¿Cuáles son los intereses de China en Centroamérica?

Pekín tiene intereses políticos, estratégicos y económicos que, sin una coherencia regional, vulneran el istmo en una competencia desleal.

Por: Expediente Abierto28 Ago, 2025
Lectura: 6 min.
¿Cuáles son los intereses de China en Centroamérica?
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

China se presenta en Centroamérica como una potencia sin pretensiones hegemónicas, como un par más de las naciones del istmo junto a las que dice integrar el Sur Global, concepto que se propone englobar a países en vías de desarrollo. Sin embargo, en la práctica, su accionar económico, diplomático y estratégico marca distancia de su retórica de igualdad y solidaridad.

Hasta hace menos de dos décadas, China tenía una presencia marginal en la región. La mayoría de los países mantenían alianzas con Taiwán y EEUU era el hegemónico indiscutible. En la actualidad, salvo por Guatemala y Belice, Costa Rica (2007), Panamá (2017), El Salvador (2018), Nicaragua (2021) y Honduras (2023) han establecido relaciones con China y reconocen a Taiwán como parte de esta. Si bien EEUU sigue siendo el principal actor extranjero en la zona, China ha ganado una gran influencia política y económica en la región.

Esta influencia es especialmente notable entre aquellos gobiernos que han mantenido roses con administraciones estadounidenses. Por ejemplo, El Salvador de Nayib Bukele, la Honduras de Xiomara Castro o la Nicaragua de Daniel Ortega. Estos gobiernos encuentran en China un socio alternativo a Washington, algo que sin duda es aprovechado por Pekín en la promoción de su agenda.

¿Cuál es el atractivo de Centroamérica?

La región supone un mercado de poco más de 50 millones de consumidores, con un PIB per cápita cercano a los USD 7,600, cifras por lejos tan atractivas como las de Suramérica. Esta última, con un mercado de más de 422.24 millones de consumidores y un PIB per cápita USD 9,864, ha sido tradicional un destino para las inversiones chinas. No obstante, la cercanía con EEUU y el acceso a rutas marítimas clave compensan en parte esta desventaja. Y convierten a Centroamérica en un espacio de interés para potencias extrarregionales como la República Popular China.

Una reciente investigación de Expediente Abierto, China en Centroamérica: estrategias, influencia y operaciones en el siglo XXI, sugiere que los intereses de Pekín son políticos, estratégicos y económicos.

Intereses políticos

Hasta no hace mucho, las naciones centroamericanas se contaban entre los pocos aliados de Taiwán. Por lo que, el istmo se situaba situando dentro de la zona de influencia de la isla. Por entonces, los países de la región se beneficiaron de una cuantiosa cooperación, asistencia técnica, donaciones de infraestructuras y oportunidades comerciales que les permitían colocar algunos bienes en el mercado taiwanés. Al mismo tiempo, el gobierno en la isla de Formosa se aseguraba respaldo diplomático y visibilidad en diversos foros internacionales.

Ante este escenario, la motivación central que ha impulsado a Pekín a acercarse a la región ha sido erosionar el reconocimiento internacional de Taiwán. Considera este territorio una parte inalienable del suyo y al que cataloga como una provincia rebelde. Esto ha sido especialmente notable bajo la presidencia de Xi Jinping, en el poder desde 2013, quien ha promovido en forma agresiva una política exterior a favor del principio de “una sola China”. Y considera el reconocimiento por parte de otras naciones como una condición esencial para el establecimiento de relaciones formales con su país.

Intereses estratégicos

Aunque la región no destaca por su poderío militar o tecnológico, lo hace por su valor geoestratégico. Específicamente por sus facilidades naturales —la estrechez de su istmo— y artificiales —el Canal de Panamá— que ofrece para el tránsito entre el Océano Pacífico y el Mar Caribe. No en vano esto ha sido objeto de preocupación de las administraciones estadounidenses, debido a la notable influencia china entorno a la zona del Canal del Panamá, con el control de puertos y el desarrollo de infraestructuras cercanas.

La creciente presencia de China en la zona parece estar en sintonía con su objetivo de mejorar su proyección política, económica y militar sobre el Pacífico. A la vez, se propone limitar la influencia estadounidense en la región latinoamericana. Esto último lo realiza principalmente mediante acciones de poder blando, con la oferta de cooperación mediante donaciones, préstamos y asistencia técnica.

Presidente chino visita el Canal de Panamá. 2024. Foto: Xinhua Net

Intereses económicos

Aunque el mercado de la región es modesto en comparación a otros aledaños, como el mexicano o suramericano, supone una oportunidad de negocio para productores y comercializadores chinos, incluyendo importadores locales. Las cifras así lo demuestran. Entre 2003, cuando comenzaron a crecer los intercambios comerciales, y 2024, las exportaciones centroamericanas pasaron a penas de 112 millones de dólares a 622 millones. Las importaciones desde China lo hicieron desde los 503 millones a 18,167 millones, según datos de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana.

Esta disparidad comercial viene a sustentar los señalamientos que apuntan contra la existencia de una sobrecapacidad industrial en China, apuntalada por una serie de beneficios estatales. Esto haría casi imposible para muchas industrias alrededor del mundo, entre ellas las centroamericanas, competir con sus pares chinos. La situación a la que se enfrentan es a una competencia desleal, contra la que tienen poco margen para luchar.

Incluso para el gobierno chino, la cruenta lucha de precios de sus industrias, que provocan continuos cierres de empresas, excesos de inventarios e incluso márgenes de ganancias excesivamente reducidos, ha sido motivo reciente de preocupación.

Centroamérica debe madurar

China posee una serie de intereses como lo hace cualquier otro país, cualquier otra potencia. Asumir una postura extrema que pueda considerar que esta es totalmente altruista o la satanice no contribuye en absoluto. Por el contrario, esto solo obnubilará cualquier intento de lectura objetiva de la realidad sobre la que se pretende incidir.

Los Estados centroamericanos, especialmente su clase política, deben asumir agendas públicas que permitan dar coherencia a su política exterior. En un sentido nacional, y seria también deseable en un sentido regional. La carencias de una política exterior o sus inconsistencias hacen a la región vulnerable a influencias no deseadas. Además, impiden que puedan identificar y aprovechar oportunidades comerciales, de cooperación y políticas.


Este artículo es una investigación de Expediente Abierto.

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Expediente Público es una revista de periodismo de investigación en Centroamérica.

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