Petro el tuitero vs. medios de comunicación

Petro el tuitero vs. medios de comunicación

El presidente colombiano utiliza la red social para construir un escenario de posverdad. Esto encierra un peligro para la democracia.

Por: Ana María Saavedra13 Feb, 2023
Lectura: 7 min.
Petro el tuitero vs. medios de comunicación
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Justo días antes del Día del Periodista, celebrado en Colombia el 9 de febrero, la Fundación para la Libertad y Prensa (FLIP) llamó la atención sobre el uso del Twitter del presidente Gustavo Petro contra medios de comunicación y periodistas. Es que Petro se suma a una lista de mandatarios, que va desde Trump hasta Bukele, que utilizan esta red social no solo como una plataforma de sus ideas sino para construir un escenario de posverdad, en el que cuestionan a la prensa, al tiempo que se victimizan.

En un mes, el presidente tuitero publicó 34 trinos —identificados por la FLIP— en los que hace correcciones, réplicas o reproches a medios de comunicación por la manera en la que cubren a su gobierno. También ha calificado la información periodística como falsa y ha replicado mensajes de terceros que se refieren a periodistas de manera desobligante y burlona. Esto sucede en medio de debates como la transición energética, los diálogos de paz con grupos ilegales y los señalamientos por acoso sexual a personas que han apoyado al Pacto Histórico.

Estos trinos son: https://twitter.com/petrogustavo/status/1612083936775094273?s=20, https://twitter.com/petrogustavo/status/1616783428556361731?s=20, https://twitter.com/petrogustavo/status/1620050467450687488.

Un líder influyente

Según Twiplomacy, Petro es el cuarto líder más influyente en Twitter, con un alcance de seis millones y medio de seguidores. Pese al llamado de la FLIP, los trinos de Petro, el presidente tuitero, han seguido desmintiendo medios de comunicación y periodistas. «Es falso», «No es cierto», son algunas de las frases con las que Petro desmiente denuncias o publicaciones que van contUn liderra su gobierno. Una frase que recuerda el «Fake News» con el que Donald Trump calificaba las noticias de medios de comunicación que no les eran afines. O la campaña de Bukele, el presidente milennial.

En una especie de pirámide de Twitter, el presidente tuitea y luego lo hacen algunos de sus ministros o congresistas afines, influenciadores, activistas, seguidores y una suerte de cuentas sospechosas sin nombre ni rostro. Los «Me gusta», retuits y mensajes de respuestas amplifican estas palabras presidenciales.

En Colombia han sido asesinados 165 periodistas por el ejercicio de su profesión, según las cifras de la FLIP. Recientemente se han incrementado las amenazas y estigmatizaciones.

Coyuntura de reformas

Esta situación se da en medio de una coyuntura de reformas, como la de la salud, que ha recibido varias críticas porque aún no se conoce su texto, y de intervenciones de la ministra de Minas sobre la transición energética, las reservas de gas y petróleo. Además de las recientes polémicas, como la de regresar al metro subterráneo en la capital del país, una pelea que venía de tiempo atrás y que muchos calificaron de chantaje, o el episodio poco claro de una orden de libertad para el político Jorge Luis Alfonso López, tras ser nombrado facilitador de paz, antes condenado por el homicidio del periodista Rafael Prins. Alfonso López es hijo de la también condenada por homicidio Enilce López, la Gata, reconocida por sus vínculos con paramilitares y políticos.

En cada una de las coyunturas afrontadas por el nuevo gobierno, la comunicación no ha sido su fortaleza. Aunque Twitter no es la red social con más usuarios, sí es considerada la más influyente, pues ahí están tanto los periodistas como los líderes de opinión. En varias oportunidades, Petro informó noticias importantes de la agenda nacional con un trino. Esto fue compartido miles de veces y trasladado a los medios de comunicación como noticia. De esta forma ha impuesto una agenda.

Populismo vs. medios de comunicación

En la investigación «Twitter presidencial ante la covid-19: Entre el populismo y la política pop», en la que se analiza el uso de esta red social como canal de comunicación presidencialista en España, Argentina, México y Brasil al inicio de la pandemia, se resalta que «en el discurso populista hay una tendencia al antagonismo o demonización del rival más que al agonismo o conflicto, que es un elemento central de la política». Aunque los cuatro presidentes comparten rasgos populistas, la investigación diferencia el estilo de Andrés Manuel López Obrador y Jair Bolsonaro, «con un perfil más populista con apelaciones emotivas al pueblo, mientras que Alberto Fernández y Pedro Sánchez responden al perfil de política pop, de liderazgo mediatizado para que la prensa amplifique sus logros».

Ese guión del populismo, que crea antagonismos con la prensa al mismo tiempo que se victimiza porque los medios de comunicación son parte del establecimiento que no quiere un cambio, es un libreto en el que el presidente Petro se enmarca cada vez más. Ya no solo es tuitero, sino que se convierte en editor, titulador e incluso periodista que corrige medios de comunicación y hasta sugiere títulos.

Estilo populista

Un mensaje claro en su discurso durante la entrega de los premios periodísticos Simón Bolívar: «El oficio de periodista y, lo que se ha convertido en un oficio, la política, el político profesional, comparten el mismo escenario, casi que los mismos rituales. Son grandes comunicadores sociales.

[…]
Eso los diferencia y los coloca en un mismo escenario. Esa capacidad de comunicar de una manera mayor dentro de la sociedad genera una tensión permanente. Una tensión que siempre existirá mientras exista el oficio de periodista y del político profesional. Puede diluirse en un futuro casi que inmediato, porque puede desaparecer el político profesional y el periodismo puede volverse esencial en toda la sociedad, se pueden diluir las fronteras».

La doctora en Ciencias Sociales Adriana Amado, una de las autoras de la investigación, explica que «el antagonismo con la prensa es una característica del estilo populista. Construye el escenario de la posverdad y ayuda a sembrar la duda. Cuando empiezas a deslegitimar la prensa, empiezas a entrar en duda. Los populistas no suelen tener las evidencias de su lado; su estrategia es deslegitimar el otro. Chávez se ancló en la insatisfacción y la fatiga democrática».

Este panorama pasa actualmente por América, partiendo desde México, donde AMLO usa Twitter directamente en una menor medida, y a través de su programa El mañanero califica de noticias falsas las publicaciones de otros medios respaldado solamente con su palabra. En Centroamérica se alimenta de casos como el de El Salvador, con ataques de Bukele a medios y periodistas, y se multiplica en Colombia, con el gobierno Petro.

Riesgo para la democracia

Algunos de estos populistas convierten a la prensa en su antagonista usando más su cuenta personal de Twitter; otros, con todo un aparataje de medios de comunicación del Estado, pero coincidiendo en que sus mensajes son apalancados por seguidores, influenciadores y granjas que amplifican sus discursos y sus ataques a la prensa.

Esto es todo un riesgo para la democracia, tanto como para los periodistas. Como dice el periodista ecuatoriano Juan Carlos Calderón: «Colombia está en riesgo de seguir el camino de Correa en Ecuador, que empezó desacreditando y descalificando a la prensa con adjetivos de que eran de grupos de poder; luego vino la descalificación moral y al final esto justificó una ley de comunicación».

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Ana María Saavedra

Ana María Saavedra

Periodista colombiana. Directora de Colombiacheck. Ha trabajado como editora del diario «El País» de Cali. Becaria del programa Balboa en «El País» de España.

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