Ganar una elección para ganar dólares: el intervencionismo de Trump en Argentina

El respaldo económico de EEUU estará sujeto a los resultados de las próximas elecciones. Esta estrategia, liderada por Donald Trump, pone en tensión la autonomía regional: ¿hasta dónde llegará el apoyo financiero como forma de presión política?

Por: Mariano Spezzapria15 Oct, 2025
Lectura: 6 min.
Ganar una elección para ganar dólares: el intervencionismo de Trump en Argentina
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Artículo original en español. Traducción realizada por inteligencia artificial.

Los efectos de la reunión bilateral entre Donald Trump y Javier Milei, tanto en términos económicos como políticos, aún están por verse. Habrá que medir con precisión la influencia real de la “ayuda” de Estados Unidos en los mercados y en las urnas. Pero lo que realmente quedó claro es que la Argentina se transformó en un experimento del reciente intervencionismo de la Casa Blanca.

La sola presencia de Milei en la sede del poder en Washington indica que para Trump es importante, en términos geopolíticos, que el presidente argentino tenga buenos resultados en su gestión y mantenga el apoyo de la población. Es justamente lo que está en duda ante la inminencia de las elecciones de medio término de 26 de octubre.

De hecho, las últimas encuestas perfilan un escenario complejo para el gobierno libertario: casi con seguridad volverá a perder con amplitud en la decisiva provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40% del electorado argentino. Su performance en el interior del país distaría de ser equiparable a la que hace dos años posibilitó la irrupción de Milei, llamativo outsider, como gobernante.

Ese estilo irreverente, que se acopló al enojo que sentía la mayoría de los ciudadanos ante una economía jaqueada por la inflación y el gobierno de Alberto Fernández, consumado por internas que bloquearon su gestión, ya no es festejado por los argentinos. La actuación del presidente como una suerte de rockstar en un estadio destinado a recitales estuvo más cerca del papelón que de la gracia para la consideración popular.

¿Amistad?

En ese plano, ser amigo de Trump tampoco es tan redituable. La imagen positiva del presidente norteamericano ronda en un 30% entre los argentinos. Paradójicamente, en torno a ese porcentaje oscila la base de apoyo electoral a Milei a nivel nacional, por lo cual la Casa Rosada festejará cada punto que supere esa barrera en las midterm.

Trump se refirió a las elecciones de medio término argentinas en un mensaje posterior a la reunión con Milei en la Casa Blanca. Lo hizo luego de que el gobierno libertario entrara en shock ante una frase que le cayó como una bomba: “Si Milei pierde, no seremos tan generosos”. Al menos dos ministros que integraron la comitiva en Washington, Luis Caputo y Patricia Bullrich, salieron a decir que Trump estaba hablando de las elecciones de 2027. Pero quedaron en offside.

Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca. Foto: X de Javier Milei

China y el peronismo

Trump apeló, lisa y llanamente, a la campaña del miedo. En Buenos Aires, mientras tanto, los principales líderes de la oposición rechazaron el “intervencionismo” del presidente estadounidense en la elección argentina. Así se pronunciaron Cristina Kirchner y Sergio Massa, socios en la mesa chica de Fuerza Patria, que nuclea al peronismo. “El gobierno se sobregiró y vendió una cosa que no era”, deslizaron desde ese espacio.

El peronismo, en rigor, tuvo una experiencia similar a la que Milei tiene ahora con EEUU. Cuando el programa económico de Alberto Fernández zozobraba, Massa tomó las riendas y salió a buscar ayuda en el exterior. Ante una negativa del Fondo Monetario Internacional (FMI) recurrió a China, que activó un swap con el Banco Central cuando las reservas internacionales estaban en rojo. También facilitó 300 millones de yuanes para intervenir en el mercado y comprar dólares. Una operación prácticamente idéntica a la que ejecuta ahora el Tesoro norteamericano.

La presencia de China en Latinoamérica está en aumento desde hace décadas. La novedad es que EEUU decidió, bajo el segundo gobierno de Trump, dar una batalla que, en términos comerciales, ya disparó a escala global. De ahí, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, buscó salvar las críticas internas por el salvataje financiero a la Argentina, con el argumento de que Milei había prometido “sacar a China” del país.

Swap a cambio de poder

Pero el trumpismo no confía en Milei a ciegas. Uno de los pedidos concretos que le hizo para materializar la ayuda es que el presidente argentino amplíe su apoyo en el Congreso. Le viene siendo esquivo ante la pérdida de aliados y la escasa vocación del gobierno libertario por los acuerdos políticos y el consenso parlamentario.

Para asegurarse de que Milei se fortalecerá tras el recambio legislativo del 10 de diciembre, Washington envió a un delegado directo de Trump, el halcón Barry Bennet, a sondear a congresistas como Miguel Pichetto y Rodrigo de Loredo, quienes solían votar con el oficialismo, pero con el correr de los meses fueron tomando distancia. Los norteamericanos parecen decididos a intervenir directamente en la política argentina.

Las conversaciones de Bennet fueron facilitadas por Santiago Caputo, asesor de Milei de quien se comenta que ingresará formalmente al gabinete de ministros en un recambio que planea el presidente para la segunda etapa de su administración. La gran duda es si el nuevo elenco de colaboradores expresará una apertura política de los libertarios hacia sectores republicanos, como el Pro de Mauricio Macri.

PRO, el aliado salvavidas

La relación entre el presidente y el jefe del partido amarillo, que gobernó el país entre 2015 y 2019, pasó del congelamiento al regreso de las negociaciones mano a mano entre ambos. Aunque Macri no aparece tan convencido de integrarse directamente a la administración de La Libertad Avanza, el partido que comanda Karina Milei, la hermana del presidente, y que durante buena parte de este año intentó desplazar al macrismo en el plano electoral.

Para Macri, como para Trump, será decisivo el resultado de las elecciones legislativas que se aproximan y que se convirtieron, para Milei y su experimento libertario, en un deadline inquietante. Será crucial, para el presidente argentino, que el veredicto de las urnas lo deje en condiciones de darle un nuevo impulso a su administración. Para los analistas, se degastó antes de tiempo, así como para lo que esperaba el propio presidente, cuya suerte ya no depende de lo que se decida en Buenos Aires.

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Mariano Spezzapria

Mariano Spezzapria

Periodista político. Editor en La Nación y conductor en FM Milenium.

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