Ecuador: muerte cruzada mantiene al presidente Guillermo Lasso en funciones

Ecuador: muerte cruzada mantiene al presidente Guillermo Lasso en funciones

Con el instrumento de la muerte cruzada, controvertido pero constitucional, el presidente Lasso escapa de un juicio político inminente y provoca la disolución de la Asamblea Nacional ecuatoriana y elecciones anticipadas.

Por: Johannes Hügel24 May, 2023
Lectura: 7 min.
Ecuador: muerte cruzada mantiene al presidente Guillermo Lasso en funciones
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

En la madrugada del 17 de mayo de 2023, poco antes de culminar su segundo año de gobierno y en el marco de un proceso de juicio político en su contra por su presunta participación en un escándalo de peculado, el presidente Guillermo Lasso emitió el decreto ejecutivo n.º 741 con el que disuelve la Asamblea Nacional del Ecuador por «una grave crisis política y malestar interno». En el fondo, se desarrolla una lucha de poder entre los poderes Ejecutivo y Legislativo desde que asumió el cargo, lo que restringe severamente la gobernabilidad del país. El Consejo Nacional Electoral debe fijar ahora una fecha para las nuevas elecciones a la presidencia y a la Asamblea Nacional, que deberán tener lugar en un plazo máximo de seis meses.

Disolución de la Asamblea Nacional

La muerte cruzada (o muerte mutua) consagrada en el artículo 148 de la Constitución de 2008 permite al presidente disolver el Parlamento prematuramente una única vez dentro de los primeros tres años de gobierno. Esta muerte mutua de los poderes Legislativo y Ejecutivo significa que obligatoriamente deberán desarrollarse nuevas elecciones para la Asamblea Nacional y para el cargo de presidente dentro de seis meses. Al utilizar la muerte cruzada, el presidente Lasso ha enviado una señal inequívoca a la Asamblea Nacional.

Un día antes, Lasso había defendido su inocencia en el Parlamento durante la vista del juicio político iniciado en su contra por su presunta participación en un escándalo de malversación de fondos. Inicialmente había un número suficiente de diputados dispuestos a votar en contra de su destitución. Sin embargo, el máximo representante decidió relevar de sus funciones a los 137 diputados y no participar en la incierta negociación sobre votos y concesiones éticamente cuestionables de cargos.

De acuerdo con el procedimiento establecido en la ley, el Consejo Nacional Electoral (CNE) deberá ahora fijar elecciones parlamentarias y presidenciales anticipadas en un plazo máximo de siete días. En ellas se elegirán un nuevo presidente y nuevos diputados, que permanecerán en el cargo hasta el final del período legislativo actual en mayo de 2025. Según los anuncios iniciales, se espera que las elecciones anticipadas se realicen el 20 de agosto de 2023 y la segunda votación el 15 de octubre de 2023. Hasta la instalación de la nueva Asamblea Nacional, el presidente puede emitir decretos que se consideran «económicamente urgentes», pero están sujetos a revisión por el Consejo Nacional Electoral. Este órgano actúa ahora como el único contrapeso del presidente.

Proceso electoral extraordinario

En aras de garantizar la convivencia hasta las elecciones, no es poco importante que el jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador, Nelson Proaño, expresara su apoyo a la decisión del presidente ante la situación actual y afirmara que, en caso de enfrentamientos violentos, «actuaremos con decisión para proteger al país y a sus ciudadanos». Se trata de una declaración notable, en vista de la relevancia de las fuerzas armadas en la defensa del orden constitucional del país.

Según las evaluaciones de las publicaciones en las redes sociales, la aprobación de la decisión de disolver el Parlamento supera el 70 % de la población. El presidente Lasso expresó en entrevista con CNN Español su convicción de que la aplicación de la muerte cruzada representa un buen escenario para evitar el regreso del expresidente Rafael Correa, condenado por corrupción. Sin embargo, muchos observadores, incluidos actores cercanos al gobierno, se mostraron muy sorprendidos por la decisión del presidente. Otros expertos y analistas, en cambio, se muestran preocupados por escenarios futuros que puedan poner en riesgo la democracia del país.

Perspectivas electorales

En vista de la proximidad de las elecciones extraordinarias, se perfila un espectro electoral complejo que ejerce una enorme presión sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y los partidos y movimientos políticos. Esto se debe a que estos últimos tienen que armar sus listas electorales a corto plazo hasta fines de mayo, con el partido Revolución Ciudadana, cercano al expresidente Rafael Correa, que logró posicionarse sólidamente como la fuerza líder en Ecuador en las elecciones regionales de febrero. Partidos como el Partido Social Cristiano (PSC) y el Pachakutik, que representa a la población indígena, se han visto gravemente debilitados debido a disputas internas.

Sin embargo, no se debe sobreestimar el estado de ánimo actual, ya que las fuerzas cercanas al correísmo aún están muy por debajo de sus valores históricos y es poco probable que obtengan más de un 38 % en las próximas elecciones. El regreso del correísmo al poder no se puede dar por hecho, pero tampoco se puede descartar.

Para tener una oportunidad real contra el bloque de la Revolución Ciudadana sería beneficioso un acuerdo de las fuerzas moderadas con un candidato o candidata común, así como una cooperación constructiva a largo plazo. El actual gobierno tendrá ahora alrededor de seis meses para trabajar lo mejor que pueda, en acuerdo con el Consejo Nacional Electoral y sin el estorbo de una Asamblea Nacional polémica que bloquea las reformas.

Las personas miran el futuro con temor

Nuevamente, la gente está sorprendida por una clase política en gran parte sin preparación, que ha logrado complicar aún más una situación ya difícil en el país. Muchos esperaban que el presidente hiciera lo que fuera necesario para que su administración durara, allanando el camino para elecciones ordenadas en 2025. Sin embargo, para ser justos, hay que decir que desde que asumió el cargo no ha podido hacer mucho. Pues la mayoría de los proyectos del gobierno estaban condenados al fracaso debido a un persistente bloqueo de una mayoría hostil en la Asamblea Nacional.

Si uno describiera la situación actual en el pequeño país andino, lo haría desde dos perspectivas. Por un lado, la de las personas que se encuentran en una posición económicamente ventajosa y disponen de tiempo para seguir la actualidad. Por otro lado, a los ojos de casi el 60 % de la población, que tiene que llegar a fin de mes con algo menos de 450 dólares estadounidenses al mes y para quienes palabras como parlamento y gobierno son, lamentablemente y con demasiada frecuencia, sinónimos de corrupción o incompetencia. No es casualidad que los índices de aprobación del gobierno y de la Asamblea Nacional, que ya estaban en 12,62 y 6,64 % respectivamente a fines de 2022, sigan cayendo.

Conclusión: la democracia está nuevamente bajo escrutinio

Además, la mayoría de la población teme por el futuro, ante una grave crisis de seguridad que se está sintiendo en casi todas partes. La delincuencia organizada y, en particular, los delitos relacionados con las drogas desempeñan aquí un papel importante. Ecuador es actualmente el sexto país más peligroso de la región. Sufre un aumento de 82 % en las muertes violentas entre 2021 y 2022, y más de 25 muertes por cada 100.000 habitantes. Además, existe una situación incierta del mercado laboral que, en un contexto de falta generalizada de perspectivas, hace que cada vez más personas —se mencionan cientos de miles— decidan dar la espalda a su país y emigrar.

Una vez más, la democracia en Ecuador está bajo escrutinio. El legado del gobierno de Correa todavía pesa mucho en el país y se refleja sobre todo en la compleja y débil institucionalidad condicionada por la actual Constitución. La ausencia de partidos políticos reales y la inmanejable cantidad de más de 300 movimientos políticos sin ninguna estructura digna de mención, constitución democrática interna ni transparencia hacen casi imposible la participación política consciente de los votantes. Para un nuevo gobierno y un nuevo Parlamento que se sienta comprometido con la democracia, sigue siendo una tarea indispensable abordar con determinación las reformas políticas e invertir en educación política, profesionalización y transparencia, para crear un concepto de país a largo plazo en vez de perseguir la satisfacción política a corto plazo de las necesidades.

Versión abreviada del artículo original, publicado en el sitio web de la KAS Ecuador, en idioma alemán.
Traducción de Manfred Steffen, oficina KAS Montevideo.

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Johannes Hügel

Johannes Hügel

Representante de la Fundación Konrad Adenauer para Ecuador

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