La campaña de Donald Trump se benefició de una estrategia centrada en la economía. Utilizó una retórica que apelaba a sentimientos de nacionalismo y populismo. Esto le permitió resonar con un electorado que priorizaba las preocupaciones económicas por encima de los temas sociales.
El candidato del Partido Republicano tendrá mayoría en el Congreso y pocos resortes que limiten su actuación apenas asuma el poder el próximo 20 de enero de 2025.
Efectos inmediatos
Los mercados financieros reaccionaron muy rápido y de manera positiva ante la victoria republicana. Aumentó el valor del dólar y los rendimientos de los bonos del tesoro. Esta respuesta indica confianza en la capacidad de Trump para impulsar políticas económicas que promuevan el crecimiento. Aunque, mirando más adelante persiste el temor a una volatilidad futura derivada de políticas comerciales restrictivas.
Además de efectos en los mercados, referentes de la opinión pública y líderes mundiales expresaron contundentes opiniones sobre la victoria republicana. El politólogo Francis Fukuyama dijo al Financial Times que “está claro que a la gran mayoría de los votantes de la clase trabajadora simplemente no les importaba la amenaza al orden liberal, tanto nacional como internacional, planteada específicamente por Trump”.
Por otra parte, el resultado de las elecciones en Estados Unidos dejó en evidencia un debilitamiento de la Unión Europea. Las cancillerías europeas temen que su victoria ponga en cuestión el apoyo a la guerra en Ucrania. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se expresó al respecto la semana pasada en Budapest, en la V Cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), que tenía formalmente una agenda centrada en migración y economía, pero que, como era previsible, se centró en los efectos de la reelección de Trump. Aseguró “la única receta de la UE para sobrevivir” a la victoria de Trump es “estar más unida, construir una Europa más fuerte, una Europa más soberana”.
El director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile, Jorge Sahd, interpreta que la reacción de los mercados financieros en clave de las “propuestas de desregulación” y “el efecto
Expectativas del segundo Trump
En inmigración, se prevé la implementación de políticas más estrictas, como la deportación de 11 millones de inmigrantes indocumentados, la mayor en la historia de EEUU, y la construcción de grandes centros de detención. La administración buscará restaurar políticas de “permanecer en México” y limitar drásticamente el asilo. Trump también adelantó en campaña que hará el cierre de la frontera sur y el fin de la ciudadanía por derecho de nacimiento. A su vez, uno de los cambios más notables en esta elección fue el apoyo del voto latino a Trump, que alcanzó el 45%, un aumento considerable respecto al 32% de 2020.
El nacionalismo trumpista está preparado para imponer aranceles de 10% a 20% a la importación de la mayor parte de los productos extranjeros. China será el centro de esta política, porque Trump contempla establecer aranceles de 60% a los bienes importados desde ese país. También prometió recortes fiscales expansivos para beneficiar a las corporaciones, a los trabajadores que reciben propinas, a los ancianos que cobran la seguridad social y a los propietarios del noreste, por ejemplo. Además, buscará recortar el gasto público con la ayuda del CEO de X, Elon Musk.
Política exterior
En política exterior, Trump utilizó el eslogan America Firsten su pasado mandato y es probable que mantenga esta postura aislacionista en su presidencia. Su discurso se ha caracterizado por un matiz proteccionista, de no intervencionismo y nacionalismo.
Durante la campaña electoral, Trump afirmó que detendría la guerra entre Rusia y Ucrania en un día y prometió recortar la financiación estadounidense para Kiev. Esto podría implicar una renegociación de la asistencia militar a Ucrania, lo que preocupa a los líderes europeos. Igualmente, el mandatario electo habló el jueves 5 de noviembre con el presidente ruso, Vladimir Putin, y le aconsejó que no intensifique la guerra en Ucrania, recordándole la considerable presencia militar de EEUU en Europa.
Además, se espera que Trump continúe su firme apoyo a Israel y su buena relación con Benjamin Netanyahu. De hecho, ya recibió a un enviado de Netanyahu para trazar un plan que permita debilitar a Irán, liberar a los rehenes de Hamas y pactar una tregua en Líbano.
Dear Donald and Melania Trump,
Congratulations on history’s greatest comeback!
Your historic return to the White House offers a new beginning for America and a powerful recommitment to the great alliance between Israel and America.
This is a huge victory!
In true friendship,… pic.twitter.com/B54NSo2BMA
— Benjamin Netanyahu – בנימין נתניהו (@netanyahu) November 6, 2024
Además, respecto a los consensos internacionales, Trump muestra un posicionamiento distante a la Agenda 2030. La administración probablemente revertirá muchas de las iniciativas ambientales del gobierno de Biden, priorizando la producción de combustibles fósiles y la reducción de regulaciones. Asimismo, sus políticas conservadoras anticipan un retroceso de la agenda woke.
El gabinete Trump y la justicia
Además del vicepresidente electo, J. D. Vance,Trump anunció que Susie Wiles, su jefa de campaña, se convertiría en su secretaria general. Será la primera mujer en ocupar este cargo en los Estados Unidos. A sus 67 años, Wiles tiene a sus espaldas una carrera política de cuatro décadas.
La mayoría de los puestos del gabinete, como los secretarios de Defensa y Seguridad Nacional, requerirán la confirmación del Senado. Como Trump tendrá la mayoría republicana en esa Cámara, será fácil la confirmación de las designaciones clave. Se trata de alrededor de 26 puestos.
Por otra parte, la victoria de Donald Trump podría garantizar una mayoría conservadora en la Corte Suprema. Esto se debe a que puede hacer nombramientos adicionales. La posible jubilación de jueces como Clarence Thomas y Samuel Alito podría facilitar la designación de nuevos magistrados alineados con la agenda política conservadora en temas como derechos reproductivos y regulaciones ambientales.