Yom Kippur: guerra y advertencia, 50 años después

Yom Kippur: guerra y advertencia, 50 años después

Hace medio siglo la guerra sacudió al mundo. El alineamiento de la OTAN con Israel desencadenó el embargo petrolero que trastocó todo el mundo. En América Latina solamente Venezuela se benefició de la situación. ¿Podremos sacar enseñanzas?

Lectura: 4 min.
Yom Kippur: guerra y advertencia, 50 años después
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Un día desaparecieron los autos y las autopistas se vaciaron en Europa. Esto no es un cuento de ciencia ficción, ocurrió realmente. Fue en octubre de 1973, hace medio siglo.

El origen de esta inusual situación fue el embargo de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (OPEP). Esta organización, que agrupa de los principales productores de petróleo, había decidido no exportar a los países que apoyaron a Israel durante la guerra de Yom Kippur (‘día del perdón’, en hebreo).

Yom Kippur es la festividad más significativa de la religión judía. Se trata de un día de la expiación y del arrepentimiento de corazón. Los observantes evitan comer y cualquier actividad que no sea la oración. Justamente ese día, hace medio siglo, fue elegido por una amplia coalición liderada por Egipto y Siria para lanzar un ataque contra Israel. El sangriento conflicto involucró a las potencias occidentales, alineadas con Israel, mientras que el bloque liderado por la URSS apoyó a la coalición árabe. El mundo estuvo al borde de una escalada incontrolable, que finalmente no se dio.

El embargo petrolero

El embargo impuesto por los países petroleros del golfo arábico mostró las debilidades de Europa, de Estados Unidos y también de América Latina. Quedarse sin petróleo significó no solamente falta de combustible para los automóviles de los ciudadanos. El incremento desmedido de los precios mundiales del petróleo afectó a toda la industria, el transporte y el comercio a nivel mundial. Dejó en evidencia la dependencia de una única fuente de energía y la necesidad de asegurar la disponibilidad de combustibles.

En América Latina hubo un país que sacó provecho de la situación: Venezuela. Con enormes reservas de crudo, este país comenzó a exportar cantidades significativas, inaugurando así una época de bonanza económica que llevaría al país a sus años dorados durante la década del setenta.

Fuerzas israelíes en el conflicto del Yom Kippur, 1973

Cara ambiental

En la década de la crisis del petróleo tuvo lugar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, en Estocolmo, Suecia. Fue la primera conferencia mundial en hacer del medio ambiente un tema central. Los participantes adoptaron una serie de principios para la gestión racional del medio ambiente, incluida la Declaración y el Plan de acción de Estocolmo para el medio humano. En esos años se generalizaba la discusión sobre el calentamiento global. El especialista en volcanes Haroun Tazieff advertía sobre las consecuencias de mantener las emisiones de gases de efecto invernadero. Ya se hablaba de las consecuencias de la polución, de la desforestación, de la posibilidad de colapso de ecosistemas indispensables para la supervivencia de los humanos en el planeta.

Muchas cosas cambiaron desde entonces. Poco tiempo después de la guerra se inició un proceso de paz que culminó con los Acuerdos de Camp David. Allí se firmó la paz entre Egipto e Israel, los principales contendientes de la guerra. El valiente gesto de reconocer a Israel le costó la vida al presidente egipcio, Anwar el-Sadat, víctima de un atentado. Pero su legado perduró: abrió la puerta a la reconciliación diplomática. En 1994, Jordania hizo lo propio. En esos días, Arabia Saudita e Israel estuvieron próximos a establecer relaciones diplomáticas en un acercamiento que tuvo lugar bajo los auspicios de Estados Unidos. Este acuerdo fue otro paso significativo del proceso de paz en la zona.

Autopista vacía durante el embargo petrolero. Fuente DW

Actualidad

Estos cincuenta años que transcurrieron desde la guerra del Yom Kippur resaltan la trascendencia de negociar. Es deseable que otros países se animen a recorrer la senda que inauguró Egipto y que Arabia Saudita está transitando ahora. La espantosa guerra en Ucrania nos confronta con el hecho de que lo que se considera seguro —en este caso, la paz en Europa— puede desaparecer de un día al otro. Los eventos climáticos en Canadá, Grecia y Hawai, por mencionar solo algunos, son indicadores de que las advertencias sobre el cambio climático de hace medio siglo eran ciertas. No podemos darnos el lujo de distraernos. El presente exige una ciudadanía comprometida con la paz, el ambiente y el futuro.

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Manfred Steffen

Manfred Steffen

Magíster en Ciencias Ambientales por la Universidad de la República de Uruguay. Dipl. Ing. Fachhochschule für Druck in Stuttgart. Coordinador de proyectos de la Fundación Konrad Adenauer, oficina Montevideo.

Rodrigo Melgar

Rodrigo Melgar

Magíster en Relaciones Internacionales (especialización Global Conflict in the Modern Era, Universidad de Leiden) y magíster en Historia (Universidad de Montevideo). Coordinador de proyectos de la Fundación Konrad Adenauer, oficina Montevideo.

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