Premio Nobel para María Corina Machado: una luz democrática para todo un continente

La mujer que se convirtió en símbolo de la resistencia civil en Venezuela es galardonada por su lucha democrática. Su liderazgo firme, defensa del voto y activismo ciudadano destacan en la batalla contra el autoritarismo y por la reconstrucción institucional del país.

Por: Redacción10 Oct, 2025
Lectura: 4 min.
Premio Nobel para María Corina Machado: una luz democrática para todo un continente
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Apenas amanecía cuando un video se hizo viral en toda la región. Kristian Berg Harpviken, director del Instituto Nobel de Noruega, comunicaba a María Corina Machado que había sido elegida para recibir el Premio Nobel de la Paz. Visiblemente emocionada, ella responde: “Dios mío, Dios mío, Dios mío, Dios mío. Yo… yo no tengo palabras. Muchas gracias, pero espero que entienda que esto es un movimiento de toda una sociedad. Solo soy una persona. Claramente yo no merezco esto”.

Con esta reacción, María Corina Machado se mantuvo fiel a sí misma. Lejos de reclamar aplausos, ha dedicado su vida a una causa: la libertad y la democracia para su pueblo. Una mujer con un optimismo inquebrantable y una sonrisa permanente. Esta luminosidad fue subrayada por el Comité Nobel al escribir: “Una mujer que mantiene la llama de la democracia en una oscuridad creciente”.

María Corina Machado no solo ha enfrentado la persecución, el exilio de sus aliados, la censura y la inhabilitación, sino que ha logrado mantenerse como referente en un entorno profundamente hostil. Su liderazgo no se ha construido desde el poder institucional, sino desde la convicción, la coherencia y la persistencia.

María Corina Machado y Edmundo González durante las elecciones presidenciales de Venezuela, julio 2024
María Corina Machado y Edmundo González. Fuente: Miguel Gutierrez / EFE

El voto como ejercicio de la dignidad

La defensa del voto, como institución democrática, ha sido una constante en su narrativa. No como un acto técnico, sino como un ejercicio de dignidad. En un país donde votar se ha convertido en un ritual de frustración, Machado ha logrado resignificarlo como un acto de resistencia.

Así, se convirtió en clara vencedora en las elecciones primarias entre todas las fuerzas de oposición en octubre de 2023, para una candidatura conjunta. Desde esta posición, ha insistido en elecciones libres, competitivas y verificables.
Cuando el sistema intentó excluirla por completo, contó con el valiente respaldo de Edmundo González Urrutia, quien —aunque históricamente aliado a otra corriente política— asumió el reto de representar a las fuerzas democráticas como candidato en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en su lugar.


Cronología María Corina Machado de KASMontevideo

Juntos, Machado y González han demostrado que la causa de la democracia y la libertad es más grande que los intereses personales y las ansias de poder.

Desde el 28 de julio de 2024, tras denunciar el fraude electoral, Machado ha vivido en la clandestinidad. Esta etapa no ha significado silencio, sino una nueva forma de lucha democrática. Ha seguido articulando estrategias, comunicándose con sus seguidores y manteniendo viva la llama de la democracia.

La clandestinidad, lejos de debilitarla, ha reforzado su imagen como símbolo de una lucha que no depende de cargos ni de visibilidad mediática. Su decisión de permanecer en Venezuela, de no exiliarse, es un acto profundamente político. Es una forma de decir que la libertad no se negocia, que la democracia no se abandona.

Internacionalizar la causa

Uno de los logros más significativos de Machado ha sido internacionalizar la lucha venezolana. Su participación en espacios como el “Foro América Libre” en Ciudad de México —donde ha intervenido en dos ocasiones—, reafirmando que “nunca hemos estado tan cerca de conquistar la libertad”, ha sido clave para movilizar apoyos globales. En ese espacio, y en muchos otros, ha logrado conectar la crisis venezolana con los desafíos democráticos de toda América Latina.

Machado ha insistido en que la democratización de Venezuela no es un hecho aislado, sino parte de un proceso regional. Ha vinculado la lucha venezolana con las realidades de Cuba, Nicaragua y otros países donde el autoritarismo ha avanzado. Su visión estratégica ha permitido que la causa venezolana sea vista como una oportunidad para reconfigurar el mapa democrático del continente.

María Corina Machado en una movilización en el interior de Venezuela. Fuente: Comando con Venezuela
María Corina Machado en una movilización en el interior de Venezuela. Fuente: Comando con Venezuela

Más que un premio, un mensaje

El Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado no es solo un reconocimiento. Es un mensaje.

A los venezolanos, les dice que su lucha no ha sido en vano. Al mundo, le recuerda que la democracia no se impone: se construye desde abajo, desde lo civil, desde lo cotidiano. Y a todos, que el liderazgo político puede —y debe— ejercerse con firmeza, con ética y con visión.

Machado no ha vencido al régimen, pero ha vencido el miedo. No ha conquistado el poder, pero ha conquistado la conciencia de millones. Y eso, en tiempos de oscuridad, es quizás el mayor triunfo político que puede alcanzarse.

Redacción

Redacción

Plataforma para el diálogo democrático entre los influenciadores políticos sobre América Latina. Ventana de difusión de la Fundación Konrad Adenauer en América Latina.

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