La velocidad de los anuncios y las peleas del presidente colombiano, Gustavo Petro, tienen siempre corriendo al país. Corren los políticos de la oposición para hacerle frente a sus anuncios. Los analistas tuiteros discuten las afirmaciones presidenciales en hilos o comentarios. Corren políticos e influenciadores petristas para salir a defender y justificar al mandatario. Corremos los periodistas con esta vorágine de noticias.
Expresiones
En el último mes, la escalada de anuncios presidenciales no ha parado. El viernes 15 de marzo, en un discurso público en Cali, Petro dijo que Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente para «transformar las instituciones». Luego, en un tuit, explicó que no se trataba de una constituyente para reemplazar la del 91 ni para perpetuarse en el poder.
A la constituyente le siguió, solo dos días después, una alocución presidencial en la que insistió con el metro elevado para Bogotá. Esta vez, en una de modificar la primera línea, basado en un estudio de la Sociedad Colombiana de Ingenieros.
El punto álgido de este boom de anuncios fue el martes dos y miércoles tres de abril, con las intervenciones por parte de la Supersalud de dos de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) con más usuarios. La medida administrativa se tomaba justo cuando el Congreso hundía la reforma a la salud. Después, el jueves cuatro, con su intervención en la Gran Asamblea Nacional Cafetera, dijo que «el Estado tiene que tomar las riendas del Fondo Nacional del Café para proteger y dar un buen uso a recursos públicos, que deben estar al servicio de asociaciones de pequeños caficultores con el objetivo de cultivar más, industrializar el grano y llevar paz a los territorios cafeteros».
A este frente de pelea se le sumó días después la decisión de nombrar como gerente del sistema de medios públicos (RTVC) a Hollman Morris. Es uno de sus aliados fieles pero sobre el que pesan varias denuncias de acoso laboral y de acoso sexual. Morris era uno de los vicepresidentes de RTVC. Pero la salida de Norida Rodríguez, luego de una serie de denuncias, le permitió a Petro nombrar a uno de sus mayores defensores como líder de los medios públicos. En su anterior cargo, Morris ya había impuesto una línea afín al petrismo.
Frentes abiertos
Analizar los frentes que Petro ha abierto mediante sus anuncios podría terminar en un libro tan largo como el Ulises de Joyce. Tendría capítulos de sus peleas con los presidentes de El Salvador, Argentina e Israel. O los problemas de su apuesta a la paz total, cada vez más enredada con las ocho negociaciones con diversos grupos ilegales. Sus recurrentes peleas y descalificaciones contra algunos medios de comunicación y periodistas. Y sus ideas acerca de la transición energética y el cambio climático.
Por eso, en este artículo nos centraremos en dos de los frentes más recientes y coyunturales de este gobierno: la propuesta de una constituyente y la reforma a la salud.
La constituyente: ¿un globo?
Petro habló de la constituyente en el monumento a la resistencia de Cali, símbolo del estallido social de 2021. Habló frente a miembros de las comunidades indígenas, que llegaron a la ciudad para reunirse con él, y cientos de sus seguidores.
En la plaza pública, habló del mandato del pueblo y se quejó por la imposibilidad de llevar a cabo sus reformas por la oposición de las instituciones. Como en sus épocas de candidato, se declaró perseguido y anunció la necesidad de una constituyente.
Varios analistas coinciden en que la propuesta de Petro no tiene un plan estructurado, sino que es parte de su improvisación. El politólogo Camilo Cruz Merchán, investigador en el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, publicó un análisis en el que opinó que «fue una alusión. No es un proyecto político concreto. Fue un comentario en el marco de un acto en un lugar simbólico (…) que responde al deseo constante del mandatario de ser validado en la tribuna pública».
Tres analistas invitados al panel de Hora 20 de Caracol Radio llegaron a una conclusión similar. Rodrigo Uprimny, exdirector de Dejusticia, aseguró que la asamblea constituyente es un debate innecesario, que distrae al presidente de sus tareas de gobierno. La abogada constitucionalista Liliana Estupiñán cree que se trata de un globo, un escenario de la campaña de 2026 en el que todos los actores políticos cierran la posibilidad de consensos y acuerdos.
Uprimny resume que Petro cambia su discurso frente a este tema: «En Cali, su intervención daba a entender que su propuesta era la de una asamblea refundacional. Luego dice que es una constituyente acotada, a veces para seis temas. Luego en su trino habla de ocho. Muestra una enorme ambigüedad y para la mayoría de esos temas no se requiere ni siquiera una reforma constitucional. Como en el proceso de paz, que solo requiere ser implementado».
El proceso constituyente convocado no es ni para cambiar la constitución del 91 , ni para perpetuarme en el poder.
En las más de tres décadas que han oasado desde 1991, los poderes constituidos por el constituyente del 91, no han podido resolver varios problemas fundamentales… https://t.co/BRxPF3qrYZ
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 18, 2024
La propuesta no parece tener capacidad ni en el Congreso ni en las calles. Sus palabras generan incertidumbre en un escenario convulso. Y sobre todo, evidencian cómo Petro se radicaliza cada vez más.
Reforma a la salud: el castillo de naipes
El periodista Daniel Coronel recordó las palabras del presidente en una entrevista de abril de 2023: «¿Si yo quisiera acabar las EPS sabe qué hago? No presento el proyecto. Dejo que pase lo que está pasan (…) Y chu-chu-chu, eso es un dominó. Ni siquiera hay que demorar pagos. Simplemente EPS quebrada, sus afiliados, como lo han hecho hasta ahora, tienen que pasar a las que quedan. Y esa se cae».
Ante la decisión de intervenir dos EPS, más la carta en la que Compensar pedía ser liquidada por la compleja situación financiera, el Gobierno será el directo responsable del servicio de salud de 25 millones de personas.
El exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, expresó en una entrevista con María Jimene Duzán que el estado no está en capacidad de asumir el control del sistema de salud y necesita un acuerdo con los agentes de las principales EPS para evitar la crisis total.
César Caballero, director de la encuestadora Cifras y Conceptos, tiene la misma percepción. «No creo que el gobierno tenga un plan luego de la intervención de las dos EPS con más usuarios. Esto va a tener un costo político y económico para el gobierno, y lo más grave es que tendrá un costo de vidas. Este podría ser el talón de aquiles del presidente».
El efecto dominó, o de castillo de naipes, al que refiere Petro con las EPS puede reflejarse en él. La reforma a la salud fue justamente la razón por la que se dinamitó su coalición. Inició su mandato con mayorías en el Congreso, que le permitieron realizar una ambiciosa reforma tributaria, la Ley de la Paz Total y la creación del Ministerio de la Igualdad, dirigido por la vicepresidenta, Francia Márquez. En el cronograma quedaban otras reformas vitales para su proyecto —laboral y pensional—que podrían hundirse por la mala relación con los congresistas y la falta de un espíritu de diálogo.
Mucho anuncio, poco cambio
En sus tuits y en sus intervenciones públicas, Petro culpa al sistema y a las élites por la imposibilidad de llevar a cabo sus reformas y cumplir su promesa de cambio.
Como explica César Caballero: «Petro tiene un estilo similar al de Uribe
Y cita varios ejemplos de anuncios que no se concretan: «Propuso un tren eléctrico entre Buenaventura y Barranquilla y tuvo a todos hablando sobre la imposibilidad de realizarlo. Dijo que iba a ordenar que se hiciera un subterráneo entre la salida de Bogotá y Soacha. No pasó nada. No prepara medidas, él solo va anunciando. A veces, los ministros le hacen caso, otras no porque parte del gran problema es que no pasa nada. Llega tarde a todo, presentó los proyectos tarde, ejecuta el presupuesto tarde, nombra a la gente tarde».
Mientras todos corremos frente a cada nuevo anuncio del presidente, él va dejando a su paso temas inconclusos que luego retoma inesperadamente en un tuit o en un discurso. El tiempo corre, solo quedan dos años y tres meses para su ambicioso plan de reformas. Al final, el cambio anunciado parece no llegar para los electores de Petro. Cada vez lo acompañan menos en las calles y en las urnas, como se evidenció en las elecciones regionales, o se declaran decepcionados en redes sociales.