El peligroso juego político del nuevo gobierno en el Perú

El peligroso juego político del nuevo gobierno en el Perú

El Perú inicia el Bicentenario con un nuevo gobierno de izquierda en medio de un peligroso e impredecible escenario político.

Por: Alejandra Puente4 Ago, 2021
Lectura: 8 min.
El peligroso juego político del nuevo gobierno en el Perú
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

El Perú inicia el Bicentenario con un nuevo gobierno de izquierda en medio de un peligroso e impredecible escenario político que pone en juego la estabilidad económica, política y social del país peor parado tras la pandemia por covid-19 en el mundo.

La resaca de las elecciones presidenciales en el Perú ha dejado insomnio, ansiedad, angustia y una incertidumbre entre los peruanos que a menos de una semana de asumido el gobierno de izquierda de Pedro Castillo parece no tener tregua. Los motivos para este desánimo son muchos, pero para entenderlos habría que hacer un recuento cronológico de los hechos que, uno a uno, han sumado a la angustia de los peruanos.

Antecedentes

No es una exageración decir que el Perú es uno de los países más golpeados social y económicamente por la pandemia del covid-19 en el mundo. Con cerca de 200.000 muertes, es el país que registra el mayor número de muertes ocasionadas por este virus por habitante. Además, según el FMI, la caída del 11,1 % de su PBI en el 2020, coloca al país sudamericano como la segunda nación más golpeada económicamente por la pandemia después de Argentina.

A este preocupante escenario se ha sumado una campaña electoral en la que nada menos que 18 candidatos, con poca o nula trayectoria política, pugnaron por la Presidencia y el control del Congreso de la República. En ese complejo contexto ganó Pedro Castillo, el profesor y líder sindicalista de una pequeña región del país cuyo partido Perú Libre controla la primera minoría en el Congreso con un programa de izquierda «marxista-leninista-maoísta», según su plan de gobierno.

En el mejor de los escenarios, muchos analistas coinciden en que el gobierno tendrá gran dificultad ejecutando su plan con una mayoría de oposición en el Congreso. Una oposición que incluso ahora tiene el control de la Mesa Directiva, que vela por los aspectos administrativos y la agenda legislativa, luego que la lista por la que postulaba el partido de gobierno fuera inhabilitada. Una clara señal de que en el siguiente quinquenio existirá nuevamente un choque de fuerzas entre el Ejecutivo y el Legislativo que pondrá en riesgo la estabilidad del país.

Las primeras 48 horas

El 28 de julio se dio la ceremonia de cambio de mando en la que Pedro Castillo asumió la presidencia, una fecha simbólica que además conmemoró el bicentenario de la independencia del Perú. Entre las propuestas de su primer mensaje a la nación, las que más atención y contraste generaron fueron las de orden jurídico y económico.

En cuanto al orden jurídico, Castillo reiteró la propuesta de cambiar la Carta Magna convocando a una Asamblea Constituyente, un mecanismo no previsto en la Constitución vigente. Y sobre el orden económico, si bien aseguró que respetaría los ahorros y la propiedad privada, también destacó su intención de realizar cambios en el modelo, ampliar el rol del Estado como actor en la banca, los hidrocarburos y como socio en nuevos proyectos.

En temas de relaciones bilaterales, a la juramentación de Pedro Castillo acudieron los presidentes Sebastián Piñera (Chile), Alberto Fernández (Argentina), Guillermo Lasso (Ecuador), Iván Duque (Colombia) y Luís Arce (Bolivia). También hizo lo propio el rey de España Felipe VI y el expresidente boliviano Evo Morales, con quien Castillo ha expresado afinidad ideológica y programática.

Pero dos actos en las primeras 48 horas de gobierno dejan claro el cambio en la política exterior de Perú en cuanto a Venezuela. El primero es la visita del canciller madurista Jorge Arreaza, marcando un alejamiento de la política exterior peruana que en el 2019 reconoció al opositor Juan Guaidó como legítimo gobernante del país caribeño. La segunda es que Iván Duque no fue invitado a la juramentación simbólica de Castillo en Pampa de la Quinua, lugar donde ocurrió el último enfrentamiento de las guerras de independencia en América del Sur. Colombia ha sido un gran opositor al régimen de Nicolás Maduro.

Con el pie izquierdo

Revelados los resultados de la primera vuelta electoral, Pedro Castillo conformó una serie de alianzas con fuerzas de centroizquierda; la más notoria fue con Juntos por el Perú, un partido que agrupa posiciones progresistas. Como fruto de esta alianza, incorporó a varios cuadros técnicos para afrontar la campaña de segunda vuelta y aseguró que el fundador y principal promotor del radicalismo de izquierda, Vladimir Cerrón, no figuraría «ni de portero» en su gobierno.

Pedro Castillo prometió un gabinete de ancha base; sin embargo, hasta el día de su juramentación no se sabía quién o quiénes lo conformarían a ciencia cierta. Una sorpresa poco esperada fue el nombramiento de Guido Bellido como premier y que el país, y sus aliados, se enteraran de esta decisión en pleno acto de juramentación el 29 de julio en Pampa de la Quinua, en Ayacucho.

La decisión generó una gran polémica que desencadenó en la renuncia, antes de haber asumido el cargo formalmente, de los cuadros convocados a conformar el gabinete de otras tiendas políticas. El motivo de tanto rechazo es que Bellido, congresista elegido por Perú Libre, tiene una investigación en curso en el Ministerio Público por apología al terrorismo tras realizar un homenaje a la líder de Sendero Luminoso Edith Lagos en sus redes sociales. Este es un tema no menor en un país que durante años estuvo enfrascado en una lucha sin cuartel contra el terrorismo.

Perú Libre

Además, el nuevo primer ministro es muy cercano al líder de Perú Libre Vladimir Cerrón, lo que revela así su influencia sobre Castillo desde el primer día de gobierno. Esto es mayúsculo debido a que en el Perú cualquier decisión tomada por el presidente debe contar con el respaldo de su Consejo de Ministros. Por ello, colocar a una persona tan allegada a Cerrón en el puesto de premier ha hecho tanto a aliados como opositores pensar que el líder de Perú Libre, quien además tiene una condena firme por corrupción, más que un «portero» será el que sostenga las llaves en el actual gobierno.

El día de la juramentación de Bellido asumieron en las demás carteras personajes poco conocidos en la política nacional, en su mayoría vinculados de una u otra forma a Perú Libre, cerrando así cualquier promesa o posibilidad de moderación. Pero las carteras de Economía y Justicia, las dos más importantes para la estabilidad, continuaron desiertas hasta el 31 de julio, cuando se logró algún nivel de consenso con los aliados. Los cuadros técnicos Pedro Francke, economista de la izquierda moderada, y Aníbal Torres juraron como ministro de Economía y Justicia, respectivamente. Queda en duda si este gabinete puede tender los puentes necesarios para lograr un voto de confianza del Parlamento antes de fin de mes.

Jugando con fuego

La figura del economista Pedro Francke debía colocar paños fríos a la compleja situación desatada y brindar confianza en el manejo de este gobierno de la economía peruana, pero muchos temen que el daño ya esté hecho. Con el anuncio del nuevo gabinete, el dólar pasó por primera vez en la historia del Perú la barrera de los 4 soles. lo cual significa una fuerte depreciación de la moneda peruana que ya se había visto impactada desde el año pasado por la grave crisis económica causada por la pandemia.

Además, julio terminó con una caída de 15,13% acumulado de la Bolsa de Valores de Lima, mientras algunos inversionistas empezaron a liquidar sus acciones. Un sector no menor de economistas cree que un impacto negativo en la calificación crediticia del Perú es inminente.

No se sabe si es por impericia o por determinación, pero en solo una semana de gobierno Pedro Castillo ha logrado alienar a sus aliados, generar división dentro de su bancada en el Congreso y perder gran parte de su capital político con la ciudadanía. Hay quienes creen que esta es una movida para que el Congreso no le dé la confianza al gabinete Bellido y así acelerar el camino a una segunda negativa de confianza que pueda forzar un posible cierre del Congreso. Pero también hay quienes, no solamente desde la oposición, ya hablan de un posible escenario de vacancia. «El que con fuego juega, se quema», dice el refrán.

La llama está prendida y no parece haber señales de que se vaya a apagar pronto.

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Alejandra Puente

Alejandra Puente

Periodista. Conductora de "Peruanos al Bicentenario" en TV Perú

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