Elecciones México 2024: cuatro factores clave

Elecciones México 2024: cuatro factores clave

El presidente López Obrador tuvo más de 50 amonestaciones por parte de la autoridad electoral. La amenaza de perder las ayudas sociales caracterizó la intervención del gobierno en los 24 millones de beneficiarios de programas sociales.

Por: Julio Castillo López26 Jun, 2024
Lectura: 6 min.
Elecciones México 2024: cuatro factores clave
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Las recientes elecciones en México dejan un saldo negativo para la democracia y para el bloque de países que en el mundo se alinea con los Derechos Humanos y la libertad.

No son pocos los factores que llevan a este resultado. Aunque puede haber muchos análisis de los errores y aciertos, aquí se resaltaran tres: falta de datos certeros, casa de espejos, violencia desbordada y elección de Estado.

Falta de datos certeros

La elección se vivió entre encuestas que daban datos totalmente discrepantes. No se trató de márgenes de error o de 10 puntos de diferencia. Hubo encuestas que pusieron por delante a Xóchitl Gálvez, la candidata de la oposición, mientras otras la ubicaban 60 puntos abajo.

La calidad y disponibilidad de datos confiables es esencial para un proceso electoral transparente. También, para tomar decisiones con información, tanto para los estrategas como los votantes. No sólo se desinformó a la sociedad buscando generar una tendencia victoriosa; el propio equipo de Gálvez fue malinformado por sus proveedores. No hay forma de hacer una estrategia eficaz sin información confiable.

El principal objetivo de la posverdad no es que se acepten las mentiras como verdades. Sino, enturbiar las aguas hasta hacer que sea difícil distinguir la diferencia entre la verdad y la falsedad. En toda la elección, nadie supo que pasaría porque los datos eran totalmente disímbolos y empresas de mucho prestigio apoyaban cifras hacia cualquier lado.

Marea cívica

Desde los años 90, en México y en todo el mundo inició la participación de ciudadanos sin partidos políticos. La sociedad civil reunió a activistas y agrupaciones que, a través del énfasis en la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos, desarrollaron conciencia cívica y republicanismo contemporáneo.

Es muy probable que el mayor ejercicio de dicha sociedad civil en México se haya dado en el contexto de la elección con la llamada Marea Rosa. Tomó el nombre porque su primera movilización fue para defender el Instituto Nacional Electoral, que es representado con ese color. Desde noviembre de 2022, la autoridad electoral es atacada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Después, el movimiento defendió a la Suprema Corte y a la candidata opositora Xóchitl Gálvez.

Las movilizaciones fueron impresionantes y llenaron las principales plazas del país en eventos emotivos que se diferenciaban de los oficialistas. Las personas llegaban por su propio pie, se quedaban al evento y se marchaban sin dejar destrozos. Esto generó la percepción de una fuerza inusitada.

Manifestaciones en México 2022. Defensa del INE.
Manifestaciones en México 2022. Defensa del INE.

Casa de espejos

De los partidos de la coalición opositora, en la presidencial el PAN pasó de 17,3% en 2018 a 16% en 2024; el PRI de 13,3% a 9,5%; y el PRD de 2,5% a 1,9%. Para diputados federales, el PAN pasó de 17,69% en 2018 a 16,9% en 2024; el PRI de 16,44% a 11,14% y el PRD de 5,08% a 2,4%. En cuanto a el Senado de la República, el PAN pasó de 17,3% a 16,8%; el PRI de 15,8% a 10,9%; y el PRD de 5,1% a 2,3%.

Si se analizan los resultados (por región es todavía más notorio) es fácil percibir que la Marea Rosa en realidad no existió. El PAN perdió poco más de un punto porcentual en todo y es mayor su votación para el Senado y diputados que para la Presidencia. El PRI perdió alrededor de cinco puntos en todo y el PRD prácticamente a la mitad y en todos los casos es mayor su votación al Congreso que a la presidencia. ¿Dónde quedó el voto de la Marea Rosa?

Lo que pasa es que vivimos en una casa de espejos. Vemos reflejados a los mismos una y otra vez. Aunque se cambien de playeras y aparezcan ahora como la sociedad civil, todos los que hablaron en sus eventos eran anteriores integrantes de los partidos políticos. Lo mismo pasa con los comunicadores y las asociaciones sumadas: siempre son los mismos y le hablaron a las mismas personas. Igual con las redes sociales, que, organizadas bajo el filtro burbuja, nos hacen pensar que todos piensan como nosotros porque solo nos muestran ese contenido.

Violencia desbordada

La elección del 2024 fue la más violenta de la historia de México. Hubo 42 candidatos asesinados, 239 incidentes violentos, 710 víctimas de violencia y más de 1000 candidatos renunciaron por amenazas.

Esta realidad no solo se refleja en el plano electoral. Los pasados seis años fueron la época más violenta de la historia de México. Incluso, han dejado la sensación de que el gobierno ha renunciado el hacerle frente al crimen organizado bajo el lema “abrazos, no balazos”.

El gobernador del partido oficialista del estado de Sinaloa calificó los incidentes como “cosas que pasan”. Mientras, el miedo se arraiga en la población y merma la participación social en prácticamente todos los temas. Ya no estamos hablando de un crimen organizado que se dedica únicamente al trasiego de drogas o de personas. Se trata de un crimen organizado que sustituye al Estado. Así como puede “aprobar o desaprobar” candidatos, cobra uso de suelo a comerciantes, decide qué productos se pueden comercializar y llega a ser proveedor de justicia cotidiana dentro de las familias. No existe una definición de Estado que no incluya la palabra territorio, y los norteamericanos calculan que entre el 30% y el 35% del territorio mexicano es controlado por el narcotráfico.

Elección de Estado

Sin lugar a duda, lo más importante es que se vivió fue una elección de Estado. Este fenómeno no es nuevo, pero la magnitud y la evidencia de estas prácticas han aumentado, generando alarma entre observadores nacionales e internacionales.

El uso de recursos públicos para favorecer a los candidatos oficialistas, así como la manipulación de los programas sociales para ganar votos, son algunas de las tácticas empleadas. No estamos hablando de que se intentara cambiar el resultado de las urnas (fraude), pero hace seis años hay una promoción y manipulación constante. Estas acciones socavan la equidad del proceso electoral y la confianza pública en las instituciones democráticas.

La presión de los funcionarios públicos, llamados “servidores de la Nación” (más de 20.000 personas dedicadas a promover al presidente y su partido), para apoyar a determinados candidatos fue reportada y comprobada.

El presidente López Obrador fue parte de la elección y se dedicó a atacar a la oposición y a promover a su candidata, Claudia Sheinbaum. Tuvo más de 50 amonestaciones por parte de la autoridad. La amenaza de perder una transferencia monetaria (programa social) marcó la intervención del gobierno en los 24 millones de beneficiarios de programas sociales.

En fin, entender lo que pasó es la única forma de poder prever fenómenos similares en otros países y evitar que la democracia siga perdiendo frente a gobiernos cada vez más populistas y cada vez con menos contrapesos.

Julio Castillo López

Julio Castillo López

Licenciado filosofía y magíster en comunicación. Director general de la Fundación Rafael Preciado Hernández de México.

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