Pasadas las elecciones europeas, la niebla se disipa lentamente y muchos vuelven a respirar más normalmente. En las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebraron del 6 al 9 de junio en 27 Estados miembros, cientos de partidos nacionales compitieron por los escaños en el Parlamento Europeo. Aunque los equilibrios en el parlamento europeo se han desplazado debido a las elecciones, no se ha producido un cambio drástico. Al nuevo parlamento de la UE seguirán perteneciendo, además del bloque de centroderecha del Partido Popular Europeo (PPE), Socialistas y Demócratas S&D, los liberales de Renovar Europa (RE), los Verdes, la Izquierda y los dos bloques a la derecha del PPE, los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) y la Identidad y Democracia (ID), un total de siete grupos. Además, habrá alrededor de 100 diputados en el Parlamento Europeo que pertenecen a partidos no organizados en ningún grupo, muchos de derecha.
PPE claro ganador
El Partido Popular Europeo (PPE), bloque formado por partidos en el espectro de centroderecha, ha ganado las elecciones sorprendentemente y con una clara ventaja. El PPE logró aproximadamente 186 escaños, alrededor de una cuarta parte de los 720 escaños en el parlamento. Así, el PPE no solo será el grupo más grande en el Parlamento Europeo en la próxima legislatura . También ha sido el único grupo de centro político que ha logrado aumentar sus votos y escaños. Por primera vez en 25 años, el PPE ha conseguido más escaños (10) que en la elección anterior.
Dentro del PPE, debido a los buenos resultados de los demócratas cristianos alemanes, el grupo parlamentario alemán de CDU y CSU con 29 diputados volverá a ser el bloque más grande. Lo sigue el Partido Popular español con 22 escaños. Pero también en otros países como Polonia, Croacia y Grecia, los partidos de centroderecha del PPE obtuvieron resultados buenos. Por lo tanto, el PPE puede esperar con confianza nombrar al presidente de la Comisión en la próxima legislatura.
El bloque de derecha gana
Las elecciones europeas en el pasado han funcionado muchas veces como elecciones de protesta, durante las cuales los votantes les dieron una lección a los gobernantes nacionales. Por lo tanto, los partidos más radicales muchas veces obtienen mejores resultados en las elecciones europeas que en las elecciones nacionales. Esta vez, no fue la excepción. A pesar de las ganancias significativas de los partidos de derecha y extrema derecha, que ya habían sido ampliamente discutidas y pronosticadas en todas las encuestas antes de las elecciones, estos están lejos de formar una amenaza real a la posibilidad de formar mayorías desde el centro político.
A nivel de los estados miembros, destaca especialmente el resultado del Rassemblement National (RN) en Francia. La fuerza liderada por Marine Le Pen obtuvo el 31% de los votos, el doble que la alianza liberal del presidente Emmanuel Macron. El RN logró convertir las elecciones europeas en un referéndum sobre la política nacional de Macron, lo que obligó a este a anunciar nuevas elecciones para el parlamento francés la misma noche de las elecciones. También en Italia, el partido de la primera ministra Giorgia Meloni, Fratelli d’Italia, obtuvo un resultado sobresaliente y con ello apoyo para su política nacional.
Persiste la división
La derecha sigue profundamente dividida. En el Parlamento Europeo actualmente existen dos grupos de derecha, CRE e la más radical ID. Además, existen partidos de derecha fuera de estos bloques. Como estos bloques se van a configurar o reconfigurar después del veredicto de las urnas es una incógnita. Lo que parece claro es que no van a formar un bloque conjunto dadas sus notorias diferencias. Mientras algunos parecen dispuestos a colaborar con fuerzas centristas, otros prefieren sus trincheras extremistas. Especialmente la postura sobre la guerra rusa contra Ucrania ha creado profundas divisiones.
Los Fratelli d’Italia de Meloni y el PiS en Polonia se han destacado como partidarios prominentes de Ucrania, mientras que el partido Fidesz de Hungría y la AfD en Alemania, quien defiende postulados cada vez más extremos, mantienen una mayor cercanía con Rusia. El partido Fidesz de Viktor Orbán, por su parte, no pertenece a ninguno de los dos grupos, y la reciente expulsión de la AfD de Alemania de ID es sintomática de las divisiones dentro de la extrema derecha.
Verdes y liberales perdieron
Las mayores pérdidas las han sufrido los Verdes y los Liberales. El grupo verde se reducirá de 71 escaños a 53, mientras que los liberales de RE perderán 23 y se quedan en 79 escaños. Este desplazamiento refleja el cambio significativo en el clima político desde las últimas elecciones europeas. En 2019, la opinión pública estaba dominada por la crisis climática y el movimiento Fridays for Future, mientras que esta vez la crisis migratoria y la guerra en Ucrania dominaron la campaña en muchos estados de la Unión Europea. Mientras que la bancada verde ha sido disminuida en gran parte por las pérdidas de los verdes alemanes, los liberales se vieron disminuidos por la derrota de las fuerzas aliadas con Emmanuel Macron en Francia.
El camino hacia la presidencia de la Comisión
Los resultados electorales del domingo por la noche le dan a la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, una buena posición para ser reelegida, pero esto no está garantizado. Para que el Parlamento Europeo pueda votar sobre Von der Leyen, el Consejo Europeo (que reúne a los jefes de gobierno de los 27 Estados miembros) debe proponerla como presidenta de la Comisión. Para ello, necesita la aprobación de una doble mayoría de 15 jefes de gobierno que representen al 65% de la población de la UE. Solo por el tamaño de Italia, von der Leyen podría depender del beneplácito de Meloni.
El segundo obstáculo para von der Leyen es la aprobación del Parlamento Europeo. Aquí, las fuerzas del centro político mantienen una cómoda mayoría. Después de las últimas elecciones europeas de 2019, von der Leyen fue elegida por una coalición de PPE, S&D y Liberales. Teóricamente, estos partidos aún tienen una mayoría, pero la votación es secreta y en 2019 von der Leyen tuvo que aceptar alrededor de 60 disidentes. Incluso dentro del PPE hay partidos que no quieren apoyar a von der Leyen. Por lo tanto, la actual presidenta de la Comisión Europea podría intentar obtener el apoyo de los Verdes o de algunos partidos del bloque de derecha. Otra vez, Meloni y su partido podrían convertirse en el factor decisivo y asegurar la mayoría para von der Leyen. Serán semanas movidas en Bruselas.