Dice el dicho que, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña. China logró en su Foro de la Franja y la Ruta la participación de figuras tan inesperadas como el presidente ruso, Vladímir Putin. Pero más allá del aparente triunfo que esta fastuosa ceremonia parecería encarnar, un análisis más de cerca permite vislumbrar las grietas que aquejan a la puja china por su club de multipolares.
Como veremos ahora, la asistencia a la cumbre revela mucho sobre los intereses de los países que en ella participaron. Cabe destacar que muchos de los países cuyos líderes no fueron, igualmente enviaron representantes. Hubo más de 130 países presentes en la cumbre. De cualquier manera, considerando que en 2017 estuvieron presentes 30 líderes mundiales (¡llegaron a ser 37 en 2019!), la asistencia de 23 mandatarios este año muestra un declive marcado en el interés por la cumbre.
Los asistentes
Es muy revelador ver qué líderes mundiales participaron de la cumbre. La presencia asiática fue muy grande, con casi todos los mandatarios de los países del sudeste asiático (con excepción de Birmania y Malasia) y casi todos los de Asia Central (con excepción de Kirguistán y Tayikistán). De Lejano Oriente, Japón y Corea del Sur no participaron, cosa que no debe sorprender dada la animosidad entre estos países y el régimen de Pekín, pero sorprende que Corea del Norte, histórica aliada de China, no haya participado.
La participación de las otras regiones fue marcadamente menor. De Europa solo asistieron los líderes de Hungría y Serbia, cosa que por su postura antioccidental no debe sorprender. Sólo los líderes africanos de Egipto, Etiopía, Kenia, la República del Congo y Mozambique participaron.
De nuestra región, América Latina, resulta llamativo no quiénes asistieron, sino quiénes no lo hicieron. No debe sorprender que los presidentes de Chile y Argentina, Boric y Fernández, hayan asistido, pero la ausencia de otros mandatarios afines a Pekín, como Lula o Maduro, sí llama la atención.
Pero el gran presente que colmó la atención de los medios fue el presidente de Rusia: Vladímir Putin.

El tándem inesperado: Rusia-China
La presencia de Vladímir Putin fue el foco de muchos observadores y medios internacionales. Sobre él pesa una orden de captura internacional emitida por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
En efecto, no sólo Putin fue acogido por fuera de las fronteras del país que encabeza, sino que encima se le dio trato preferencial. Ubicado delante y al centro de la foto grupal, a la diestra de Xi Jinping, habló en segundo lugar, tras su homólogo chino. Como reportó la BBC, los dos mandatarios habrían tenido luego un encuentro de tres horas, en el cual habrían manejado cuestiones bilaterales. Entre otros temas, habrían discutido sobre la guerra en Ucrania y la crisis que actualmente enfrenta Medio Oriente. A propósito de ello, el mandatario ruso declaró que el incremento de conflictos a nivel mundial fortalecería la cooperación Moscú-Pekín. Enseguida, hizo recíproco el gesto del premier chino de invitación a la cumbre declarando el apoyo ruso a la Iniciativa de la Franja
Llama la atención de esta aproximación que, si bien ha respaldado a Rusia, ora solapadamente, ora más abiertamente, China ha ido cooptando zonas y esferas de influencia que antes fueran rusas. Tal es el caso de Asia Central. De hecho, no es menor que a la izquierda de Xi Jinping, simétricamente opuesto a Putin en la foto, esté Tokáev, el premier kazajo. Putin ayudó a Tokáev a consolidar su poder cuando este enfrentó duras protestas contra su régimen a principios del 2022. Pese a ello, el premier kazajo no hizo recíproco el gesto del mandatario ruso: no apoya la guerra de este contra Ucrania y se ha acercado a China.
Respuesta de la UE: ¿profundización de vínculos con América Latina?
La Unión Europea, por su parte, celebrará el Global Gateway Forum, instancia lanzada en 2021. Esta es parte de una iniciativa para invertir 300.000 millones de euros para el año 2027 con el fin de «impulsar vínculos inteligentes, limpios y seguros en los sectores digital, energético y del transporte, así como para potenciar los sistemas de salud, educación e investigación en todo el mundo», tal y como figura en su sitio web.
Si bien no hay una voluntad profesa de contrarrestar la influencia china en el mundo, muchos analistas coinciden en que la Global Gateway estaría pensada con ese fin. No en vano está previsto que comparezcan los mandatarios de Bangladesh, Senegal, Namibia y Moldova. Bangladesh es parte íntegra del proyecto de la nueva Ruta de la Seda. Por su parte, Namibia es parte de la extensión de esta en sus redes de transporte a través de África.
Nuestra región no pasa inadvertida para el Global Gateway. En efecto, hace unos meses tuvo lugar la cumbre EU-CELAC y fue precedida por el EU-LAC Forum, un foro donde participaron la sociedad civil y autoridades locales y que, como figura en el sitio de la UE, podría inspirar al Global Gateway.
A China no le pasan inadvertidos los esfuerzos de acercamiento de la UE con el resto del mundo y se ha propuesto profundizar la colaboración con el Global Gateway Forum. Se trata de un intento de mitigar la exclusividad de ese espacio y no quedar fuera de bloques nacientes.
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