Luego de los diez años de mandato del expresidente Rafael Correa (2007-2017) y los cuatro años de Lenin Moreno —que fueron vistos como un período de transición (2017-2021)—, la presidencia de Guillermo Lasso aparece como una opción de corrección a los desequilibrios macroeconómicos y se encuentra en el camino de construcción de su identidad política. Este artículo procura dar cuenta de los avances del mandato de Lasso en su primer año y dibuja unas tempranas perspectivas de cara a los tres años restantes.
Respuesta al covid-19
Una de las más relevantes propuestas de campaña del entonces candidato Lasso fue vacunar a 9 millones de ecuatorianos en los primeros 100 días de gobierno. Así, la diplomacia de las vacunas se activó antes de la posesión formal el 24 de mayo de 2021.
Por medio de este programa, la administración de Lasso logró procurarse la provisión de las suficientes dosis para alcanzar la meta, incluso en menos tiempo del ofrecido. Esta operación le mereció al Ecuador, al presidente, al canciller y a la ministra de Salud amplios reconocimientos locales e internacionales. En mayo de 2021, menos del 5 % de la población había recibido una dosis; actualmente, el 83 % de ecuatorianos mayores de 3 años están vacunados con dos dosis; el 36 % recibieron la dosis de refuerzo, y hace poco arrancó la cuarta dosis.
Reactivación productiva
El crecimiento económico del país fue de –7,8 % en 2020, sin lugar a duda el resultado más adverso de las últimas décadas, incluso peor que el registrado producto de la crisis financiera de fin de siglo pasado. En contraste, una población vacunada impulsó el consumo de los hogares en particular y la dinámica económica en general, y resultó en un efecto rebote para el crecimiento que llegó a 4,2 % en 2021.
El ciclo de reproducción de la actividad económica se vio alimentado por mayores exportaciones petroleras (principalmente por efecto de un precio mayor del barril), el aumento de exportaciones no petroleras (en especial, de camarón) y el aumento del crédito de la banca privada. Un factor adicional fue la abultada cantidad de remesas recibidas, que superaron los USD 4000 millones el año pasado.
Equilibrios fiscales
Luego de un desbalance desproporcionado de las cifras macroeconómicas, Ecuador ha iniciado un proceso de consolidación fiscal. En el mandato de Moreno se produjo una relevante renegociación de la deuda que benefició a ese gobierno y al de Lasso, en materia de pagos. En el caso de los ingresos, el mayor dinamismo de la economía y las importantes cifras de recaudación tributaria han permitido reducir de manera significativa el déficit fiscal a algo más de USD 2000 millones. De hecho, al inicio de 2022 se ha registrado superávit fiscal en las cuentas públicas.

Inversiones y apertura
La visión del gobierno de Lasso es que el sector privado sea el protagonista del desarrollo económico y el sector público se dedique a tareas de atención básica para la población. De la mano de su ministro de Producción, se desarrolló el Foro «Ecuador Open for Business» que buscaba la atracción de inversiones. En el primer año se comprometieron USD 5000 millones en inversiones bajo el instrumento de contratos de inversión. El portafolio de inversiones supone proyectos por USD 39.000 millones. Adicionalmente, Lasso decidió que el país retorne al tribunal de arbitraje internacional del CIADI, como señal de predictibilidad para las inversiones.
Por otro lado, se abrieron sendos frentes de negociación de acuerdos de libre comercio. El reto del gobierno es firmar diez tratados hasta 2025. El primero estaría a semanas de concretarse con México y, posteriormente, el ingreso a la Alianza del Pacífico. Además, avanzan las conversaciones con China, Corea del Sur, Canadá, entre otros.
Inseguridad: reto complejo
Los hechos de violencia registrados en cárceles y en lugares públicos de Ecuador han aumentado la percepción de inseguridad en la población. Durante este primer año se produjeron matanzas en los centros de detención que sumaron cientos de víctimas, motivados por ajustes de cuentas y riñas entre bandas. El saldo de la batalla contra el crimen, según el gobierno, presenta en 2021: desarticulación de más de 1350 bandas, incautación de más de 7500 armas y 231 toneladas de droga, un récord histórico para el Ecuador. En lo que va de 2022 ya fueron incautadas 85 toneladas, el triple del año anterior en el mismo período.
Adicionalmente, a través del nuevo ministerio del Interior, y con apoyo y cooperación internacional, se invertirán USD 1200 millones hasta el año 2025 para fortalecer a la policía nacional y se llevarán a las calles 30.000 nuevos policías. Los frentes de riesgo latente son la minería ilegal, el narcotráfico y el crimen organizado.
Relación con el Parlamento
La elección de febrero de 2021 arrojó un resultado en el que ningún partido por sí solo tendría la mayoría en la Asamblea Nacional. Una vez que Lasso ganó la elección, su realidad resultaba menos favorable, ya que contaba con 12 legisladores electos. Por ello, acudió a una primera alianza con Pachakutik, Izquierda Democrática e independientes, para instalar la primera sesión y definir sus autoridades. Luego de ello, las mayorías móviles alrededor de ciertos temas han sido la tónica.
Esta realidad ha llevado al presidente a plantear públicamente que no gobernaría con el Legislativo y usaría las herramientas del Poder Ejecutivo para conseguir sus objetivos. Este camino no resultaría sencillo en caso de candados legales o constitucionales que obliguen a Lasso a pasar regulaciones por la Asamblea, como en materia laboral.
Los próximos tres años
En el corto plazo, el escenario económico luce menos complejo que el político. Este último presenta algunos retos para la consecución de los objetivos del gobierno y para la estabilidad democrática del país. Si bien el presidente ha dicho que no usaría su capacidad de disolver la Asamblea, no se pueden descartar tensiones suficientes que puedan derivar en procesos de inestabilidad institucional, como ha sucedido durante la historia reciente del país.
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