Modificar la vacancia presidencial, “de las reformas necesarias en Perú”

La abogada y politóloga Milagros Campos reflexiona sobre el recurso usado en exceso por el parlamento, una de las instituciones más desprestigiadas del país, que llevó a la destitución de Dina Boluarte.

Por: Agustina Lombardi22 Oct, 2025
Lectura: 7 min.
Modificar la vacancia presidencial, “de las reformas necesarias en Perú”
Compartir
Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Una vez más, Perú fue noticia internacional por la destitución de su presidenta interina Dina Boluarte. El país tuvo siete presidentes en los últimos siete años, reflejo de su inestabilidad política

¿Por qué es tan recurrente la destitución presidencial? El congreso dispone del recurso de vacancia por incapacidad moral, una figura constitucional que permite al Congreso destituir al presidente. Pero su falta de definición objetiva la convierte en un mecanismo de control político flexible

Por su parte, la politóloga Milagros Campos entiende necesario modificar este procedimiento —“ampliar las causales” y formular un recurso más objetivo— porque la inestabilidad afecta la aplicación de políticas públicas sostenidas y la confianza en la democracia y el sistema político peruano. 

Sin embargo, Perú mantiene una economía relativamente estable. La fortaleza de su moneda y el equilibrio macroeconómico, en buena medida sostenido por la autonomía del Banco Central de Reserva, se encuentran al margen de los altibajos políticos. 

Realizado por Diálogo Político.

El fin de Boluarte

¿Cuáles fueron los factores determinantes que llevaron a la destitución de Dina Boluarte?

—Creo que es importante contextualizar la situación en la que asume la expresidenta Dina Boluarte. Ella sucede a Pedro Castillo de acuerdo a lo dispuesto en la Constitución luego del autogolpe de Estado que fue frustrado pero que termina con el periodo de Castillo el 7 de diciembre del año 2022. Al momento de asumir la presidencia, Boluarte ya no pertenecía a ningún partido político ni tenía una bancada oficialista en el Congreso. Antes del 9 de octubre, que es la fecha en la que se vaca por permanente incapacidad moral, ella ya había librado ocho mociones de vacancia. Su principal respaldo o escudo legislativo provenía de quienes fueron la más dura oposición a Pedro Castillo. Sin embargo, en los últimos meses se sumaron varios cuestionamientos que venían sosteniendo una alta desaprobación de alrededor del 97%.

En la última semana, algunos hechos gatillaron las cinco mociones para destituirla por esta causal. Creería que los hechos más importantes están vinculados a la incapacidad de dirigir un gobierno que garantice un mínimo de seguridad ciudadana. En un contexto de creciente casos de extorsión a transportistas y pequeños empresarios, incluso con muerte provocada por estas mafias y el crimen organizado. Esto la coloca en una situación muy vulnerable. 

El día previo a la sesión en la que se le vaca por permanente incapacidad moral, un grupo musical muy popular fue baleado en pleno concierto en el círculo militar de Chorrillos. Previamente hubo un incidente de acoso político y amedrentamiento para un candidato presidencial en Puno y la paralización del transporte a causa de las amenazas con carteles de “salgo a trabajar, no a morir” y situaciones por el estilo generan un ambiente muy propicio para que escalara esta situación.

La inseguridad ciudadana y el crimen organizado dispararon la crisis política actual. ¿Hay algo más?

—Un aspecto no menor fue la provocación de nombrar como ministro de Justicia a quien había sido censurado como ministro del Interior.

⁠¿Cómo afecta la sucesión presidencial constante a la creencia de la gente en la democracia del Perú?

—Es evidente que la inestabilidad política tiene consecuencias respecto de la aplicación de políticas públicas de manera sostenida. Un ejemplo de ello es la cantidad de cambios ministeriales en un sector tan importante como el Ministerio del Interior, encargado justamente de abordar los problemas de orden interno y seguridad ciudadana. Otro aspecto que el Perú viene registrando es la alta desconfianza e insatisfacción respecto de la democracia como sistema de gobierno. Además es un escenario preocupante frente a la proximidad de las elecciones que se van a realizar el 12 de abril. 

Protestas en Perú. 2025. Foto: Wikimedia Commons
Protestas en Perú. 2025. Foto: Wikimedia Commons

Repensar la destitución

El congreso peruano ha usado mucho el recurso de destitución presidencial. ¿Es posible que este mecanismo tenga modificaciones en el futuro?

—El Perú tiene un sistema de gobierno que lo hemos denominado presidencialismo parlamentarizado. A pesar de contar con la elección popular del presidente y atribuciones propias del presidencialismo, desde el siglo XIX las constituciones han venido incluyendo mecanismos de control propios de los regímenes parlamentarios. Así, desde el siglo XIX se incorporaron la interpelación, la refrendación ministerial, la censura ministerial, pero también la facultad de destituir a los presidentes mediante juicio político por causales que son muy acotados, pero al lado de ello, la causal de vacancia por permanente incapacidad moral.

Ese término es muy abierto y en contextos de crisis se ha recurrido a utilizarlo. Pese a requerir una alta mayoría de dos tercios, se han logrado fundamentalmente en este siglo. A ello contribuye también la estructura unicameral del Congreso. Por ejemplo, en el caso de la presidenta Boluarte asistieron 122 congresistas de los 130 y por unanimidad de quienes estaban presentes, se le vaca en el cargo. 

A diferencia del juicio político, la vacancia por permanente incapacidad moral que ha sido calificada como un juicio político sui generis por el Tribunal Constitucional es un procedimiento bastante corto y creo necesario modificar este procedimiento de manera que se estandarice con otros de juicio político a los presidentes que existen en la región y en Estados Unidos. También creo que es muy importante ampliar las causales por las que se hace un juicio político de manera más objetiva, para que no se recurra a la vacancia por permanente incapacidad moral ante lo acotado que termina siendo el juicio político. 

 Es curioso que esta modalidad se relacione más con el sistema presidencialista, ¿es más representativa de la cultura política peruana?

—El presidencialismo, aún con estas características que he señalado, son parte de nuestra historia republicana y de nuestro constitucionalismo histórico. En este punto, no hay específicamente un cambio en el sistema de gobierno. Lo que hay es una gran inestabilidad política, producto de factores estructurales, de diseño institucional, pero fundamentalmente por la crisis de representación, la falta de experiencia en algunos casos y de compromiso con lograr gobiernos más estables. También contribuye la fragmentación política. Prueba de ello son los 42 partidos políticos que están aptos para postular en las próximas elecciones.

Para adelante

¿Cómo se explica que, ante la inestabilidad política, no haya cambios bruscos en la economía? ¿Cómo se vincula esto con la independencia del Banco Central peruano?

—En el Perú se habla de “cuerdas separadas”. El impacto de las crisis políticas en la estabilidad macroeconómica no ha sido muy grande. Pero trambién habría que pensar si en otro contexto el Perú podría crecer más. 

La independencia del Banco Central de Reserva y la conducción técnica por el equipo que lidera Julio Velarde han sido y son parte de las fortalezas para la estabilidad económica. El Banco Central ha logrado mantenerse como una isla de eficiencia, lejos de los avatares políticos, reclutando personal muy técnico, lejos del clientelismo y formando cuadros que contrastan con el escenario político que es exactamente el inverso. Sin embargo, hay un resquebrajamiento reciente en torno al consenso sobre la estabilidad macroeconómica entre actores políticos y esperemos que esto no tenga un impacto en el futuro.

¿Es viable pensar que el nuevo presidente José Jerí podrá liderar un “gobierno de transición y reconciliación nacional”? Considerando las denuncias.

—El presidente Jerí asume como presidente de la República porque fue elegido presidente del Congreso en un contexto en el que había muchas posibilidades de que asumiera como presidente de la República, como lo hicieron Francisco Sagasti en 2020 o Valentín Paniagua en el 2000. En este momento, el Congreso Unicameral cuenta con 12 grupos parlamentarios. Uno de ellos es el de Somos Perú, con 10 integrantes. Ciertamente el apoyo parlamentario es esencial para que se mantenga en el cargo.

Te puede interesar

Agustina Lombardi

Agustina Lombardi

Licenciada en Comunicación por la Universidad de Montevideo. Periodista.

newsletter_logo

Únete a nuestro newsletter