La economía informal en países en desarrollo, como Bolivia, crece debido a la incapacidad del sector formal para generar empleo digno en un contexto de aumento de la fuerza laboral y migración rural-urbana. Este sector informal se caracteriza por la precariedad laboral y altos niveles de pobreza, afectando especialmente a quienes trabajan en él. En Bolivia, la informalidad ha crecido de forma acelerada desde 1982, alcanzando un 62,3 % del PIB, impulsada también por procesos económicos como la privatización y las caídas en los precios de productos básicos, que provocaron cierre de industrias y aumento del desempleo.
El crecimiento de la economía informal se ha convertido en un fenómeno global y estructural, no temporal ni marginal. En Bolivia, la urbanización acelerada y la dependencia del extractivismo han reforzado el sector informal, especialmente en actividades terciarias como comercio y servicios. La fragilidad institucional y la falta de gobernanza adecuada agravan esta situación, pues políticas ineficaces, ausencia de marcos jurídicos protectores y mala aplicación de leyes impiden que la informalidad disminuya y que los trabajadores informales reciban reconocimiento y protección legal.
La Fundación Konrad Adenauer en Bolivia ha promovido esta investigación con el objetivo de entender mejor la informalidad y ofrecer insumos para la formulación de políticas públicas que enfrenten esta compleja realidad. El estudio destaca la necesidad de fortalecer la gobernanza y los marcos institucionales para reducir la informalidad y mejorar las condiciones laborales en el país.
Publicación: 2022
A cargo de: Fundación Konrad Adenauer Bolivia
ISBN: 978-99954-1-957-8
Autores: Georg Dufner e Iván Velásquez