El próximo domingo la Argentina tendrá elecciones PASO, el primer test electoral de alcance nacional en este 2019, en las que se elegirá presidente. El actual primer mandatario Mauricio Macri se juega su reelección, y el peronismo, la chance de recuperar el poder detrás de la candidatura de Alberto Fernández y su compañera de fórmula Cristina Fernández de Kirchner.
Las próximas primarias en realidad no funcionarán como tales, al menos para las candidaturas presidenciales, porque no hay pelea entre precandidatos dentro de las principales fuerzas partidarias. De hecho, las encuestadoras de todas las orientaciones políticas coinciden en que casi el 85% del electorado elegirá entre estas dos opciones partidarias: Juntos por el Cambio (Mauricio Macri/Miguel Ángel Pichetto) y el Frente de Todos (Alberto Fernández/Cristina Fernández de Kirchner).
En ese contexto de polarización, una vez más, se puso el acento en el carácter obligatorio de las PASO en la Argentina. Según la Ley de Presupuesto se desembolsarán 3000 millones de pesos sólo para el operativo de los comicios, sin contar los aportes obligatorios del Estado a los partidos políticos.
En las elecciones próximas intervendrán varios factores. Por ejemplo, el voto joven. Sólo en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral, los nuevos votantes —a partir de los 16 años de edad— son más de 500.000 jóvenes y representan el 6 % del padrón bonaerense. También los extranjeros tendrán un rol especial. En el mismo distrito de Buenos Aires hay unos 700.000 extranjeros habilitados para votar. En este sentido fue crucial el mensaje del presidente representante de Venezuela, Juan Guaidó, en los últimos días pronunciándose a favor de mantener en la Argentina el rumbo de ratificación de la República.
Otro eje es el posicionamiento de los gobernadores provinciales. Siguiendo el cronograma electoral, la mayoría de las provincias ya han elegido gobernador y en la mayoría de esas elecciones triunfaron fórmulas peronistas. El ejemplo más claro es el de Santa Fe, donde Omar Perotti logró recuperar ese bastión para el PJ al ganarle al actual gobernador Miguel Lifschitz, socialista, luego de doce años. Perotti se pronunció a favor de la candidatura Fernandez/Fernández de Kirchner. Otros gobernadores irán en estas PASO nacionales con boletas cortas, es decir, presentando candidaturas provinciales y municipales pero no nacionales y dejando en libertad de acción a sus votantes. Es el caso del referente cordobés, Juan Schiaretti, una provincia que representa casi el 8 % del electorado total.
Por otra parte, cabe preguntarse cómo impactará el resultado electoral sobre una economía que no termina de recuperarse, y viceversa. En ese sentido, el impacto del efecto China sobre el mercado doméstico en las horas previas a las elecciones y la suba del dólar, como ocurrió en todos los países emergentes pero especialmente en la Argentina, podría profundizar el malestar de los votantes respecto de la inflación de dos dígitos y la caída del empleo.
En cuanto a lo que vendrá, la Fundación Mediterránea señaló que un triunfo holgado en las urnas de la fórmula Fernández/Fernández de Kirchner generaría una suba del dólar y de las tasas, pero especialmente un parate en la toma de decisiones de inversión. En cambio, un triunfo de Macri/Pichetto o una derrota pero por escaso margen podrían afectar menos en este último sentido, aunque este último escenario también generaría turbulencias en los mercados.

Fuente: IERAL, Fundación Mediterránea | Gentileza Grupo Crónica Argentina