Chile: un resultado electoral con poca claridad

Chile: un resultado electoral con poca claridad

Esta vez los institutos de votación no se equivocaron: en las elecciones presidenciales y parlamentarias habrá final entre los dos favoritos de izquierda y derecha del espectro de partidos.

Por: Andreas Michael Klein22 Nov, 2021
Lectura: 7 min.
Chile: un resultado electoral con poca claridad
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Esta vez los institutos de votación no se equivocaron: en las elecciones presidenciales y parlamentarias habrá final entre los dos favoritos de izquierda y derecha del espectro de partidos.

No hubo sorpresa. Finalmente, en la jornada electoral de ayer se impusieron el candidato de la alianza de partidos de izquierda Apruebo Dignidad, Gabriel Boric (25,83 %), y el candidato del derechista Frente Social Cristiano, el republicano José Antonio Kast (27,91 %), ambos a la cabeza de las encuestas durante mucho tiempo. Con esto, el resultado de las elecciones refleja la polarización de la sociedad chilena, que se ha vuelto aún más evidente desde los disturbios de octubre de 2019. Los candidatos de centro, Sebastián Sichel (12,79 %) y Yasna Provoste (11,61 %), terminaron incluso en los puestos cuatro y cinco, por detrás del economista Franco Parisi (12,80 %), que centró su campaña electoral totalmente en las redes sociales desde su residencia en Birmingham, Alabama, en los Estados Unidos.

Situación de empate en el Congreso y el Senado

A pesar del alto grado de polarización en las campañas electorales presidenciales y parlamentarias, la participación electoral fue de poco menos del 46,8 %, lo que confirma la tendencia en las elecciones desde que se abolió el voto obligatorio en 2011.

Los votantes tampoco hicieron que la situación fuera clara en las elecciones al Parlamento (Congreso) y Senado. Los 155 escaños se dividirán en el futuro entre un total de 21 partidos (+3) y dos representantes independientes. Entre estos, 74 diputados pertenecen a uno de los partidos del campo de la derecha, 79 diputados pertenecen al campo de la izquierda. Además, Francisco Pulgar y Carlos Bianchi, dos candidatos independientes, han logrado ingresar a la Cámara de Representantes. El campo de la izquierda ha perdido así cuatro escaños y tiene una leve mayoría de dos votos en el nuevo Congreso.

A pesar de las pérdidas, Renovación Nacional (RN) sigue siendo el partido más fuerte dentro del próximo Congreso con 25 escaños (-6). Su aliado, la Unión Demócrata Independiente (UDI), perdió tres escaños y con 23 diputados se impone como segunda fuerza política. Evópoli, que se había aliado con RN y UDI en Chile Podemos Más, obtuvo cuatro escaños (-2), de manera que unidos alcanzan 52 diputados, once menos que en la anterior legislatura. Los votos perdidos en el campo de la derecha fueron conquistados por el Partido Republicano liderado por José Antonio Kast, que ganó 14 escaños, así como por el Partido de la Gente, dirigido por el candidato presidencial Franco Parisi, con seis diputados.

El campo de la izquierda se muestra aun más fragmentado. Aquí los votos se reparten entre 16 partidos que se organizan en las cuatro alianzas electorales Nuevo Pacto Social, Apruebo Dignidad, Dignidad Ahora y el Partido Ecologista Verde. En este espectro, el Partido Socialista (PS) sigue siendo la fuerza más fuerte con 13 miembros (-4) por delante del Partido Comunista (PC) con 12 escaños (+3). El Partido Demócrata Cristiano (PDC) alcanza ocho escaños (-4), al igual que el partido Revolución Democrática (+2). El partido del candidato presidencial Gabriel Boric, Convergencia Social, obtiene nueve escaños (+5). Los partidos socialdemócratas Partido por la Democracia (PPD) y Partido Radical (PR) respectivamente siete (-1) y cuatro (-1) escaños.

Los votantes han llevado al Senado —ampliado de 43 a 50 escaños— a una situación de empate. Aquí Renovación Nacional será la bancada más fuerte con 11 senadores (+5) por delante de la UDI con 9 senadores (+1) así como el Partido Socialista con 7, el PPD con 6, el PDC con 5, ninguno de los cuales pudo aumentar su representación, y Evópoli con 4 (+3) escaños. Con novedad en el Senado estarán los partidos Verde y Comunista, cada uno con dos escaños, y los republicanos con un senador. También hay un senador por Revolución Democrática y los dos senadores independientes Fabiola Campillai y Karim Bianchi. De esta forma, el campo de la derecha obtiene con 50 senadores, la misma cantidad de escaños que la izquierda con los dos candidatos independientes.

Final entre Kast y Boric

Antes de finalizado el escrutinio de los votos, los candidatos de centroderecha Sebastián Sichel y de centroizquierda Yasna Provoste admitieron su derrota y agradecieron a sus simpatizantes. Mientras Sichel ya anunció en la noche que se tomaba un descanso de la vida política para dedicarse a su familia, la demócrata cristiana Yasna Provoste se desempeñará como senadora hasta el final del período legislativo en 2026.

El 19 de diciembre, finalmente habrá una prueba de fuerza entre los candidatos de los dos extremos de derecha e izquierda en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Mientras José Antonio Kast se dejaba celebrar por sus seguidores, esa misma noche renunció a la presidencia de su Partido Republicano para ser el candidato presidencial de todos los chilenos. El presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, llamó a todo su sector a votar por el candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric. En opinión de Elizalde, que en la primera vuelta apoyó a la demócrata cristiana Provoste, la presidencia de Kast representa una «amenaza a la democracia», por lo que llamó a la unidad dentro de la centroizquierda en diciembre.

Las biografías y las posiciones de los dos candidatos presidenciales, Kast y Boric, no podrían ser más diferentes. Por un lado se sitúa Kast, candidato de carrera con una excelente formación académica, proveniente de la región capitalina de Santiago, con raíces familiares y políticas en la dictadura militar, desde hace veinte años activo en política, de los cuales se desempeñó dieciséis años como diputado y dos veces fue candidato presidencial. Por otro lado, está Boric, el líder estudiantil rebelde de la remota región de Magallanes que interrumpió sus estudios, sin embargo, llegó a la Cámara de Diputados y ahora lucha por la presidencia con una posición prometedora.

Además del contenido político, también hay una competencia generacional que se refleja en los dos candidatos. A sus 35 años, Boric representa a la generación de los nacidos en los años de transición que no recuerdan la dictadura militar, pero constatan que las pensiones de sus abuelos son bajas y que sus padres deben esforzarse para conseguir con sus ingresos o por medio de préstamos, la cara financiación de la educación de los hijos, los servicios de salud y, dado el caso, la vivienda, el automóvil y los viajes de vacaciones. Kast, veinte años mayor que él, en cambio, con sus vínculos familiares en el régimen militar, defiende a los vencedores del orden económico liberal, que tampoco ha sido cuestionado fundamentalmente por los gobiernos democráticos desde 1990.

Conclusión

En las próximas cuatro semanas, para ambos candidatos se tratará de ganar el centro político por sus ideas. Para Kast, esto significa que además de las exenciones fiscales que ya ha prometido, también tiene que hacer una oferta sociopolítica convincente. Por el contrario, Boric debería fortalecer su programa de política económica si quiere llegar a la clase media, para la que los últimos treinta años han significado prosperidad y avance social. Ante la escalada del conflicto en la región de la Araucanía, los estallidos de violencia a raíz de las protestas sociales y el aumento de la criminalidad en el país, uno de los temas ganadores para José Antonio Kast fue sin duda el de la seguridad interna. Aquí, también, existe una necesidad de corrección para Boric, quien recién gracias a las protestas sociales había logrado puntear en la carrera presidencial. También viaja acompañado por el Partido Comunista, un socio que no oculta sus simpatías por los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Cualquiera que sea el resultado de la carrera presidencial, ninguno de los dos campos políticos puede gobernar solo con la constelación que ahora se encuentra en el Congreso y en el Senado. Por eso, de la polarización que se observa, finalmente es posible derivar el mandato de los votantes de cooperar entre sí. Dados los desafíos internos y externos para Chile, existen suficientes puntos de partida para ello.

Andreas Michael Klein

Andreas Michael Klein

Representante de la Fundación Konrad Adenauer en Chile

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