Las primera vuelta presidencial del 20 de agosto de 2023 en el Ecuador, se llevó a cabo en un ambiente de profunda incertidumbre. Después de que el miedo y la violencia marcaran la campaña presidencial y parlamentaria de Ecuador, y alcanzaran su punto cúlmine con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el pasado 9 de agosto. Con el 23,73 % de los votos, Noboa, candidato centroderechista de 35 años, ingresó sorpresivamente a la segunda vuelta electoral que tendrá lugar el próximo 15 de octubre. Desde el correísmo, su adversaria será, como era esperado, Luisa González, triunfadora formal de la primera vuelta con el 33,26 % de los votos.
¿Qué se votó?
En las elecciones extraordinarias del 20 de agosto, necesarias después de que el presidente Guillermo Lasso disolviera el Parlamento anticipadamente, además de los candidatos a la presidencia, se elegían los 137 representantes de la Asamblea Nacional por el período restante hasta el 2025. Ese año se elegirán, en el marco de elecciones ordinarias, un nuevo presidente y los miembros de la Asamblea Nacional.
Paralelamente a la elección también tuvieron lugar dos referendos. El primero, de alcance nacional, abordó la cuestión de si se debe o no seguir extrayendo petróleo en el Parque Nacional Yasuní. La mayoría de la población decidió no hacerlo. La segunda cuestión refería solo al distrito metropolitano de Quito, donde se debía decidir si se permitiría la minería en la región andina del Chocó. En este caso, la mayoría se expresó mayoritariamente contra cualquier tipo de actividad minera.

Los resultados en Ecuador
La sorpresa de la elección a la sombra de la violencia es claramente Daniel Noboa. Nadie contaba seriamente con el candidato de la alianza electoral Acción Democrática Nacional (ADN). Es hijo del empresario y tres veces candidato presidencial Álvaro Noboa. Es licenciado en administración pública y magíster en gobernanza y comunicación política. Le promete al país un nuevo rumbo más allá del esquema correísmo-anticorreísmo, apuesta por un relevo generacional y un futuro sin violencia.
El reconocido analista económico en Ecuador, Alberto Costa, atribuye el éxito de Noboa a que encontró las consignas correctas para la juventud y que se comprometió con alcanzar mejores oportunidades de formación profesional, creación de empleo y de emprendimiento.
Luisa González, del Partido Revolución Ciudadana, única candidata mujer a la presidencia y representante del campo cercano al expresidente Rafael Correa, quien ha huido del país y ha sido condenado por corrupción, obtuvo 34 % de los votos. Esto sugiere que la mayoría ecuatoriana no quiere un futuro asociado al nombre y sistema de Rafael Correa. En las últimas tres elecciones, las alianzas partidarias asociadas a Correa no han registrado ganancias significativas en votos.
Christian Zurita, sucesor del candidato asesinado Villavicencio postulado por el Movimiento Construye, obtuvo el tercer lugar con 16,5 % de los votos superando a Jan Topic, del Partido Social Cristiano, que alcanzó el 14,67 %. Como experto en el tema de la seguridad Topic centró su campaña en este tema y se le concedían buenas perspectivas de entrar en la segunda vuelta.
Otto Sonnenholzer, exvicepresidente del país, a quien muchos analistas habían dado más crédito, decepcionó con alrededor del 7,08 %, así como el candidato indígena Yaku Pérez con alrededor del 3,92 % de los votos.
Los candidatos restantes Xavier Hervas y Bolívar Amijos no llegaron a un 0,5 % de los votos.
Nueva Asamblea Nacional
También la composición del Parlamento trajo sorpresas. Con 38,39 % de los escaños, el partido Revolución Ciudadana será la bancada más fuerte. En comparación con la composición anterior, esta Asamblea Nacional será menos fragmentada.
La segunda fuerza, con el 22,74 % de los escaños, es el Movimiento Construye, del asesinado candidato Fernando Villavicencio. Le sigue la alianza partidaria Acción Nacional Democrática de Daniel Noboa con 14,3 % y el Partido Social Cristiano con 10,85 %. Si el joven Noboa fuera elegido presidente el 15 de octubre, una unión de las alianzas de centroderecha daría la oportunidad de lograr la mayoría absoluta en el Parlamento y así evitar el conflicto permanente entre los poderes Legislativo y Judicial que ha sido tan gravitante en los últimos años.
El desarrollo pacífico de las elecciones de ayer en Ecuador no debe ocultar la enorme violencia y tensa situación de seguridad que vive el país. Como ya se mencionó, Ecuador vivió una campaña electoral marcada por la inseguridad y el miedo. Tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el 9 de agosto de 2023, el presidente Guillermo Lasso declaró el estado de emergencia por 60 días. Como resultado, la policía estuvo más presente en las calles y se encargó al ejército asegurar los locales electorales. A pesar de la obligatoriedad del voto, muchos votantes estaban inquietos por los terribles acontecimientos de las últimas semanas. En consecuencia, el estado de ánimo el día de las elecciones era acalorado y marcado por una gran preocupación.
La violencia se extiende
Desde septiembre de 2022 hubo un total de 19 atentados políticos con nueve muertos. La violencia se extendió a las calles tras una ola de masacres en las cárceles en 2021 y 2022, ligada a una guerra entre bandas rivales por el poder e influencia vinculada al narcotráfico. Según estimaciones de InSight Crime, la tasa de homicidios aumentó un 86,3 % en 2022 y un 74 % en el primer semestre de 2023 (2). Concretamente, esto significa que ahora hay un promedio de 26 homicidios por cada 100.000 habitantes, y la tendencia va en aumento. En 2017 era de 5 por cada 100.000 habitantes. Desde el punto de vista estadístico, esto convierte a Ecuador en uno de los países más peligrosos de América Latina, con una tasa de homicidios más alta que la de México.
En este contexto, tanto el gobierno actual como algunos valientes diputados y candidatos presidenciales (como el asesinado Fernando Villavicencio), tomaron medidas para hacer frente a la corrupción y a la violencia rampantes que azotan al país. Sin embargo, la consecuencia de esto es que las pandillas ecuatorianas, a menudo bien organizadas y conectadas en red, y sobre todo los cárteles de la droga que operan a nivel internacional, sienten que sus intereses comerciales están siendo perturbados, lo que a su vez contribuye a una mayor escalada de la violencia.
Esta elección fue entonces significativa en cuanto a si el país seguiría el ejemplo del candidato presidencial asesinado en su lucha contra la corrupción y el crimen, o si se entregaría al poder y la violencia del crimen organizado.
En este sentido el exministro de relaciones exteriores Juan Carlos Holguín destacó la valentía de Villancencio y llamó a seguir su ejempo. Andrea González, candidata a vice del político asesinado, remarcó en una entrevista con la CNN el alcance internacional del crimen y destacó que la situación solo se podría resolver con ayuda internacional.
Ecuador, un hub de drogas
En los últimos años, debido a circunstancias complejas, entre otras, la corrupción desenfrenada y la proliferación de modelos económicos criminales (tráfico de personas, minería y tala ilegales, contrabando de armas, etc.), Ecuador ha asumido una gran importancia estratégica para el narcotráfico mundial y se ha convertido en un centro logístico para la exportación de drogas, principalmente de cocaína. Los mercados de consumo tradicionales como los Estados Unidos, pero también los mercados de Europa y Asia que están surgiendo desde la perspectiva de los narcotraficantes se atienden cada vez más desde Ecuador. Por esta razón, el país ha ganado importancia para el crimen internacional. Mientras que en Ecuador en 2015 solo se incautaron alrededor de 60 toneladas de cocaína, la cantidad de esta droga incautada el año pasado fue de alrededor de 200 toneladas.
La inestabilidad política del país, su débil estructura institucional, la disputa permanente entre el Ejecutivo y el Legislativo, que paraliza al país y llevó en consecuencia a estas elecciones no programadas, refuerzan los desarrollos descritos. Las reformas que podrían generar cambios para lograr un progreso real en las áreas de alivio de la pobreza, creación de empleo y atención médica básica están ausentes o condenadas al fracaso.
Las medidas tomadas por los gobiernos actuales y anteriores han tenido un éxito moderado o nulo, por lo que en los últimos años se han producido hechos de violencia sin precedentes, como masacres en las cárceles, que el Estado no tenía nada que contrarrestar. En muchos lugares ya no rige el Estado de derecho y la población ha perdido toda confianza en el Estado y en la política.
Esta incapacidad para satisfacer las expectativas de seguridad, trabajo y atención médica básica de las personas y, por lo tanto, las perspectivas de futuro, también ha exacerbado la situación, dejando a muchos jóvenes vulnerables al reclutamiento del crimen organizado.
¿Nuevo equilibrio?
El resultado de la primera vuelta en las elecciones parlamentarias y presidenciales extraordinarias en Ecuador tiene como resultado una nueva composición de la Asamblea Nacional, totalmente diferente a la de las elecciones de 2021. El nuevo equilibrio de poder hace posible que una coalición de centroderecha logre la mayoría absoluta en el Parlamento. Con esto se podría evitar el constante grave conflicto entre el Poder Legislativo y el Judicial de los últimos años, si Daniel Noboa lograra ser elegido presidente el 15 de octubre, y forjar las alianzas correspondientes.
La segunda vuelta decidirá en gran medida el futuro económico del país, ya que el riesgo país ha aumentado considerablemente por la situación general. Ecuador además enfrenta el desafío de pagar el servicio de su deuda externa para permanecer solvente y mantener el acceso al crédito en condiciones favorables.
En vista del resultado de los referendos, el nuevo gobierno deberá hacer frente a una reducción en los ingresos del presupuesto general del Estado y desarrollar nuevas estrategias para reducir el déficit presupuestario y garantizar la sostenibilidad financiera del Estado.
Democracia en peligro
La campaña previa a estas elecciones presidenciales extraordinarias es también una señal de advertencia para el mundo. Una democracia débil o defectuosa, el declive de las instituciones estatales y la ausencia de un Estado de derecho que funcione, abren la puerta a estructuras criminales organizadas internacionalmente. Estas podrán entonces ganar poder e influencia a través de la corrupción y la fuerza bruta, poniendo la democracia aún más en peligro.
En función de los problemas expuestos, Ecuador es importante para la región, pero también para la comunidad internacional, especialmente en esta difícil situación. El tráfico de drogas opera internacionalmente y es violento. La cocaína ecuatoriana llega cada vez más a Europa y también a los puertos de Alemania. La política internacional debe reaccionar e, independientemente del resultado de la segunda vuelta electoral de octubre, no debe dejar al Ecuador solo en esta situación. Porque el apoyo internacional sigue siendo fundamental en estos tiempos para garantizar la supervivencia de la democracia tanto en Ecuador como más allá y contribuir a un futuro y desarrollo pacíficos.
Traducción: Manfred Steffen, oficina KAS en Montevideo

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