierda, surge la figura ascendente del candidato del Partido Demócrata Cristiano, un político aún difícil de clasificar.

Por: Stefan Jost22 Ago, 2025
Lectura: 8 min.
Rodrigo Paz y el fin de una era, ¿qué sigue tras la debacle del MAS?
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Era esperable que el MAS sufriera una derrota devastadora en las elecciones bolivianas del pasado domingo. Gobierna desde 2005 y llegó a los comicios dividido en cuatro facciones tras años de encarnizadas disputas entre el expresidente Evo Morales y su sucesor Luis Arce. Se presentó a las elecciones con dos partidos. Parecía que la segunda vuelta electoral, del 19 de octubre, se disputaría entre Samuel Doria Medina (Alianza Unidad) y Tuto Quiroga (Alianza Libre). Indiscutiblemente ocupaban los dos primeros puestos en las encuestas.

Pero en la noche electoral se confirmó la primera previsión. El MAS fue castigado, aunque, según los resultados disponibles hasta ahora, logró mantener por escaso margen su personería jurídica con un 3,2%. Por su parte, Alianza Popular, del antiguo discípulo político de Morales, Andrónico Rodríguez, obtuvo un 8,2%.

La sensación estuvo a cargo de Rodrigo Paz. El hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (MIR-Movimiento de Izquierda Revolucionaria) subió en las encuestas en las últimas semanas. En vista a los casi 20% de indecisos, se preveía que pudiera lograr un tercer puesto. Sin embargo, nadie esperaba que saliera victorioso y desbancara a Doria Medina, desde hace meses a la cabeza en las encuestas, y que relegara a Quiroga a un claro segundo puesto, con una diferencia de posiblemente alrededor del 6%.

La retirada de Doria Medina, que se presentó varias veces como candidato, es más fácil de explicar. Algunos de los aspectos centrales son su falta de carisma y atractivo político, los cuestionables aliados tanto de la izquierda como de la derecha y los contactos con determinados empresarios muy criticados en Bolivia, como el boliviano Claure, residente en Estados Unidos. Además, es percibido como tibio, poco claro y débil en el liderazgo.

Por el contrario, Quiroga ganó terreno. Se le atribuye una mayor capacidad de liderazgo. Pero, sobre todo, fue quien más se pronunció claramente para que Morales rinda cuentas. Se le atribuye más capacidad que a Doria Medina para aplicar mano dura necesaria para sacar a Bolivia de la crisis.

El voto castigo

Algunos analistas ven en el resultado un voto castigo no solo contra el MAS, sino también contra gran parte de la oposición por su incapacidad para renovarse. Doria Medina, Quiroga, Reyes Villa y Jhonny Fernández hace décadas son parte desde del inventario político de Bolivia.

Si se analiza más detenidamente la figura de Paz, el signo de interrogación está más que justificado. ¿Cómo logró Paz transmitir de forma creíble su lema Renovación? De todos los candidatos, Paz llevó a cabo probablemente la campaña más larga. Recorrió todo el país y apostó fuertemente al contacto personal y al tema de la descentralización. Además, realizó numerosas promesas respecto al mantenimiento o la ampliación de los programas sociales. También quiere mejorar la desoladora situación económica sin recurrir a créditos financieros internacionales. Sin embargo, no reveló cómo piensa financiar todo ello. Al parecer, solo invirtió el equivalente a 25 euros en redes sociales.

El nombramiento de Edman Lara, un antiguo policía que luchó contra la corrupción y los abusos en las estructuras policiales, como candidato a la vicepresidencia fue una jugada acertada. Además, no participó en la campaña electoral sucia, sino que apostó por una participación objetiva en los debates.

Rodrigo Paz y Edman Lara. Foto: Twitter de Rodrigo Paz

Ofrecer renovación

Paz no es un novato en la arena política. Hace más de 20 años que participa activamente en diferentes partidos y coaliciones. Además, ha sido diputado y alcalde. Comenzó en el partido de su padre, el MIR, y luego formó coaliciones con la izquierdista FRI y también con Podemos. Esta última fue una coalición electoral formada por la Acción Democrática Nacionalista (ADN), fundada por el antiguo dictador militar Hugo Banzer, el partido de Quiroga, su actual contrincante en la segunda vuelta, y el PDC. En 2020 se unió a la alianza de Carlos Mesa, en representación de la cual sigue ocupando un escaño en el Senado hasta la fecha.

Es significativo que en su discurso en la noche de las elecciones agradeciera al PDC por haberle cedido el nombre del partido para su proyecto. Esto no es excepcional en Bolivia. Se toma prestado o se compra el nombre de un partido para un proyecto personal para habilitar legalmente una candidatura. Curiosamente, la dirección del PDC publicó unos días antes de las elecciones la recomendación electoral a favor de Quiroga.

Causó sorpresa la abierta referencia a Dios, su voluntad y su orientación en el discurso de Paz la noche de las elecciones. Ante este comportamiento absolutamente inusual en Bolivia, los observadores no descartan un acuerdo con las iglesias evangélicas en particular. Como candidato demócratacristiano, que termine su discurso en la noche de las elecciones con el grito de guerra “¡hasta la victoria siempre!”, del Che Guevara, Castro, Maduro y otros guerrilleros y líderes comunistas, fue objeto de especial atención.

Rodrigo Paz, difícil de clasificar

Es sorprendente que un político de estas características se convierta en la estrella emergente de las elecciones bajo el lema Renovación. Más aún cuando en su departamento natal, Tarija, solo haya logrado un tercer lugar a pesar de haber sido alcalde de la capital, diputado y actualmente senador.

Tal vez su éxito también tenga que ver con el hecho de que no sea clasificado como de derecha o centroderecha. Su campaña electoral fue dirigida y apoyada masivamente por antiguos y experimentados círculos dirigentes del desaparecido MIR socialdemócrata.

Paz ha sabido atraer a partes relevantes del antiguo electorado del MAS. Esto se refleja en los departamentos en los que ganó con casi 50% de los votos: La Paz (con las grandes ciudades de La Paz y El Alto), Potosí, Oruro y Chuquisaca. Estos cuatro departamentos han sido hasta ahora bastiones del MAS. El crecimiento de Rodrigo Paz proviene principalmente de estos distritos electorales.

En este contexto, y ante el sorprendente silencio del MAS y sus sucesores, se discute ahora en Bolivia si tras bambalinas hubo una campaña orquestada a favor de Paz. La finalidad sería ofrecer al electorado decepcionado una posibilidad de hibernación política hasta la reconfiguración de una izquierda más radical.

El voto nulo

Desde su exilio interno, Morales, que lleva bastante tiempo eludiendo la ejecución de una orden de detención por tráfico de menores, atrincherado en el Chapare, la mayor zona de cultivo de coca de Bolivia, y rodeado de escudos humanos, había llamado a sus seguidores a emitir un voto nulo. Con ello se reveló como un “delincuente confeso”, ya que en 2011 había calificado así a quienes abogaban por emitir un voto nulo en las primeras elecciones de las autoridades judiciales. Sin embargo, Morales nunca ha tenido problemas con el doble discurso.

Morales soñaba con un 60% de voto nulo, con lo que pretendía deslegitimar el resultado electoral. Muy lejos de lograr eso, sorprendentemente incluso ha reconocido el resultado electoral y ha calificado el voto nulo como un castigo para la joven generación del MAS y los partidos sucesores por su corrupción (Castillo) y traición (Rodríguez).

Según los primeros datos, el voto nulo ronda el 19%. Tradicionalmente se sitúa entre el 3% y el 5%. Si se quisiera atribuir toda la diferencia a Morales, seguiría muy lejos de su 60%. Puede reclamar un éxito considerable de su campaña, pero esto no le da representación parlamentaria. Como mucho, le permite movilizar a parte de sus seguidores en las calles, como ya ha hecho anteriormente. Un portavoz del evismo ha rechazado entretanto una unión con el MAS o sus escisiones. Según él, solo es posible un liderazgo de la izquierda bajo Morales.

Incertidumbre

Tal como prometió, Doria Medina dará su apoyo al candidato que obtenga el primer lugar. Pero aún queda por ver quién será realmente este candidato una vez finalizado el recuento oficial. Paz ya ha recibido el apoyo en las zonas sindicales rurales del Altiplano, antiguos bastiones del MAS.

El candidato a vicepresidente, Lara, a quien los representantes del MAS y del evismo atribuyen un papel principal en el éxito de Paz, ya se siente con la fuerza suficiente para amenazar a Paz con arrestarlo si no cumple sus promesas. Queda por ver cómo evoluciona el equilibrio de poder dentro de esta coalición.

Los pronósticos sobre el resultado de la segunda vuelta por ahora son pura especulación, y definitivamente no se debería confiar en las encuestas. Quedan casi dos meses de otra larga campaña electoral hasta la nueva elección el 19 de octubre. Esta será sin duda más dura y polarizada que la que acaba de terminar.

Víctor Paz Estenssoro, cuatro veces presidente de Bolivia e icono de la Revolución Nacional de 1952, dijo que los ciclos políticos de Bolivia duran veinte años. El 17 de agosto de 2025 finalizó el ciclo del régimen autoritario de izquierda del MAS, quince de los cuales han sido bajo el mandato de Evo Morales.

Stefan Jost

Stefan Jost

Director de las oficinas de la KAS en Guatemala y Honduras. Jurista y politólogo habilitado.

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