El comercio se impone a la política en el acuerdo UE-Mercosur

Un acuerdo provisional busca activar el intercambio comercial sin tener que esperar la ratificación del acuerdo total, que puede demorar diez años. ¿Qué significa para Sudamérica?

Por: Philipp Rall23 Sep, 2025
Lectura: 5 min.
El comercio se impone a la política en el acuerdo UE-Mercosur
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Hace unas semanas la Comisión propuso un acuerdo comercial provisional. La UE puede ratificarlo sin los parlamentos de los Estados miembros debido a su competencia exclusiva. Eso significa que el Consejo y el Parlamento deben adoptarlo. Se necesita una mayoría cualificada en el Consejo: 15 Estados miembros que representen más del 65% de la población europea. Por eso, países grandes como Alemania, Francia o Italia desempeñan un papel importante. El acuerdo completo –con sus elementos comerciales y políticos –necesita el acuerdo de todos los parlamentos nacionales de los 27 Estados miembros de la UE.  

Un proceso largo 

Otros acuerdos similares demuestran que eso proceso de ratificación tarda mucho tiempo, si es que llega a tener éxito. Casi diez años después la firma del CETA entre Canadá-UE todavía faltan diez Estados miembros para ratificarlo completamente. Lo mismo pasó con los acuerdos con Singapur, Vietnam o Chile, pero también hay una señal positiva para el Mercosur. Los acuerdos comerciales provisionales de todos estos ejemplos pudieron ratificarse en breve plazo en la UE y entrar en vigor. 

Entonces, podemos esperar que ocurra lo mismo con el acuerdo comercial provisional de Mercosur. La Comisión Europea plantea ratificarlo antes de fin de año, mientras Luiz Inácio Lula da Silva siga siendo el presidente pro tempore de Mercosur. No obstante, debe quedar claro que el acuerdo completo, si se ratifica, no entrará en vigor hasta dentro los próximos 10 años.  

Las esperanzas de que las cláusulas medioambientales del acuerdo sirvan como protección frente a políticas locales retrógradas, solo podrán cumplirse, por el momento, en el ámbito comercial.  

Acuerdo de Libre Comercio UE-Mercosur. Fuente: Bloomberg

¿Es solo un pacto comercial?

Aunque el enfoque público suele estar en la parte comercial del acuerdo, es un acuerdo de asociación muy amplio. Asimismo, enfoca en fortalecer la cooperación y diálogo político entre ambos bloques. El acuerdo considera el Acuerdo de París como una parte esencial del mismo y comprenden metas concretas para conservar la biodiversidad, frenar la deforestación y luchar contra el cambio climático. La UE apoya la aceleración de la transformación verde y la transición digital de los países del Mercosur en el contexto del programa Global Gateway con 1,8 mil millones de euros.  

Además, contiene medidas para mejorar la colaboración entre ambos bloques en temas como la defensa de los derechos humanos, los derechos de los trabajadores, el empoderamiento económico de la mujer o temas como la migración, ciencia o propiedad intelectual. 

La parte comercial elimina los aranceles para más del 90% de los bienes comerciados en un periodo de 10 años lo que aumentará considerablemente el comercio. Por ejemplo, los exportadores de carne a la UE pagan actualmente un arancel de 40%, con el acuerdo será del 7,5%. En la UE se espera un aumento de las exportaciones de coches, maquinaria y medicamentos. Los países del Mercosur se beneficiarán al poder exportar materias primas y en particular productos agrícolas, siempre que cumplan los estándares europeos de seguridad alimentaria. 

Aparte del aumento del comercio, también se puede esperar un incremento de las inversiones europeos y de otros países ya que otros pueden considerar al Mercosur como una plataforma atractiva para acceder al mercado europeo en condiciones preferenciales.

Cláusulas de salvaguardia 

Para persuadir a los países críticos y grandes como Francia o Italia en el Consejo, la Comisión propuso nuevas cláusulas de salvaguardia. Esto es posible porque el acuerdo firmado el año pasado en Montevideo establece el derecho de introducir tales cláusulas para proteger productos sensibles frente las importaciones de la otra parte. La propuesta de la Comisión es aplicar este derecho, no reabrir el debate.  

Estas nuevas normas internas europeas buscan garantizar una implementación fluida en la UE, con mayor control y transparencia sobre las consecuencias del acuerdo comercial en el mercado. Además, prevén investigaciones más rápidas en caso de una distorsión repentina. 

Los países de Mercosur también monitorizarán la implementación cercanamente. La directora general para Asuntos de Integración y Mercosur de Uruguay, Paola Repetto Amestoy, dijo que “se prevé un seguimiento cercano a los sectores que pudieran verse afectados negativamente” con la opción de desgravación arancelaria para una transición suave.  

Cumbre del Mercosur en Montevideo.  Dante Fernández/ FocoUy
Cumbre del Mercosur-UE en Montevideo, 2024. Fuente: Dante Fernández/ FocoUy

Próximos pasos 

Con las nuevas cláusulas de salvaguardia parece posible que el acuerdo comercial provisional estará ratificado antes de fin de año, Francia e Italia abandonaron su oposición. 

Tras la ratificación del Consejo de la UE, también deberán hacerlo los parlamentos nacionales del Mercosur. Para dinamizar el proceso europeo, el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, visitará el Parlamento Europeo en octubre y también hablará con el presidente de Italia y del Gobierno de España. 

La ratificación del acuerdo sería un hito geopolítico al crear el mayor bloque comercial del mundo, con un mercado de 700 millones de personas. En una época en la se cuestionan el libre comercio, el multilateralismo y, en general, el orden liberal internacional, el acuerdo también enviaría un mensaje importante. Fortalecería la cooperación política entre dos regiones que comparten los mismos valores, aumentaría la autonomía estratégica de ambas partes frente a China y rechazaría el proteccionismo firmemente. 

Philipp Rall

Philipp Rall

Estudiante de máster en Asuntos Internacionales con enfoque en Gobernanza Europea en la Hertie School de Berlín. Licenciatura y máster en Informática por la Universidad Técnica de Darmstadt. Practicante en la Fundación Konrad Adenauer en Montevideo.

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