Gabriel García Moreno, un presidente éticamente responsable con políticas sobresalientes

Gabriel García Moreno, un presidente éticamente responsable con políticas sobresalientes

A 150 años de su muerte, una efeméride del expresidente ecuatoriano que ejerció la política desde sus valores católicos.

Por: Carlos Freile6 Ago, 2025
Lectura: 5 min.
Gabriel García Moreno, un presidente éticamente responsable con políticas sobresalientes
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Gabriel García Moreno ocupó la presidencia de la República del Ecuador de 1860 a 1875, con un intermedio. No continuó en el poder, luego de ser reelecto de acuerdo a la Constitución vigente, porque fue asesinado el 6 de agosto de 1875.

García Moreno encontró un país profundamente dividido. De hecho, él logró reunificarlo, pues se había fragmentado en cuatro y estaba en peligro de desaparecer. Esta división por ambiciones caudillistas se agravaba por la falta de vías de comunicación en una geografía muy difícil por la presencia de la cordillera de los Andes y las selvas tropicales. Gran parte de la población no se hallaba integrada a la sociedad. Se hablaba sobre todo el quichua y varias comunidades indígenas hablaban otros idiomas minoritarios.

La geografía y la tradición habían establecido la vigencia de tres focos regionales con sus respectivas oligarquías: Quito, Guayaquil y Cuenca. No existía en estos grupos hegemónicos un concepto claro de patria y de nacionalidad.

La economía se hallaba en un nivel precario, sin productos masivos de exportación y con gran parte de la población reducida a la subsistencia. El Estado, con ingresos inseguros y escasos, no alcanzaba a enfrentar las necesidades básicas. Además, se debía pagar la enorme deuda contraída en la guerra por la independencia a acreedores ingleses.

Se debe recalcar que desde 1830 (año de la fundación de la República) hasta 1860 se habían dado treinta alzamientos militares para tomarse el poder, sin contar otras muchas revueltas cuartelarias, con el consiguiente resultado de muertos, heridos, destrucción de bienes e inseguridad permanente.

Plan de gobierno

Frente a esa realidad estableció un proyecto para convertir al Ecuador en un país moderno y asegurar a la población un porvenir seguro y abierto al progreso. Para ello debía garantizar la paz y la seguridad de la población, sanear las finanzas, construir vías de comunicación y ampliar de manera gigantesca la oferta educativa.

Los objetivos a lograrse requerían un liderazgo firme y honesto. Requerían de la colaboración de funcionarios de conducta intachable, tanto a nivel nacional como local, con un auténtico sentido de servicio a la comunidad y sin búsqueda de beneficios personales, en la línea dada por su ejemplo.

¿Qué hizo Moreno?

Profesionalizó la carrera de las armas con la fundacion de la Escuela de Cadetes. Tecnificó las finanzas públicas. Racionalizó los ingresos (en especial Aduanas y Diezmo, cobrado por el Estado en esa época) y los egresos. Se rodeó de funcionarios probos. Inició la construcción de una red de carreteras carrozables con la que los campesinos podían sacar sus productos a los mercados. Comenzó el trazado del ferrocarril para unir las dos regiones naturales —Sierra y Costa— antes con comunicaciones muy difíciles. Inició el tendido de la línea telegráfica. Elevó los salarios de los trabajadores, generalmente indígenas, en estas obras públicas.

Potenció la educación desde la primaria, a la que declaró obligatoria y gratuita, incluida la indígena con maestras especiales. Fundó una serie de colegios para chicos y chicas. Reformó la Universidad y fundó la Escuela Politécnica, pues pensaba que hacían falta ingenieron para el avance industrial (sus profesores fueron en su mayoría jesuitas alemanes). Fundó centros superiores para las artes. Eliminó la condición económica para elegir y ser elegido.

Su acción política

García Moreno estaba convencido de que sin moral no existe el orden necesario para que la sociedad progrese. La moral, por su parte, solo puede basarse en la religión vivida con autenticidad. Por eso impulsó, con la colaboración de las autoridades eclesiásticas, la reforma del clero y trajo varias comunidades religiosas extranjeras para que se dedicaran a la educación y a las misiones.

Para facilitar la labor de la Iglesia, firmó con la Santa Sede un Concordato. Se superó así la herencia colonial de la sujeción de la Iglesia al Estado. Se le ha criticado porque en la Constitución de 1869 estableció la condición de ser católico para gozar de la ciudadanía. Para ello partía del beneficio formativo de la fe católica, pero también de que esta era el único vínculo que unía a los ecuatorianos.

Presidente García Moreno cargando la cruz (autor desconocido)

“Mártir de la fe”

Las acciones administrativas y políticas de García Moreno nacen de su personalidad profundamente católica. Es verdad que al principio tuvo cierta tendencia liberal. Pero en la madurez siempre actuó dentro de los parámetros de la fe y la moral católica. De allí proviene su inmaculada honradez, la que trasmitió a sus colaboradores. Vivió con caridad práctica la entrega a los demás y la preocupación por los más necesitados del pan material, del espiritual y del intelectual.

Sobre todo en la última etapa de su vida solía con frecuencia entregar fondos de su propio bolsillo para ayudar tanto a personas como a instituciones. También asistía en persona a los exámenes en la Universidad con el fin de constatar el adelanto en las ciencias físicas y naturales, a las que se había dedicado por afición especial durante su estadía en Francia.

Siempre vio en la política una forma de servir a Dios y al prójimo. En los últimos meses de su vida con frecuencia se refería al ofrecimiento que había hecho de su vida a Dios para bien de la Iglesia y de su pueblo, no solo en el servicio público sino en la muerte, posiblemente provocada por sus enemigos, lo cual sucedió el 6 de agosto de 1875.  Por eso, en su tiempo muchos católicos, entre ellos los papas Pío IX y León XIII, le consideraron mártir de la fe.

A los 150 años de su muerte, su ejemplo es de actualidad para todos los políticos deseosos de servir a la comunidad con eficiencia y respeto a la ley y a la moral.

Carlos Freile

Carlos Freile

Estudios en Chile, Alemania, Ecuador. Doctor en Filosofía (PUCE Quito). Profesor Emérito USFQ. Numerario Academias Ecuatorianas de la Historia, de la Lengua, de Historia Eclesiástica. Autor de una veintena de libros y más de cien artículos.

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