El que calla otorga: Petro y la crisis venezolana

El que calla otorga: Petro y la crisis venezolana

El silencio del presidente de Colombia contrasta con sus tuits, en los que repite la narrativa chavista que culpa a las sanciones de Estados Unidos por la migración y la crisis económica del país.

Por: Ana María Saavedra29 Feb, 2024
Lectura: 6 min.
El que calla otorga: Petro y la crisis venezolana
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

«Quien calla, otorga» dice el refrán popular. El silencio del presidente de Colombia, Gustavo Petro, sobre lo que ocurre en Venezuela, desde la inhabilitación de María Corina Machado hasta la detención de la defensora de derechos humanos Rocío San Miguel, plantea interrogantes sobre su verdadera capacidad para actuar como mediador para una salida democrática y su liderazgo regional.

¿Petro mediador?

Aunque desde su llegada al poder se ha insistido en que el presidente Petro juega un papel clave como mediador, los resultados no son visibles. Al contrario, el régimen venezolano da pasos agigantados en su consolidación como dictadura, similar a Cuba.

Para Ronald Rodríguez, director del Observatorio Venezuela de la Universidad del Rosario, el país se aleja de la democracia. La reciente expulsión de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la presunta participación del régimen en el secuestro del exmilitar venezolano Ronald Ojeda en Chile, complican este panorama.

Además, el conflicto de Guyana pone en entredicho el papel protagónico del presidente colombiano. Aunque es necesario tener en cuenta que el fracaso de la cumbre sobre Venezuela, realizada en Bogotá en abril de 2023, ya había sido una muestra de los problemas en esta mediación.

Recientemente se evidenció que la estrategia de silencio que mantiene Petro, buscando una oportunidad de negociar con Nicolás Maduro, podría resultar contraproducente. El 5 de febrero pasado, dos funcionarios del gobierno estadounidense —uno de ellos Juan González— visitaron al presidente colombiano. El medio independiente La Silla Vacía reveló que «en el encuentro, el presidente Petro desplegó una estrategia a dos bandas para mantener un canal de comunicación trasero entre Estados Unidos, el chavismo y la oposición, al tiempo que valoriza la posición de Colombia en el proceso venezolano, donde el país había perdido relevancia».

Sin embargo, días después se conoció la salida de González, director de la política para el hemisferio occidental. Esto dejó más interrogantes sobre la posición del presidente Joe Biden en pleno año electoral en Estados Unidos.

Laberinto

La senadora María José Pizarro, del oficialista Pacto Histórico y miembro de la comisión negociadora con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), justificó el silencio de Petro porque «hay prioridades». Dijo que una de ellas es que Venezuela «es uno de los países garantes del proceso de paz con el ELN, por ejemplo». Y agregó: «Estamos restableciendo unas relaciones que estuvieron rotas durante años y que tuvieron unos costos enormes».

La Paz Total, la apuesta principal de la administración Petro, pasa en buena medida por Venezuela porque allí se realizan las conversaciones con el grupo guerrillero. Pero ademñas, ese país juega un papel de facilitador en la recién anunciada mesa de negociación con la Segunda Marquetalia, disidencia liderada por Iván Márquez.

En sus justificaciones, Pizarro también mencionó los problemas internos del país. Por ejemplo, la no escogencia de la fiscal general y el restablecimiento de las relaciones con Venezuela. Si bien el gobierno anunció la apertura del consulado colombiano en Caracas, vital para los seis millones de colombianos que habitan ese país, el profesor Rodríguez asegura que aún no se sabe con claridad si su operatividad es real.

«Petro no es un estadista sino el líder de un proyecto político que no ha entendido la responsabilidad que tiene con los colombianos que viven en Venezuela. Tampoco los compromisos con los venezolanos en Colombia», explicó.

Parte de los descalabros de la política exterior de Petro se deben a la suspensión del canciller Álvaro Leyva. Este es señalado responsable por el fracaso de la cumbre de Bogotá. Así que la posición del gobierno colombiano frente a Venezuela no es fácil. Por un lado, están las negociaciones de paz. Por el otro, la presión nacional, por parte de congresistas, e internacional, materializada en una carta de Human Rights Watch reclamando su pronunciamiento.

Narrativas del chavismo

El silencio presidencial, más allá de las justificaciones de su papel como mediador, contrasta con sus tuits. Allí se repite la narrativa chavista de culpar a las sanciones de Estados Unidos a jerarcas venezolanos por la crisis migratoria y los problemas económicos.

Una nota realizada en Colombiacheck da cuenta de cómo a través de varios tuits Petro alienta la falsa narrativa chavista de acusar al bloqueo del éxodo de venezolanos.

De acuerdo con C-Informa (una iniciativa que reúne a los medios Efecto Cocuyo, ProBox, Medianálisis y El Estímulo) esta es una narrativa coherente con la estrategia desinformativa del chavismo. Esta es impulsada desde el año pasado en redes sociales con bots y cuentas falsas.

Otros retos internacionales

Mientras su papel como mediador en la crisis venezolana se desdibuja, el gobierno colombiano inicia el 2024 con otros retos. Entre ellos, ser la sede de la COP16 (Cali, del 21 de octubre al 1 de noviembre) y de la Cumbre de la CELAC.

Esto puede significar una posibilidad de que Petro ratifique su intención de liderazgo regional frente al cambio climático y a la protección de la Amazonía. La organización de la cumbre de la biodiversidad comenzó a instancias de la ministra de medio ambiente, Susana Muhamad. Pero el problema de Petro es que muchas de sus intenciones quedan en discursos y para ser un líder regional debe construir multilateralidad.

Sin embargo, el encuentro regional de la CELAC aún no tiene fecha definida. Como organizador de la cumbre serían tres frentes internacionales para 2024. Además de los problemas internos y la agenda de reformas en la que insiste el gobierno.

Petro ha demostrado que no tiene disciplina y tampoco cumple protocolos. Su canciller cuenta con un fracaso en la cumbre sobre Venezuela en Bogotá. Queda por demostrar si el actual canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, puede sacar adelante la ambiciosa agenda internacional de Colombia en este 2024.

El panorama respecto de la relación con Venezuela es el palo en la rueda de la aspiración de Gustavo Petro a ser líder regional.

Ana María Saavedra

Ana María Saavedra

Periodista colombiana. Directora de Colombiacheck. Ha trabajado como editora del diario «El País» de Cali. Becaria del programa Balboa en «El País» de España.

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